En su reaparición después de dos meses, la vicepresidenta Cristina Kirchner puso foco en la injerencia del FMI y sus planes inflacionarios como principal responsable de la situación económica. En esa línea, Cristina elogió que el ministro y candidato Sergio Massa le hablara con la verdad a la gente y explicara que el Fondo lo había obligado a devaluar, con la consecuente suba de precios. El rechazo al organismo internacional se mantiene alto entre los argentinos, que conocen bien el resultado de las políticas fondomonetaristas. La vicepresidenta también apuntó a lo que denominó "la casta de los economistas", seguidores de las mismas recetas ortodoxas que ahora se pretenden vestir de novedosas.
Con todo, la vice aceptó que debía haber cambios en el funcionamiento del Estado, cuyas deficiencias permiten que los candidatos de derecha y de la ultraderecha lo pongan como blanco. Igual que lo viene haciendo Massa, planteó que debía garantizarse que hubiera clases en las escuelas públicas y recordó que, en algún momento, cuando fue presidenta también criticó los paros docentes a repetición. Añadió que se debía discutir el acceso a la salud y a la vivienda, cada vez más dificultoso. "Ya no es tener una casa, ya no se puede ni alquilar", advirtió. Querer vivir mejor, acceder a mejores condiciones de vida, aclaró, no era algo de derecha ni de izquierda. "Es casi peronista", ironizó.
La presentación de la reedición del libro "Después del derrumbe: conversaciones de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner" en el auditorio de la UMET, donde compartió la mesa con Pedro Rosemblat, le vino perfecto a Cristina para plantear algunos de los temas que la obsesionan porque son repetitivos en la economía de los últimos años. tanto que algunos ya estaban planteados en ese libro que se publicó hace 20 años, graficando lo que sucedía a la salida de la crisis terminal de 2001 y el inicio del período de recuperación que representó el kirchnerismo a partir de mayo de 2003. Entre los problemas de entonces y de ahora está el endeudamiento con el Fondo, ahora incluso más grave que entonces por el monto en juego.
La encuesta de la Celag conocida esta semana que ubicó a sólo un punto a Massa de Javier Milei, dando como prácticamente un hecho que habrá segunda vuelta en noviembre, incluyó un apartado sobre el FMI. La opción "Las instrucciones del FMI condicionan la política económica y empeorarán aún más la crisis" fue sostenida por el 64,8% de los encuestados mientras que los que eligieron "Las instrucciones que da el FMI son la única forma de estabilizar la economía" fueron apenas el 32,2%, casi el mismo porcentaje de intención de voto de Milei. Por eso, que los medios opositores adviertan que con las últimas medidas Massa está incumpliendo con las metas pactadas con el organismo, más que perjudicarlo lo estarían favoreciendo. La gente tiene claro que los condicionamientos del Fondo siempre son para peor.
"Esta es la situación actual: tenemos una economía bimonetaria, un alto nivel de endeudamiento en dólares y al FMI imponiendo planes inconsistentes para el bienestar de la Argentina pero muy consistentes para que, el día de mañana, apoderarse de todos nuestros recursos naturales", advirtió CFK en el evento organizado por la Escuela Justicialista Néstor Kirchner. Hubo unas 500 personas que llenaron las plateas pero muchas más que siguieron el mensaje a través de la pantalla gigante ubicada sobre calle Sarmiento. La vicepresidenta salió luego a decirles algunas palabras.
Algo en lo que viene insistiendo CFK en todas sus últimas apariciones es el carácter inflacionario del acuerdo con el Fondo que obliga a una actualización mensual del valor del peso por encima del índice de inflación. En la lógica del staff del organismo, esa devaluación en pequeñas dosis serviría para mantener el peso competitivo, fortalecer las exportaciones y desalentar las importaciones. Pero que el Fondo no comprende que en una economía bimonetaria la devaluación se traslada inmediatamente a los precios, haciendo subir la inflación y obligando a devaluar más al otro mes, con lo que se genera un efecto bola de nieve. En anteriores charlas mostró gráficos acerca de cómo se disparó la inflación luego de la renegociación del acuerdo.
La vicepresidenta consideró un "gran decisión" que el ministro de Economía hubiera resuelto ir con la verdad y explicarle a la gente que el 22% de devaluación aplicado el lunes posterior a las PASO fue una imposición del FMI para acceder al desembolso de 7.500 millones de dólares ya comprometido. En las entrevistas, Massa además detalla que el organismo planteaba que debía unificar el tipo de cambio oficial con los dólares financieros, lo que hubiera representado un salto del 100% con el consecuente salto en los precios.
El ministro luego tomó medidas para compensar las consecuencias de ese desbarajuste en el poder adquisitivo de trabajadores y jubilados. Además, incorporó a su mensaje la idea de pagarle lo adeudado al Fondo y sacarlo del país, tal como hizo Kirchner en su momento. "El FMI nos tiene que dar viabilidad interna para que la Argentina sea sustentable porque ¿se puede cumplir internacionalmente si la Argentina se destruye?", se preguntaba Néstor Kirchner antes de asumir la presidencia en aquel diálogo con Di Tella que quedó plasmado en el libro vuelto a editar.
Otro de los ejes del mensaje de Cristina relacionado con la campaña tuvo que ver con lo que denominó la "casta de los economistas", para contraponer a la casta política con la que machaca Milei. "Han tenido un rol fundamental en el modelo neoliberal y en los últimos 40 años de la Argentina", definió Cristina, etapa que ubicó con la llegada de Alfredo Martínez de Hoz a la conducción económica de la dictadura militar. "Desde 1976 hasta hoy hay tres cuestiones claves: Endeudamiento, FMI y casta de economistas", afirmó. Allí ubicó a quienes se encargaron de estatizaron la deuda privada durante la dictadura: Domingo Cavallo -admirado por Milei- y a Carlos Melconian, futuro ministro de Economía en caso de que la candidata de Juntos por el Cambio llegue a la Casa Rosada. Nada más lejos de lo nuevo.
Cristina se mostró convencida de la necesidad de hablar de estas cuestiones para que la gente se entere de la verdad. "Algunas decisiones tal vez no se entienden, pero hay que mirarlas en perspectiva. Necesitamos que cada argentino y argentina tome conciencia de los problemas que estamos teniendo. No se decide libremente si no se sabe la verdad. Si te mienten y te engañan vas a ser más esclavo que nunca", planteó. Explicó su reaparición en público en ese contexto. "No me voy a callar nunca", concluyó su mensaje ante la militancia que la esperaba en la calle.