María Eugenia Vidal abandonó la neutralidad y como todo terremoto, generó algunas réplicas pese a que la decisión se conoció, internamente, hace algunos días. Los vidalistas que quedaron en el universo de Patricia Bullrich no se mostraron alegres con la toma de posición. Tampoco los bullrichistas que vieron un álbum de figuritas desigual frente al coleccionado por Horacio Rodríguez Larreta. Esto abrió algunos interrogantes que seguramente terminen de develarse el 13 de agosto, de cara a las elecciones 2023.
La ex gobernadora argumentó su decisión en la amistad que comparte con Larreta, la experiencia y el trabajo constante. Cuestionó la división entre "halcones" y "palomas", entre "coraje" y "diálogo", por lo que pidió apostar por una figura que pueda tener ambas cualidades. Vio, en el jefe de Gobierno, a esa persona. Y así dejó de ser imparcial.
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Más allá del movimiento, lo interesante fueron las réplicas. Desde el bullrichismo se intentó contrarrestar la ola de apoyos, a último momento, para Larreta con cuestionamientos e interrogantes, por el momento, retóricos. Los más combativos dijeron tener a Lionel Messi en su equipo, en referencia a Patricia Bullrich.
¿Alcanzan, para ganar una elección, los acuerdos de cúpula y dirigenciales o el territorio pesa más? Eso se verá en las PASO. Para el larretismo, tanto acompañamiento, tanta estructura, debería generar una buena movilización de votos en favor del jefe de Gobierno. El bullrichismo celebra acercarse a la gente en lugar de apostar por fotos minúsculas.
Cristian Ritondo dejó en claro cuál será la postura abrazada por los halcones. "No importan los acuerdos internos o los apoyos sino lo que la gente elige y la gente quiere un cambio profundo y con fuerza. Por eso estoy seguro que el 13 la gente va a elegir a Patricia (Bullrich) para que lidere el CAMBIO que el país necesita", dijo el diputado.
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Juan Pablo Arenaza, jefe de campaña nacional de Bullrich, cuestionó a Vidal por sus constantes vaivenes políticos. Pero el más dolido, al menos en lo público, fue el propio Ritondo, una de sus figuras más destacadas. Según supo El Destape en boca de un dirigente con conocimiento de las charlas de mesa chica, el diputado conoció la decisión hace algunos días y no se lo tomó a mal. Pero mostró la necesidad de pronunciarse en contra por encontrarse dentro del armado bullrichista. Sin embargo, se aclaró que el 14 estarán juntos.
Más allá de los trascendidos, Ritondo se mostró abiertamente "decepcionado" por la decisión de su referente política. "Se lo dije personalmente días atrás. Me sorprendió también porque ella había dicho que se mantendría neutral ya que era lo mejor para el espacio", sostuvo el diputado. Lo cierto es que la ex gobernadora ya había manifestado que podría, eventualmente, hacer pública su posición. O sea, le dejó la puerta abierta al abandono de la imparcialidad.
Cristian trabajó con Vidal en la provincia, algo que él destacó. Pero a diferencia de la ex gobernadora, encontró la continuidad de esas acciones en el plan de Bullrich. "Por eso, gran parte de quienes trabajamos con María Eugenia, hoy acompañamos a Patricia y Néstor, porque consideramos que representan el tipo de liderazgo que el país y la provincia necesitan para el momento que vivimos los argentinos. Y Mauricio Macri también apoya esa idea", lanzó Ritondo.
El armado de Larreta
De la vereda de enfrente, el espacio larretista celebró la incorporación de otro peso pesado a su equipo, a la espera de, al menos, uno más. El porteño supo tener los apoyos de todas las figuras más sobresalientes de los partidos miembro de Juntos por el Cambio, de sus presidentes salvo el de su propio partido. El PRO, en nivel institucional, no se ubicó detrás de Horacio.
Por eso, Larreta tejió pactos políticos por fuera del partido amarillo. Ante la candidatura de Patricia Bullrich, titular del PRO, y la entrega de ese título a Federico Angelini, un macrista de Mauricio Macri, el porteño siempre supo que la construcción dentro de su espacio iba a ser muy difícil y buscó más allá de las fronteras propias.
Logró los apoyos de Gerardo Morales, presidente de la UCR que bajó su precandidatura para competir por la Casa Rosada; también de Elisa Carrió y el jefe de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, históricos aliados de Horacio. Pero, además, anotó los acompañamientos de Miguel Ángel Pichetto, por el peronismo republicano, de José Luis Espert por los libertarios, de Martín Lousteau por el radicalismo renovador y de Facundo Manes, del partido centenario con intenciones de ir por más.
Entre los candidatos clave para esta elección, capitalizó a Rodrigo de Loredo en Córdoba, logró que Claudio Poggi - la sorpresa en San Luis - mostrara su simpatía por él, espera algo similar de Ignacio Torres, el gran ganador de la última elección pre PASO, en Chubut y mantuvo neutralidades importantes en Corrientes, la CABA y Vicente López.
Falta saber qué hará Mauricio Macri. Un apoyo que no quedó claro que todos quieran. Hasta ahora, sus participaciones, sus apoyos, fueron para fórmulas que perdieron y el ex presidente es el dirigente político con más alta imagen negativa. ¿Conviene o no conviene? Tiene tiempo para decidir.