Las últimas horas antes del cierre de frentes electorales parecieron transcurrir con normalidad y el martes sólo restaban algunas formalidades para terminar de sellar la nueva composición de Juntos por el Cambio. La coalición, en principio, se acercaría a mantener el mismo nombre dado que no se esperaron modificaciones sustanciales. Eso, de continuar por camino manso, dejaría afuera a Juan Schiaretti que ya anunció la inscripción de su propia alianza para competir en las PASO.
Al filo del martes, el gobernador de Córdoba resolvió la presentación formal de la coalición “Hacemos por Nuestro País”, un espacio integrado por "peronistas no kirchneristas" del Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Autonomista y otras fuerzas provinciales. Un condimento extra para las pujas electorales.
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En principio, Cambiemos mantendría a los mismos socios que en 2021, año en el que el partido de Gerónimo "Momo" Venegas decidió abandonarlos y año en el que Miguel Ángel Pichetto se incorporó a la alianza luego de haber sido candidato a vicepresidente en fórmula con Mauricio Macri. Por lo tanto, los sellos anotados para conformar la coalición no arrojarían sorpresas, ni en Nación ni en Provincia. En la Ciudad ya se anunció la ausencia, por ejemplo, de Republicanos Unidos, la fuerza de Ricardo López Murphy que entró en conflicto interno con Roberto García Moritán.
En la nómina de fuerzas figuran el Partido Demócrata Progresista (PDP); el PRO; la UCR; la Coalición Cívica - ARI; Unión Popular Federal; el GEN de Margarita Stolbizer que en 2021 se sumó en provincia de Buenos Aires y ahora lo hará a nivel nacional; el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID); Encuentro Republicano Federal de Pichetto y la Unión del Centro Democrático (UCEDÉ). Avanza Libertad, de José Luis Espert, "no es partido, por eso no está". Fue una coalición bonaerense que se disolvió para lograr la fusión con Juntos por el Cambio.
Según se planteó en la previa, el nombre podría mantenerse intacto, aunque todo puede cambiar en las horas frenéticas de negociación. Un escenario similar se barajó en la provincia de Buenos Aires, donde todo se mantendría igual que en 2021, incluso el complejo sistema para definir los pisos electorales que arrojó un número diferente para cada sección, siempre entre el 20 y el 25%.
Los encargados, en el nivel nacional, de firmar el cierre del frente por parte del PRO, el espacio más problemático, serán dos: Federico Angelini por el macrismo bullrichismo y Eduardo Macchiavelli por el larretismo. Son los dos nombres que designó la Asamblea partidaria para, también, debatir internamente las alianzas del espacio fundado por Mauricio Macri.
Esas dos personas y los sectores amarillos representados por ellas fueron las que no pudieron ponerse de acuerdo sobre la incorporación del cordobés Schiaretti. La conformación de una alianza electoral por parte del gobernador enturbió los planes para sumarlo en una fecha posterior al cierre de frentes. La pertenencia a otra coalición lo dejaría afuera de la posibilidad de candidatearse por otro espacio y, en caso de hacerlo, sería plausible de judicialización, dijo una fuente con conocimiento del tema.
Sin embargo, los larretistas no abandonaron la creencia en una futura incorporación. "La idea de ampliar y sumar no tiene fechas límites", se planteó apenas conocida la noticia cordobesa. En la previa, el larretismo se mostró seguro del crecimiento de la alianza y también sus socios.
No sólo la Coalición Cívica y la UCR ratificaron el espíritu aperturista en sus respectivos órganos institucionales, sino que se firmó un comunicado bastante transversal (aunque sin el bullrichismo y el cornejismo) para dejar en claro que la única forma de triunfar en las elecciones es la ampliación. En esos planes, cambió la temporalidad. Cuándo plantear esa incorporación.
Los que apuestan por ampliar recordaron la llegada de Pichetto a Cambiemos como compañero de fórmula de Macri, sólo con su cuerpo y su alma, sin un partido político. O sea, en el caso de Schiaretti debería ocurrir lo mismo, el abandono del frente electoral que anunció conformará este miércoles. Así como Espert disolvió la coalición bonaerense que construyó hace dos años.
Este escenario, sin embargo, apareció como difícil "por ahora", según calificó una fuente cercana al jefe de Gobierno. Entonces no sería de extrañar la negociación por un lugar en un posible futuro Gabinete. Hace tiempo, y El Destape lo contó el año pasado, Horacio Rodríguez Larreta se puso en mente un gobierno de coalición que incluya UCR y peronismo no kirchnerista en los lugares clave junto al PRO. Una coordinación de ministerios podría ser la solución.
Sin embargo, todas las opciones se pusieron sobre la mesa estos días. Existen dos caminos para realizar incorporaciones formales después del cierre de alianzas. El primero permite la adhesión de un partido político a Juntos por el Cambio como un anexo al acta constitutiva. Para eso son necesarias las firmas de todos los socios y una ventana limitada de días para hacerlo. Este no sería el caso.
El segundo camino, como candidato. En este escenario, ya como una persona física, en soledad. Según esta opción, si el acta constitutiva de la alianza definiera, este miércoles, la afiliación a un partido integrante como condición necesaria para adherir, el sujeto con intenciones de sumarse tendría que plegarse a una de las fuerzas. De no tener esta cláusula, entraría bajo la categoría de "extrapartidario".
Como sólo los partidos políticos pueden integrar los frentes electorales, la única forma de hacerlo sería como candidato a cualquier categoría salvo que se explicite una en particular en la carta constitutiva. La ausencia de limitaciones abre el juego. En ese escenario, podría ser el compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta, por ejemplo.
Exactamente el mismo escenario que el planteado por Mauricio Macri en 2019 cuando lo sumó a Pichetto. La fuerza del ex senador peronista se incorporó formalmente a Juntos por el Cambio en 2021 e integró la fórmula como "extrapartidario" en el año en que Cambiemos perdió la chance de una reelección. El camino más largo pasaría, sencillamente, por construir una alianza política después de los comicios y esperar a la próxima ventana.
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