El ex presidente Mauricio Macri ya se transformó en el jefe de campaña mediático del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei (LLA). Horas después del blanqueo de la sociedad con el minarquista y de llevar a Juntos por el Cambio al borde de una fractura expuesta, el fundador del PRO salió a bancar a su nuevo protegido y comenzó a proveerle de recursos humanos para el último tramo de las elecciones 2023.
"El que lidera la propuesta de cambio es Milei y hay que tener la humildad de reconocer que la gente optó para conducir al cambio a Milei", afirmó el ex mandatario esta mañana en declaraciones a Radio Mitre, en el que garantizó "apoyo incondicional" contra el candidatoa presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, en el balotaje.
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Los miembros de la fórmula derrotada en las generales, Patricia Bullrich y el radical Luís Petri, dieron por inaugurado el apoyo masivo de dirigentes del partido amarillo al hombre de la motosierra. La excandidata presidencial ensayó un incómodo abrazo con Milei, previa reconciliación express, que incluyó archivar epítetos como "montonera asesina" y acusaciones como la de "poner bombas en jardines de infantes", en la casa de Macri en Acassuso. Ese encuentro ocurrido en la madrugada del miércoles fue protagonizado por Diego Santilli, quien llegó ahí engañado porque desconocía la presencia del libertario, su hermana y el potencial ministro de Interior de un gobienro de la LLA, Guillermo Francos. Esa situación enojó al exprecandiato a gobernador bonaeense, quien aún no se manifestó públicamente sobre su posición de cara al balotaje aunque se muestra cercano a la neutralidad de los gobernadores.
Macri arrastró con él, además de a Bullrich y Petri, a otros dirigentes amarillos con renombre y, en algunos caso, territorio: el ex candidato a gobernador bonaerense Néstor Grindetti, el jefe del bloque de diputados del PRO Cristian Ritondo y el senador nacional Humberto Schiavoni. Afirman desde este sector que habrá un pronunciamiento de 30 diputados del PRO en favor del acuerdo con el líder de LLA.
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El ambicioso crossover de Macri y Milei tuvo sus rechazos. El primero fue el del titular de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), Luís Barrionuevo, que había acordado con el líder de LLA un acuerdo de fiscalización que apenas supero el mes de vida. Sin embargo, el pacto transformó a Juntos por el Cambio - y fundamentalmente el PRO- en un tendal de heridos.
La ruptura con la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el Peronismo Republicano estaba anunciada, independientemente de los grados de explosividad en cada uno de los casos. En cuanto al PRO, se expuso la ruptura de hecho entre las fracciones denominadas "halcones" y "palomas". Estas últimas, referenciadas en el ex precandidato a presidente Horacio Rodríguez Larreta, los diputados nacionales María Eugenia Vidal y Diego Santilli, entre otros.
El jefe de Gobierno porteño saliente y la ex gobernadora no se expresaron por ninguna fórmula presidencial, aunque Rodríguez Larreta le pasó factura a Milei por sus reiterados insultos. Santilli, por su parte, demora la definición.
La furia de este sector con el otrora líder indiscutido del PRO se justifica en el apuro de pronunciarse por el candidato de la motosierra sin tratar de consensuar una postura con el resto del espacio. "Rompen todo sin avisar. Una locura", protestaron. "Lo peor es vestir a un loco para que termine siendo el jefe de la oposición. La oposición tiene que seguir siendo Juntos por el Cambio, es una locura regalarle toda esa construcción a el liderazgo de un loco", reconocieron a El Destape desde uno de estos sectores.
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Desde las autoproclamadas "fuerzas del cielo" juran y perjuran que el acuerdo no incluye el arribo de funcionarios macristas. En los medios, sin embargo, circularon nombres como el y de los exministros Javier Iguacel, Guillermo Dietrich, Germán Garavano y el extitular del Banco Central Guido Sandleris.
En la fatídica entrevista del jueves en A24, Milei concedió su beneplácito con algunos nombres que le barajaron como Mariano Flores Vidal, Damián Reidel y su siempre venerado Federico Sturzenegger, ex titular del Banco Central. En cambio, le cerró la puerta al ex ministro de hacienda Nicolás Dujovne.
Alguna voz del motosierrismo dejó entrever a El Destape que está en marcha la coordinación entre las dos tribus para reforzar la fiscalización, el déficit que antes, durante y después de las elecciones padeció el espacio de Milei.
Para erigirse en el jefe de campaña de un candidato de otro partido, Macri llevó adelante una serie de jugadas: instaló a su primo, el ex intendente de Vicente López Jorge Macri como candidato en la Ciudad de Buenos Aires para evitar un respaldo de Rodríguez Larreta al senador radical Martín Lousteau; arengó a Vidal para que vaya por la presidencia, para luego nutrir de su tropa a Bullrich. En ningún momento suspendió sus elogios a Milei mientras Juntos por el Cambio todavía estaba en carrera.
La estrategia tiene por objetivo la derrota de Massa. Lejos de aquella colaboración legislativa en los primeros años de gobierno de Cambiemos, el ex presidente lo pasó al bando de enemigos cuando bloqueó en la Cámara de Diputados de la Nación la ley de Blanqueo. A partir de ahí, el creador del PRO le apuntó siempre que pudo al líder del Frente Renovador, al que apodó "ventajita", lo caracterizó como "kirchnerista", lo tildó de "irresponsable y cínico" y le endilgó "habilidad para el mal".
El aguante en público de Macri a Milei vino a auxiliar al candidato, en un momento en el que la entrevista en A24 lo expuso nervioso y que registró una ruptura en Entre Ríos y versiones de un episodio similar - luego desmentido- en la provincia de Buenos Aires, además de la propia derrota del domingo. En cuanto a la aparición televisiva, desde las redes sociales mileístas trataron de justificar su irritación en base a una supuesta medida de fuerza gremial que generaba mucho ruido en el estudio.
Buscando retomar la calma, Milei hizo el tradicional sorteo de su dieta y volvió a tener una salida de campaña, donde visitó la fábrica Fel Fort. Esta bajada, al igual que la del jueves por el barrio porteño de Villa Ortuzar, tuvieron un carácter de cara a cara y no de las recorridas sorpresivas con multitudes."Estamos jugando la final. Vamos 1 a 1", afirmó una voz que está al tanto de la construcción mileísta.
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