Modo clamor: el FdT se acerca al momento de las decisiones clave

La decisión de la Corte Suprema reactivó el "operativo clamor", pero en el entorno de Cristina aseguraban que la vice mantiene su negativa a postularse. "Estamos entre Sergio y Wado", se resignaban. El ministro de Economía salió a mostrarse como candidato, pero el índice de inflación volvió a marcarle sus límites. En ese contexto, el gobernador Kicillof evalúa el desdoblamiento.

14 de mayo, 2023 | 00.05

La insólita intromisión de la Corte Suprema en las elecciones de dos provincias en las que se preveía un triunfo del peronismo actuó como aliciente para que un sector de la dirigencia y de la militancia kirchnerista redoblara el entusiasmo en el "operativo clamor" por la candidatura de Cristina Kirchner, que prevén terminar el 25 de mayo con un gran acto en la 9 de Julio. Sin embargo, quienes conversaron con la vice en los estos días no escucharon cambios en su negativa a postularse, ni siquiera a senadora en la provincia de Buenos Aires. Eso explica el papel de candidato que asumió en sus últimos discursos el ministro de Economía, Sergio Massa, que busca alinear al Frente de Todos detrás suyo y saltearse la competencia en las PASO. Pero Massa debe lidiar con una inflación desbocada que cantó 8,4% en abril y, según informes de las principales consultoras, subirá en mayo. En ese panorama, el gobernador Axel Kicillof está cada vez más decidido a desdoblar las elecciones y resguardar el poder en la provincia de Buenos Aires.

 

En el cierre del Congreso del PJ Bonaerense, Máximo Kirchner habló de "democracia mutilada", entre otras cosas, por esa intromisión del partido judicial que encabeza el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. "Lo que muchas argentinas y argentinos quieren votar pero no pueden hacerlo", dijo Máximo, en su única alución a la candidatura de Cristina. No mencionó el acto del 25. La movilización es fogoneada por la "mesa de Ensenada" que coordina Andrés "Cuervo" Larroque con el objetivo de generar un contexto de fervor militante y hacer cambiar de parecer a CFK, algo que no asoma fácil. 

En las reuniones reservadas, Máximo repite que su madre no se postulará. "Ni siquiera la puedo convencer para que vaya como senadora", confesó. La vicepresidenta se mantiene en su postura de no aparecer buscando fueros ante una persecución judicial al peronismo que quedó nuevamente en evidencia con la decisión de la Corte. "No soy Menem", le gusta decir. También que si va presa durante un gobierno de derecha en todo caso será un mérito y no un desmérito. "Me voy a mi casa en el sur y listo", anticipa su prisión domiciliaria. Por otro lado, ganar la elección no se ve nada sencillo y Cristina no quiere ser la cara de la derrota de un gobierno con tantos desaciertos. Con todo, a la vice le gustan las jugadas sorpresivas, así que en su entorno mantienen la expectativa abierta de alguna decisión sobre la fecha del cierre de listas.

Pero, en tanto eso no ocurra, son otras las alternativas que se barajan. "Estamos entre Sergio y Wado. Los compañeros quieren uno nuestro", sostenían en el Instituto Patria. A Cristina le atrae de Massa su capacidad de trabajo, la voluntad para resolver los problemas y las ganas de ser candidato. Se vio en la semana que pasó. Cuando se esperaba un índice inflacionario crítico, el ministro redobló la apuesta y salió a mostrarse como candidato. "No nos entra un kilombo más", advirtió, y pidió orden político para alcanzar el orden económico. Massa apunta a que se vea como única salida para el Frente de Todos encolumnarse detrás suyo en la gestión y se lo nomine como candidato de consenso. Las perspectivas no lo ayudan.

"A Sergio no le queda otra que seguir adelante, sino quedaría como un ministro de Economía que fracasó. Si va de candidato a presidente, aunque pierda, queda como jefe de la oposición", evaluaba un dirigente cercano. "No se va a quedar quieto y va a seguir trabajando", adelantó el secretario de Desarrollo Productivo, Ignacio De Mendiguren, que participó ayer del encuentro que armó Massa en Economía para evaluar nuevas medidas para controlar los precios que se anunciarían hoy mismo. Lo único que no puede hacer el ministro es mostrarse de brazos cruzados, algo por lo que muchas veces se criticó a la gestión de Alberto Fernández.

