"Hablo de trabajo porque estoy convencido de que los candidatos de la derecha y de la ultraderecha de esto no van a hablar", arrancó el candidato a vicepresidente de Unión por la Patria, Agustín Rossi, su intervención en el debate realizado anoche en el programa "A Dos Voces", en la señal TN. Rossi detalló las recientes medidas tomadas por el ministro y candidato presidencial Sergio Massa para recomponer los ingresos de trabajadores y jubilados y destacó el índice de 6,2% de desocupación, porcentaje que da a entender que en muchas regiones del país existe ocupación plena. Fueron algunos de los datos que el jefe de gabinete alcanzó a enumerar en medio de los cruces y chicanas que caracterizaron la discusión con Victoria Villarruel (La Libertad Avanza), Luis Petri (Juntos por el Cambio), Florencio Randazzo (Hacemos por el País) y Nicolás del Caño (FIT), primer capítulo de la saga de debates.
Funcionará como la previa al que los candidatos a presidentes protagonizarán los próximos 1 y el 8 de octubre, que claramente deben haber tomado nota de lo que se vio en pantalla y en el estudio. Rossi cargaba con la complicación de defender una gestión de gobierno con muchas dificultades en el terreno económico, pero buscó tomar la delantera en el tema y salirle por arriba al hablar de la defensa del empleo. Como varios de sus contrincantes, Rossi se mostró menos fluido cuando debía exponer una propuesta en el minuto escaso que les otorgaban que en el retruque espontáneo, donde se lo vio más a sus anchas, haciendo uso de su amplia experiencia en el Congreso.
"Se sabe que nosotros vivimos desde hace tiempo de la función pública, lo que no se sabe de qué vive ella: nunca tuvo un trabajo declarado", le replicó a Villarruel luego de que ella insistiera en la extraña cuenta acerca de que el resto de los candidatos acumulaban 76 años de función pública, su manera de abonar la idea de la "casta" que tan bien le funciona a Javier Milei. Insólito, Villarruel le contestó que cómo podía ser que habiendo sido el jefe de la AFI no supiera de qué había trabajado ella anteriormente, como si la función de los servicios de inteligencia fuera investigar a los dirigentes de la oposición. Toda una definición de su parte.
Claramente, Villarruel y Rossi se prefirieron como rivales. De hecho, al momento de las preguntas individuales, se eligieron, y el cuestionario giró en torno a los derechos humanos. Villarruel le cuestionó que hubiera puesto a César Milani como jefe de Ejército, a lo que Rossi le respondió que no tenía ninguna condena por las acusaciones que se le imputaban. Además, recordó, terminó absuelto. El jefe de gabinete la interrogó sobre sus famosas visitas a Jorge Rafael Videla y otros genocidas y Villarruel le respondió que era una investigación para escribir un libro y que también había entrevistado a "terroristas", en referencia a integrantes de Montoneros. "¿Sabés qué? No te creo nada, reivindicás la dictadura. Me hacés acordar a Aztiz. No creés en la democracia, sos una infiltrada de la democracia”, le dijo. Fue uno de los momentos más duros del debate.
Sin terminar de redondear del todo la idea, Rossi buscó mostrar el modelo de Unión por la Patria como el del amor y el orgullo por la Patria, ante el odio y el mensaje de "país de mierda" en el que insiste la oposición. Marcó claramente sus diferencias con el negacionismo de La Libertad Avanza cuando destacó la presencia en las gradas de los ex camaristas federales que juzgaron a las juntas militares León Arslanian y Ricardo Gil Lavedra y destacó la designación de la Unesco como patrimonio de la humanidad a la ex Esma. Machacó sobre la venta de órganos y la venta de armas.
Con escaso éxito, Villarruel buscó copiar el estilo Milei, pero no lo sale natural. Un par de veces dijo que los demás decían "gansadas" y que se ocupaban de la "politiquería". Más punzante apareció cuando destacó que los que hablaban de las políticas de género no dudaban en faltarle el respeto a ella, que era la única mujer que participaba del debate. Igual, siendo la de menos experiencia en el panel, salió airosa de la experiencia, en la que muchas veces fue el blanco de las críticas.
Un párrafo aparte para Luis Petri, que se notó como el más coacheado para el debate. Habló mirando a la cámara y con voz modulada, con algunos tramos bien memorizados sobre lo que tenía que decir. Igual que Patricia Bullrich, en cada respuesta planteaba que había que "terminar con el kirchnerismo", algo surgió en los focus groups que hicieron luego de las PASO. "Qué vas a terminar, si no le pudiste ganar una interna a Cornejo", le retrucó Rossi, recordando lo sucedido en las PASO de Mendoza.
"¿Por qué abandonaron a los argentinos frente a los narcos?", fue la melodramática expresión que utilizó el radical para preguntarle a Rossi sobre la seguridad. "Somos los únicos que radarizamos la frontera norte. La que no puso un puto radar durante los cuatro años de gestión fue Patricia Bullrich", le respondió el jefe de gabinete sobre un tema que conoce muy bien. Petri levantó una nota de TN sobre la inseguridad en Rosario. "¿No era que no se podía poner carteles?", preguntó Rossi a los conductores del programa. "No, no se puede", confirmaron. "Ah, se quedaron calladitos los dos", les recriminó el jefe de gabiente. El mejor Rossi apareció en los momentos que se salió del libreto.