Las elecciones de este domingo para elegir gobernador en Chubut serán las últimas antes de las PASO, algo que les dará un carácter especial más allá de que las cuestiones nacionales estuvieron lejos de la discusión de campaña. En Juntos por el Cambio se ilusionan con la posibilidad de que el joven senador macrista Ignacio "Nacho" Torres dé el golpe, por lo que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich ya confirmaron su presencia en el búnker y esperan mejor suerte que la semana pasada en Córdoba. Desde Unión por la Patria estarán expectantes al desempeño del intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, que buscará retener la gobernación para el peronismo. Un dato al que también se le prestará atención será al nivel de participación, que viene en baja y preocupa de cara a las primarias del 13 de agosto.
El gobernador Mariano Arcioni no se presentará a la reelección y se ubicó como segundo candidato en la lista nacional al Parlasur. Junto con el salteño Gustavo Sáenz podría ser considerado el mandatario más cercano a Sergio Massa. Pero los muchos cuestionamientos a su gestión lo obligaron al paso al costado y el peronismo y el Frente Renovador se unieron para apoyar la candidatura de Luque, quien maneja la ciudad más importante de la provincia. Justamente, Luque basó su campaña en su experiencia de gestión, en contraposición a su joven adversario. "La situación de la provincia no resiste ninguna especulación ni gente sin experiencia para resolver los problemas tan graves como los que tenemos", machacó.
Además, trató de despegarse todo lo posible de la gestión de Arcioni. "No tengo nada que ver con su gobierno, no aporté ningún funcionario al gabinete", se preocupó en aclarar. Con los votos de Comodoro más los Puerto Madryn -segunda ciudad de Chubut a la que pertenece el vicegobernador y candidato a reelegir Ricardo Sastre-, espera edificar el triunfo electoral del domingo y mantener para el peronismo y sus derivados una provincia que gestiona desde hace 20 años, desde la primera victoria de Mario Das Neves, en 2003.
Chubut integra el lote de provincias menos pobladas: el padrón cuenta con menos de medio millón de votantes, el 1,3% del padrón nacional. Pero la posibilidad de que la administración cambie de manos le da una trascendencia especial y en Juntos por el Cambio los mata la ansiedad. "Hay chances de dar el batacazo", aseguró el candidato Torres, que hizo su campaña con críticas a Arcioni y contra el "clientelismo", al que sumó también al gobierno nacional. Rodríguez Larreta y Bullrich buscarán por fin tener una foto de unidad en un escenario ganador, algo que les quedó atragantado el domingo pasado en Córdoba capital. El pituquitos team busca la revancha.
Se conocieron dos encuestas en la última semana. Una de Zuban Córdoba que dio ganador a Luque y otra de TresPuntoZero que puso arriba a Torres, en ambos casos por una diferencia de alrededor de tres puntos. Todo indica que será una elección pareja. También hay indicios que, como ocurrió la semana pasada en Córdoba, podría registrarse una baja participación, posibilidad potenciada por el fin de semana largo en la provincia y el fin de las vacaciones de invierno. Es uno de los temas que preocupan en el búnker nacional de Unión por la Patria, que buscan la manera de combatir el ausentismo. Entienden que se ubica principalmente en las clases populares, donde está el fuerte del voto peronista.
"Los partidos no se salen a definir en los segundos tiempos, se salen a buscar desde el primer minuto", arengó Massa en el escenario montado en el Superdomo en La Rioja antes miles de personas. Desde el comando de UP buscan movilizar a la militancia con la idea de una campaña calle por calle para persuadir a ese votante poco convencido de ir a votar el domingo 13, desencantado por un gobierno que lo decepcionó. En la estrategia trazada por Massa es fundamental ser el candidato más votado individualmente en las PASO porque de esa forma entiende que se posiciona como probable ganador en octubre y, con eso, además, garantiza la gobernabilidad del país hasta el fin del mandato.
En cada aparición, Massa vuelve sobre el mismo punto, como lo hizo en cada acto de la gira que cerró este sábado por el norte del país. El ministro-candidato se mostró exultante en San Juan luego de haber sellado el acuerdo con el FMI que persiguió por más de dos meses. En definitiva, consiguió no realizar la fuerte devaluación que le reclamaba el staff del organismo y que probablemente hubiera resultado letal para sus chances. Ahora, con la situación financiera encaminada, tendrá por delante dos semanas de campaña intensa en la que van a verse más recorridas por el interior, intercaladas con los diálogos mano a mano con vecinos del Conurbano, operarios de una fábrica o empleados de un comercio, lo que sea que pueda generar ese vínculo emocional al que apunta los asesores en el búnker de Unión por la Patria y que movilice al elector propio para ir a votar en las PASO.
"Podríamos decir que recién ahora empezó la campaña para nosotros", resumía un integrante de la comitiva que acompañó a Massa. Por primera vez, compartió un viaje con su compañero de fórmula y jefe de gabinete, Agustín Rossi, y con el ministro del Interior y jefe de campaña, Eduardo "Wado" de Pedro. "No queremos volver a un pasado en el que nos endeudaron y del que todavía la oposición no dio explicaciones", sostuvo Rossi. El acompañamiento de los gobernadores, que fueron claves para ungir a la fórmula de unidad, fue otra de las novedades. Reunieron varios miles de personas en San Juan, La Rioja y Tucumán, que se jactaban de ser los más grandes de la campaña hasta el momento.
La idea de ir hacia "adelante" y "avanzar" frente a una oposición que busca retroceder en el tiempo será uno de los ejes del mensaje en los días que quedan. Bullrich ayudó muchísimo con su propuesta de acudir nuevamente al FMI para pedirle un "blindaje", una referencia directa al gobierno de Fernando de la Rúa del que formó parte. "Ellos hablan de orden, pero son los que le desordenaron la vida a millones de argentinos. Nosotros somos los que estamos haciendo lo posible por ir a un país ordenado, que es un país que crece con trabajo, con más educación y más producción", explicaban en el entorno de Massa