Javier Milei finalmente decidió poner un legislador propio al frente de cada Cámara con la lógica de asegurar una línea de sucesión afinada, pero sacrificando apoyos que le garantizaran un piso de gobernabilidad. Ahora cada quórum y la aprobación de cada proyecto deberá ser negociado con todos los bloques, un trabajo arduo de resultado incierto. De movida, con la meneada "ley ómnibus", que anticipan contendrá un ajuste de una magnitud nunca vista, además de muchos agregados que van desde la derogación de centenares de leyes hasta la eliminación de las PASO. En el entorno de Milei confían que el apoyo conseguido en el balotaje servirá para facilitar un rápido tratamiento con el respaldo de los bloques afines de Juntos por el Cambio, partidos provinciales y el peronismo cordobés. Sin embargo, aún desde el PRO respondían que había que esperar ver qué era lo que recibirían el próximo lunes. "Se supone que lo vamos a aprobar, pero para responder tendríamos que saber qué es lo que hay ahí adentro", sostenía un diputado macrista.
Sin ninguna variante que lo convenciera, Milei resolvió el fin de semana promover a dos representantes de La Libertad Avanza a la presidencia provisional del Senado y a la de Diputados, tal como había sugerido la vicepresidenta Cristina Kirchner. Martín Menem en Diputados y Francisco Paoltroni en el Senado, ambos con muy poca experiencia en política, tendrán por delante la tarea de conseguir apoyos para impulsar las iniciativas del Ejecutivo con muy pocos legisladores propios: apenas 38 en la Cámara baja y 7 en la alta. De esta manera, el presidente electo descartó la posibilidad de un acuerdo explícito con el macrismo, que el exigía el nombramiento de Cristian Ritondo. Otra variante impulsaba el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, que promovía a Florencio Randazzo para acercar al peronismo antikirchnerista.
Milei y el ex presidente Mauricio Macri cenaron el viernes para repasar los términos de su impreciso acuerdo y consensuaron "militar el ajuste" que contendrá el paquetazo que el presidente enviará en su primer día de gestión al Congreso. Devaluación, privatizaciones, eliminación de organismos, despidos, quita se subsidios, suba de tarifas junto a cambios de leyes impositivas y laborales formarán parte del cóctel, según se anticipó. Esa es la línea general, pero se mantiene en reserva el contenido detallado de la norma que sumará cientos - o tal vez miles- de páginas. Se anticipa que incluirá cuestiones electorales como la eliminación de las PASO, algo que ya promovieron sin éxito varios gobernadores del peronismo.
Juntos por el Cambio tiene un total de 94 diputados. Sumados a los 38 de LLA, alcanzarían 132, una cifra suficiente para el quórum y aprobar la norma con lo justo. Sin embargo, de esos 94, los integrados al nuevo oficialismo serán apenas entre 10 y 15 -depende de quien haga la cuenta-, que responden a la fórmula Patricia Bullrich-Luis Petri, reconvertidos en ministros de Seguridad y Defensa, respectivamente. Entre ellos, estarían Silvana Giudici, Ricardo López Murphy, Laura Rodríguez Machado y Sabrina Ajmechet, por mencionar algunos. Por su lado, los legisladores afines a Horacio Rodríguez Larreta, los radicales de Martín Lousteau y de los gobernadores y la Coalición Cívica de Elisa Carrió ya habían adelantado que se consideraban opositores y que analizarían cada iniciativa del Ejecutivo antes de votarla o no.
Luego de que fuera desestimado como presidente de la Cámara, Ritondo avisó que el subbloque del macrismo tampoco formaría parte del oficialismo y que ellos también analizarán cada propuesta y no votarán nada a libro cerrado. "Suponemos que vamos a acompañar, pero no tenemos idea de qué vendrá. Lo que entendamos que sean cosas normales para apuntalar el cambio las vamos a votar, si hay otras cosas harbá que analizar. No somos empleados del nuevo gobierno, ni pertenecemos al oficialismo", subrayaban desde la oficina de Ritondo. En definitiva, de los 94 diputados de Juntos por el Cambio la ley ómnibus sólo tiene asegurados los votos de Bullrich y el resto quiere saber de qué se trata.
Con la designación del ministro de Finanzas cordobés Osvaldo Giordano en el Anses, Juan Schiaretti y Florencio Randazzo -la fórmula que salió cuarta en la elección- se mostraron juntos para informar que ayudarían a la gobernabilidad. Habrá que imaginar que los cinco diputados del peronismo cordobés más Randazzo acompañarán la ley ómnibus. En cambio, los socialistas santafesinos que integran el interbloque no serían de la misma visión.
La semana pasada, gobernadores de partidos provinciales de Salta, Neuquén, Río Negro y Misiones anunciaron la conformación de un bloque común para "promover iniciativas que defiendan los intereses provinciales y el federalismo". Es decir, estarán atentos a lo que el proyecto contemple en cuanto a la coparticipación y los recursos provinciales, una preocupación general de todos los mandatarios. Serán alrededor de otros 8 diputados que también esperarán conocer la propuesta del Ejecutivo antes de decidir si la aprobarán.
Unión por la Patria contará con la bancada más numerosa de 100 y algo: habrá que esperar a este jueves que asuman las nuevas autoridades para conocer el número definitivo. Ellos más los cinco de la izquierda claramente estarán posicionados contra las medidas de ajuste que promueva Milei. En definitiva, el oficialismo libertario parece aún lejos de los apoyos necesarios para conseguir quórum y avanzar con un proyecto que se anticipa contendrá iniciativas muy controvertidas. Seguro Milei buscará presionar a las bancadas opositoras recordando que ganó prometiendo ajuste y levantando una motosierra. La canciller Diana Mondino
Si en Diputados no se ve fácil, qué decir del Senado donde los libertarios son apenas siete y Unión por la Patria maneja un numeroso bloque de 33 legisladores, con otros cuatro de partidos provinciales que suelen funcionar como aliados y podrían facilitarle el quórum propio. Juntos por el Cambio cuenta con 21 senadores, así que aún sumándolos todos, La Libertad Avanza aún estaría lejos del quórum para sesionar. Pero en ese bloque hay varios senadores radicales que responden a los gobernadores, quienes también quieren tener certezas respecto a qué sucedera con las cuentras provinciales. Lo dicho, hará falta muñeca y poder de negociación para que la ley ómnibus.