En medio del descalabro de la oposición que aún se revuelve en acusaciones cruzadas, Sergio Massa sumó una gran foto de unidad con los gobernadores del peronismo y fuerzas provinciales aliadas, un total de 19 de los 24 distritos del país. Además, realizó guiños hacia los mandatarios de Juntos por el Cambio que se declararon prescindentes con el anuncio de un nuevo pacto fiscal simplificado y un nuevo régimen de coparticipación que le permitiría a las provincias manejar mayores recursos, exactamente el camino inverso que les propone Javier Milei. "Nuestra responsabilidad es construir un gobierno de unidad nacional, convocando a los mejores, no cayendo en la trampa de las discusiones de acuerdos de cúpula de partidos, sino entendiendo que la responsabilidad a partir del 10 de diciembre es elegir a los mejores de cada una de las fuerzas económicas, sociales, políticas, de la cultura de la Argentina", insistió Massa en su convocatoria a "todo hombre de bien". La oposición, mientras tanto, tuvo otra jornada de recriminaciones cruzadas.
El clima de sonrisas, bromas y videitos divertidos que surgieron del encuentro en el CFI fue una muestra de cómo cambió el panorama luego de la elección del domingo. Varios gobernadores habían sido sorprendidos por el resultado de las PASO de agosto, pero pudieron remontar en la primera vuelta, la elección que finalmente valía. A la convocatoria de ayer no quisieron faltar mandatarios aliados como el misionero Oscar Herrera Ahuad, el salteño Gustavo Sáenz, los rionegrinos Arabela Carreras y Alberto Weretilneck y el neuquino Omar Gutiérrez. Algunos de esos 19 están de salida y serán reemplazados por otros que participaron de la reunión de crisis del miércoles en JxC. Varios de estos son observados con expectativas acerca de qué posición adoptarán en la previa al balotaje.
Luego de las elecciones, en el comando de campaña de Massa se trazaron algunas premisas para esta primera semana. Evitar el tono triunfalista, centrarse en la gestión y enviar mensajes de unidad en cada actividad. Por sobre todas las cosas, evitar inmiscuirse en la crisis interna de Juntos por el Cambio. Así, el ministro se encontró el miércoles con el gobernador Axel Kicillof y un amplio grupo de intendentes electos de la provincia de Buenos Aires para comprometerlos a trabajar a fondo para el balotaje, aunque esta vez no estén en juego los cargos locales. Ayer, siguió la ronda con los gobernadores, con una asistencia perfecta porque el que no pudo concurrir envió un representante.
La agenda era un mix de temas de gestión con un análisis del resultado electoral. Los gobernadores celebraron que a partir de la semana que viene habrá un millón de trabajadores que comenzarán a recibir sus haberes sin descuento por el impuesto a las Ganancias, muchos de ellos distribuidos por las provincias. Massa planteó un acuerdo federal de seis ejes para contar con el apoyo de las administraciones provinciales. El primero, un nuevo pacto fiscal que simplificará el régimen tributario. El segundo, un nuevo régimen de coparticipación que significaría mayores ingresos para las provincias. El tercero, el programa PreViaje convertido en una política permanente para fomentar la industria turística en todo el país. El cuarto, el fortalecimiento del sistema ferroviario. El quinto, nuevo plan de obra pública. Sexto, plan integral de seguridad, del que prometió ponerse al frente.
El paquete quedó como el opuesto perfecto a las propuestas de Milei, que plantea terminar con la coparticipación, programas de estímulo, privatizar la obra pública y los trenes. "Nos hemos juntado aquí junto a otros 18 gobernadores para exprearle nuestro apoyo a Sergio Massa", comentó a la salida Kicillof quien, ya reelecto por amplio margen, viene mostrándose como un entusiasta impulsor de la candidatura presidencial del ministro de Economía. Cada mandatario fue destacando la propuesta que le pareció más importante para su provincia. Para los de Neuquén y Río Negro, por ejemplo, hubo una referencia a la presunta privatización de Vaca Muerta que imaginó el candidato de La Libertad Avanza.
Dado el riesgo que las iniciativas de Milei representan para las políticas provinciales, la expectativa en UP quedó depositada en la posibilidad de sumar algunos apoyos de quienes no participaron de la reunión en el CFI. Por ejemplo, el electo neuquino Rolo Figueroa, que por ahora dijo que estaría sólo concentrado en los asuntos provinciales. El cordobés Martín Llaryora estirará todo lo posible la neutralidad porque partirá a un viaje de diez días junto a Juan Schiaretti a Arabia Saudita y Kuwait. La única declaración de Schiaretti fue que él no era el dueño del voto de los cordobeses, que pueden resultar clave para la segunda vuelta.
El radical correntino Gustavo Valdés remarcó la postura neutral adoptada por los diez mandatarios de Juntos por el Cambio. “Individualmente, yo personalmente voy a tomar una decisión. Y los ciudadanos van a tomar una decisión. No necesitan que ningún político en este momento le diga qué hacer”, recalcó. En UP también observaban la posición que adoptarían peronistas disidentes como Claudio Poggi, electo gobernador de San Luis, y el sindicalista Claudio Vidal, electo en Santa Cruz.
Massa insistió en dos cosas. Una, que no pensaba opinar sobre los problemas internos de la coalición opositora. Otra, que no habrá ofrecimientos de cargos, sino que había que hacerse la idea de que conformará un gobierno de unidad nacional lo más amplio posible a partir del 10 de diciembre. El clima del encuentro era optimista. Poco antes había circulado la última encuesta de Analogías que colocó a Massa ocho puntos por encima de Milei, que se sumó a la de Proyección que le había otorgado una ventaja de diez. "No nos vamos a relajar. Mañana y pasado vamos a seguir ocupándonos de la gestión, es el objetivo que nos pusimos para esta semana", comentaban en el entorno del ministro.