Un informe reservado de una de las principales consultoras del mercado, informó que el índice inflacionario de la primera semana de mayo marcó un nuevo pico, similar al que acompañó la salida de Martín Guzmán del ministerio. Entre los motivos, ubicó el arrastre estadístico de abril por la suba en la última semana de los dólares paralelos y los aumentos autorizados en la categoría de precios regulados, principalmente en gas (34,1%) y electricidad (27,3%). Hasta incluyeron un efecto "hot sale", dado que allí se verificaron aumentos anticipados en la venta online en indumentaria y electrónica. En definitiva, todo indica que mayo podría marcar un nuevo récord mensual y ser el sexto mes de subas consecutivas.

Respecto a la necesidad de fortalecer las reservas, las negociaciones con el FMI avanzan a paso lento y el viaje del equipo económico a Washington se sigue postergando. Las versiones indican que, a cambio de adelantar los desembolsos por 10.600 millones de dólares, el organismo plantea una devaluación que lleve el dólar oficial a 300 pesos o más todavía. Cristina y Massa no quieren saber nada con la idea de devaluar, menos en este contexto. También el auxilio de Brasil y de los BRICS no acelera acorde en los tiempos de las urgencias argentinas.

El ministro de Economía de Lula, Fernando Haddad, cumplió esta semana con su promesa de plantear la situación argentina en la reunión del G7 en la que participó como invitado. “Traje este problema porque Argentina es un país muy importante en el mundo y particularmente en Sudamérica. Además, porque la solución para Argentina pasa por el FMI", reveló Haddad luego de su reunión con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen. La palabra de Estados Unidos es decisiva en el Fondo, así que habrá que esperar para saber si la colaboración de Brasil ayuda a aflojar al staff del organismo.

Si lo de Massa se hunde en el cúmulo de dificultades, un sector de la dirigencia kirchnerista mira con mejores ojos al ministro de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, con quien sienten una mayor afinidad. Wado viene intensificando sus movimientos y en su entorno aseguraban que las encuestas lo mostraban en ascenso. Incluso, según esos números, ya por encima del ministro de Economía. A diferencia de Massa y de la mayoría de la dirigencia kirchnerista, Wado no esquiva la posibilidad de competir en las PASO. "Es una buena forma de resolver la discusión interna", reiteró esta semana. Es lo que viene conversando con el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien habla de una competencia regulada con un "código de convivencia" para evitar golpes bajos.  

Alberto no tuvo problemas en disentir públicamente con Massa sobre este punto. "El Frente debe tener un mecanismo de organización democrático que se consigue de un solo modo: que la gente vote”, insistió. El Presidente se bajó de su reelección, pero no de su aspiración a quitarle a Cristina el rol de gran electora del Frente de Todos. Un "logro" que busca legarle al peronismo no cristinista en el que militan algunos gobernadores y la CGT. Tiene en el embajador Daniel Scioli una carta para competir. Entre los funcionarios que apoyan al "Pichichi", como el canciller Santiago Cafiero, aseguran que cuenta con la ventaja que no se le pueden achacar responsabilidades en la crisis económica por su cargo en el exterior. Es una ventaja con la que no cuenta Rossi, que ya avisó que resolverá luego del congreso partidario del martes si se postula.

Las indefiniciones a nivel nacional tienen inquieto a Kicillof. El gobernador ya admite públicamente la posibilidad de desdoblar la elección provincial, como hicieron la mayoría de sus colegas. Sabe que lo más probable es que Cristina no se postule y que las posibilidades de Massa se achican con cada nuevo índice de inflación. "Axel quiere tener esa carta en la mano, pero es muy fuerte jugarla como opción", evaluaba un dirigente bonaerense. Por un lado, separar la elección licúa el "efecto Milei", dado que el libertario ni siquiera tiene candidato a gobernador. "Si el Frente de Todos aún es competitivo es gracias a que los votos de la oposición están divididos", agregaba el dirigente. Pero -y esto no lo dicen sólo en la gobernación sino también lo registran en los principales municipios- las encuestas muestran un número si Axel y los intendentes se postulan por separado y otro menor si están acompañados de la boleta nacional, que tira para abajo. Tendrán que poner en la balanza qué es lo más conveniente.

El Congreso del PJ Bonaerense, el del PJ Nacional del próximo martes y el del PJ Capital de la próxima semana aspiran a mostrar un peronismo ordenado hasta que llegue el momento de la inscripción de candidaturas, a mitad de junio. Con todo, lo sabe muy bien Massa, también se acerca el momento de ofrecer un poco de alivio ante una realidad sofocante. "Suma fija ahora, paritaria después, y si podemos, doble aguinaldo para los compañeros y las compañeras que todos los días trabajan en las fábricas, en las escuelas y en los comercios", fue la agenda que planteó Máximo, que seguramente se repetirá en los próximos encuentros partidarios. Un desafío en el que el Gobierno se jugará buena parte de sus chances electorales.