Aún con diez diputados menos, el bloque de Unión por la Patria será el más numeroso de la Cámara baja, por lo que se mantiene expectante a las idas y vueltas del gobierno electo respecto a las autoridades del Congreso, en medio de una ola de rumores. "Lo mejor que estamos haciendo es no salir a meternos en los problemas de ellos mientras se están matando", comentaba un legislador del peronismo. Sabían poco respecto a la ley ómnibus que Javier Milei piensa enviar para tratar en extraordinarias, pero por lo que trascendió hasta ahora están convencidos de que buscará prorrogar el presupuesto 2023 y que cuando se le acaben las partidas -algo que calculan ocurrirá alrededor de mayo-, pasará a gobernar por DNU. "Está claro que va a buscar los superpoderes para hacer un ajuste a su antojo", imaginaba.
Al mismo tiempo que trascendía la pelea entre Patricia Bullrich y Mauricio Macri por el acuerdo con Milei, en el Congreso palpitaban las idas y vueltas en torno a los posibles ocupantes de la presidencia de las Cámaras, otra de las novelas de los últimos días. Nadie los sondeó acerca de si verían con buenos ojos una posible presidencia de un peronista disidente como Florencio Randazzo, de un macrista como Cristian Ritondo o de un diputado de La Libertad Avanza, como sostuvo la vicepresidenta Cristina Kirchner que debía decidirse. "Ella ahora estableció un criterio general, veremos qué proponen finalmente", respondían en el bloque de Unión por la Patria.
Según deslizó Milei ante su tropa en el Congreso, la última palabra sobre la estrategia la tiene el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, el único con experiencia política de su entorno. Francos impulsa un esquema de gobernabilidad con el sector halcón de Juntos por el Cambio pero busca sumar al peronismo "federal" de Juan Schiaretti y Randazzo, con la idea de que eso servirá para arrimar otras voluntades del peronismo del interior. Sin embargo, la designación de Randazzo genera muchas resistencias en los bloques propios y aliados. Macri le habría insistido a Milei para que eligiera a Ritondo, quien asegura contar con un bloque de 40 diputados prestos para sumarse al nuevo oficialismo.
"Francos no habló con ninguno de nosotros. Mejor, así no intervenimos y vemos cómo se están matando. Todos los días aparecen con una versión diferente y ya falta muy poco", comentaban en la bancada de Unión por la Patria. Las cámaras convocaron para el 7 de diciembre la sesión preparatoria para tomar juramento a los legisladores electos y elegir a las nuevas autoridades. En la Cámara de Senadores el bloque de UP será de 33 legisladores, a los que podría sumar cuatro aliados provinciales y contar con quórum propio. En Diputados, en cambio, la bancada llegará a los 108 diputados y, pese a ser la más numerosa, estará lejos del quórum, que es de 129 bancas.
Todo parece indicar que el santafesino Germán Martínez será confirmado como jefe del bloque de UP, de buen diálogo con todos los sectores internos. "Tenemos que ser claramente defensores de los intereses de las provincias y municipios de la Argentina, de las que gobernamos y las que no gobernamos", planteó ayer Martínez respecto a la motosierra libertaria que, en primer término, parece que afectará a las provincias a las que no quiere compensar por la pérdida de recursos sufrida por los cambios en el impuesto a las Ganancias y al IVA.
Sergio Massa les transfirió fondos para que puedan pagar los sueldos de diciembre y el aguinaldo, pero los problemas reaparecerán en enero. "Hay que poner los números en orden. Corten otros gastos y paguen los salarios, no hay más plata", les advirtió Milei en una entrevista. Los gobernadores propusieron coparticipar el impuesto al cheque, pero el presidente electo no estaría dispuesto a convalidarlo. En todo caso, los jefes provinciales podrían juntar número para aprobarlo en el Congreso y obligar al nuevo presidente a vetarlo, con el consecuente costo político con el interior que lo votó masivamente.
La expectativa está puesta en lo que incluirá la ley ómnibus que, supuestamente, viene preparando Milei junto al ministro Luis "Toto" Caputo y su equipo. "Lo tienen tan poco armado como el resto del gobierno", ironizaban en el bloque de Unión por la Patria. El texto se trabaja "bajo estricto secreto" y estarán incluidas todas las reformas de "primera generación" que imaginó Milei, muchas de ellas referidas a reestructuraciones en el Estado y cierre de organismos. Ayer, los estatales de ATE le pidieron una reunión al futuro presidente dado que "se encuentran en peligro miles de puestos de trabajo y la mayoría de las políticas públicas".
Pero en el peronismo creían que el paquetazo también planteará la emergencia económica, que suele venir con el agregado de la delegación de facultades al Presidente para modificar partidas presupuestarias de acuerdo a las necesidades. En la misma línea, imaginaban que no enviaría un nuevo presupuesto y que prorrogará el de 2023 y que cuando se agoten las partidas -que calculaban para abril o mayo dado los niveles de inflación que se esperan para los próximos meses de "estanflación"- para manejar la gestión a su antojo en la segunda mitad del año, evitando toda intervención del Congreso. Milei prometió que el proyecto se conocerá el mismo día de su asunción y, para que resulte aprobado, necesitará que al menos una parte de la bancada peronista se lo apruebe. No parece sencillo que salga sin negociar algunas cuestiones.