Elecciones 2023: El enojo con la política, el factor clave que puede definir los comicios

En base a los datos que surgen en los focus groups, los encuestadores sostienen que el malestar con la política será clave en esta elección. De ahí la baja intención de voto que hoy muestran las principales coaliciones y el ascenso de Milei. La gente engloba como "corrupción" hechos tales como que los políticos tengan chofer o puedan nombrar asesores. Los números de los últimos sondeos.

26 de febrero, 2023 | 00.05

El enojo con la política, más que la desilusión o el desinterés, parecería ser el sentimiento con el que una buena parte de los electores irán a las urnas durante este año, según surge de los focus group que vienen realizando las principales consultoras. Como es de suponer, ese enojo está más orientado hacia el oficialismo que a la oposición. Por eso es que algunos funcionarios como el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, hablan de "los dos oficialismos" entre los que habrá que elegir, recordando que el macrismo se fue hace muy poco de la Casa Rosada dejando un desastre a sus espaldas. Prueba de este descontento es que en la encuesta que cerró esta semana la consultora Opina Argentina las dos principales coaliciones sumadas no llegan ni al 60% de intención de voto cuando en las elecciones de 2019 arañaron el 90%.

Según el trabajo de la encuestadora de Facundo Nejamkis, Juntos por el Cambio (33%) y el Frente de Todos (26%) mantuvieron los porcentajes de enero, un 59% entre los dos. En cambio, los que subieron fueron los apoyos a Javier Milei (19%) y los indecisos (11%), dos puntos cada uno. Más enfocado en su prédica "anticasta" que en la venta de órganos, Milei es quien vuelve a cosechar los frutos del enojo del votante. Un poco diferente resulta el reparto de apoyos cuando en la medición se incluyen a algunos de los principales postulantes de cada coalición. 

En ese escenario, Juntos por el Cambio llega al 38% con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich casi empatados y los radicales Gerardo Morales y Facundo Manes bastante más atrás. Cristina Kirchner no fue incluida en la medición de postulantes del Frente de Todos, con lo que Sergio Massa le sacó amplia ventaja a Eduardo "Wado" de Pedro. Tampoco entraron en el sondeo el presidente Alberto Fernández ni el embajador Daniel Scioli, quien esta semana anunció su intención de postularse a las PASO. 

Como era de suponer luego de la última medición del Indec, la inflación volvió a crecer como principal preocupación de los argentinos. El dato rompió la curva descente que venía mostrando en los últimos cuatro meses, coincidiendo con la llegada de Massa a Economía. En el segundo lugar de las preocupaciones volvió a quedar la corrupción, también en crecimiento: subió en los últimos cuatro meses desde el 17 al 24% como segundo principal problema que el Gobierno debería solucionar.

Este dato, que aparece en todos los sondeos, fue el disparador que llamó la atención del consultor y analista político Raúl Timerman. En un Gobierno que prácticamente no tuvo denuncias de corrupción, a la gente le urge que solucione ese problema. En los focus groups que realizó junto a Shila Vilker de la consultora Trespuntozero preguntaron sobre esta cuestión en particular y se sorprendieron con las respuestas.

Lo que la gente incluía en el rubro "corrupción" tenía que ver con lo que calificaban como "privilegios" de los funcionarios: que se fijaran sus propios salarios, que pudieran contratar asesores, que viajen en auto con chofer o que vuelen en primera clase. Casi podría decirse que lo que irrita es el funcionamiento habitual de la actividad política. Los funcionarios judiciales también caen en la volteada. 

Este enojo se potenció durante la pandemia. "La gente percibió que la clase política no se solidarizaba con ellos", explicó Timerman en diálogo con El Destape Radio. Una sensación potenciada por el escándalo que buscaron armar desde los medios opositores con el supuesto "vacunatorio vip" y la foto del cumpleaños en la quinta de Olivos. Milei fue el gran receptor de la bronca y pasó de haber sacado el 17% en CABA y 7% en la provincia de Buenos Aires en las últimas elecciones legislativas a este 19% que muestra hoy a nivel nacional. Esos apoyos en un 65% provienen de Juntos por el Cambio pero también en un 35% del Frente de Todos. Además, muchos de los jóvenes que votarán por primera vez. 

La bronca con la clase política con la pandemia castiga principalmente a los dirigentes oficialistas, algo que puede percibirse en la tabla de imágenes positivas y negativas. Es un dato que se corroboró especialmente en las elecciones celebradas en América Latina, la región del mundo donde se produjo el mayor porcentaje de victorias opositoras. Seguramente tiene que ver con un manejo deficiente de la situación sanitaria y económica en el continente más desigual del planeta. El discurso que propone Rossi, al hablar de "dos oficialismos" que se enfrentarán este año, podría servir para emparejar rechazos. "La adhesión a Milei aparece ahí más como reacción emocional que racional, no quiere decir que sus votantes sean libertarios",  sostuvo Timerman. 

Obviamente, si pretende llegar con posibilidades al momento de la elección, el Gobierno debe estabilizar la inflación y al menos ofrecer una esperanza de recuperación del poder adquisitivo de los salarios para que la gente se le vaya un poco el enojo acumulado. Aún así, la irrupción de una tercera fuerza consolidada prácticamente asegura que la elección se definirá en ballotage, un dato clave para decidir los candidatos. Sucede en ambas coaliciones: los mejor posicionados para ganar las PASO luego son quienes tienen más floja performance en una eventual segunda vuelta, dada la dificultad de captar al electorado más moderado.

Ese interrogante las últimas veces el peronismo lo resolvió designando dos postulantes moderados: Daniel Scioli y Alberto Fernández. Pero la dificultosa experiencia de la actual de gestión obligan a repensar el esquema, con la necesidad de que surja alguien que represente a la mayoría de la coalición. Más todavía si se tiene en cuenta que todo indica que esta vez la clave no será el votante "blando" sino el "enojado". 

 "Cristina Kirchner hoy duplica la intención de voto de todos los otros precandidatos del Frente de Todos sumados", sostuvo Timerman. Si Cristina mantiene su negativa a participar, entonces tendrá que surgir alguien desde el sector cristinista que la represente cabalmente y que luego, en caso de resultar electo en las PASO, aparezca con posibilidades de seducir también al elector moderado. "La clave de la escena electoral 2023 estará en retener los votos propios pero, principalmente, en capturar los electores que están hoy 'saltando' de los dos grandes espacios. El que mejor gestione el enojo llegará mejor pertrecho", concluyeron Timerman y Vilker en su último estudio.