Los informes de opinión pública que llegaron al comando de Unión por la Patria dejaron buenas sensaciones luego del debate. El dato central fue que los electores aún indecisos comprobaron que Javier Milei no está preparado para ocupar la presidencia y que tampoco tiene buenas ideas, como algunos de ellos creían. Con todo, en el entorno de Sergio Massa evitaban todo triunfalismo y la orden era seguir con el plan trazado. En esa línea, el candidato estuvo ayer en San Vicente para hablar de seguridad mientras que hoy cerrará su gira por el interior en la Patagonia, una región que votó en contra en las primarias, revirtió en parte en las generales y ahora cada vez se presenta más favorable. De hecho, una senadora electa por Juntos por el Cambio, la neuquina Lucila Crexell, ayer adelantó su apoyo a Massa.
Ya en la última semana de una campaña extenuante, a Massa se lo vio un poco cansado pero satisfecho en el acto con las fuerzas de seguridad en el Centro Operativo de Prevención de San Vicente. "A mi, a diferencia de otros, la tos de nadie me incomoda", ironizó en un momento a propósito de las quejas de Milei sobre lo sucedido en el debate. "Cuando uno está concentrado en lo que tiene que decir y en hablar con los que tiene que hablar, no hay tos, no hay ruido. Sólo aquellos que van a escucharse a sí mismos les molesta la tos", dijo el ministro de Economía ante el aplauso de los asistentes. Fue lo más parecido a un festejo público por lo ocurrido el domingo en la Facultad de Derecho, donde la conclusión unánime -aún en los medios opositores- fue que Massa se había mostrado mucho más sólido y preparado que su contrincante.
A tono con los videos que fueron subiendo ayer a las redes sociales, en el comando de UP aseguraban que, en la previa, los electores indecisos veían a Milei como alguien preparado, que conocía los temas de gestión porque estudiaba. Pero que luego de mirar el debate habían concluido que no sólo el candidato de La Libertad Avanza era inestable y agresivo -algo que, más o menos, ya todos sabían- sino que además quedó en evidencia que desconoce el funcionamiento básico del Estado. "No tiene buenas ideas y no está preparado para ser presidente", fue la conclusión de la mayoría de los consultados. También generó muchas dudas su ambigüedad respecto a los subsidios y el impacto que podría tener su eliminación en el salario de los trabajadores. A eso se agregaba el planteo de privatizaciones generalizadas, algo ya probado en los '90 y que provocaba resquemores desde antes del debate.
Hasta Patricia Bullrich debió admitir la superioridad de Massa "frente a una persona con poca experiencia", como definió a su ahora aliado Milei en una entrevista. En el comando de Unión por la Patria suponían que habían conseguido volcar voluntades a su favor y que también algunos que tenían resuelto votar al libertario ahora evaluaban el voto en blanco, algo que también servía para la cuenta final. Sorteado lo que se presentaba como el principal hito hasta el balotaje, Massa inició el tramo final de la campaña en el que completará la agenda que se había pautado, sin hacerle modificaciones. Luego de incursionar en el Gran Buenos Aires para hablar de inseguridad, será el turno de una visita a Río Negro, donde espera también sumar a la foto dirigentes de Neuquén y de Chubut.
El senador y gobernador rionegrino electo Alberto Weretilneck estuvo en la Facultad de Derecho acompañando a Massa y ayer salió a alertar que si se cortan las relaciones comerciales con Brasil, como plantea Milei, la provincia perderá exportaciones. El candidato de Unión por la Patria llegará al mediodía a General Roca donde será recibido por el ministro de Justicia, Martín Soria, y su hermana, la intendenta María Emilia Soria. Habrá encuentro con sectores productivos y una actividad con la militancia. Luego se trasladará a Cipoletti, donde habrá un acto masivo en el polideportivo municipal. La compañía de Weretilneck le servirá a Massa para reforzar la idea de la unidad nacional, el eje que reforzará de aquí al domingo. Por eso estaba la expectativa de sumar a la foto al gobernador saliente de Neuquén, Omar Gutiérrez, y tal vez al entrante, Rolo Figueroa, junto a la dirigencia de Chubut.
Río Negro fue una de las provincias en las que Massa se recuperó: luego de perder las primarias, se impuso en las generales por casi 5 puntos. Los nuevos vientos políticos se notan en los nuevos apoyos. En la previa a su llegada, agrupaciones vecinales y provinciales salieron a expresarle su respaldo. Pero más llamó la atención el apoyo de la senadora neuquina Lucila Crexell, quien ingresó a la Cámara alta en 2019 en las boletas de Juntos por el Cambio. "La prescindencia no es una opción política, por eso apoyo a Sergio Massa. Me sumo a su convocatoria al diálogo", anunció. Crexell fue centro de los reproches de la oposición en la sesión de septiembre pasado, cuando prefirió quedarse en una actividad en el exterior antes de sumarse a la ofensiva contra la aprobación de los pliegos de jueces propuestos por el oficialismo.
También tuvo buena repercusión el nuevo spot, emotivo, sobre la Argentina que se viene. Mientras en el comando apuntan a gobernadores e intendentes para que extremen los esfuerzos para movilizar la estructura para los comicios, la apuesta final de Massa es no hacer muchas olas. El miércoles estará en una escuela de la CABA y el jueves el cierre de campaña replicará la actividad que hizo antes de las elecciones de octubre: un encuentro con trabajadores en algún lugar del Conurbano, sin medios ni dirigentes.