María Eugenia Vidal y Elisa Carrió se dedican mensajes de cariño señal de una relación cercana de cara al armado de un sector de Juntos por el Cambio para las próximas elecciones 2021, el de Horacio Rodríguez Larreta. La duda es si las declaraciones de amor son cien por ciento sinceras o no. Allegados a la líder de la Coalición Cívica aseguran que sí pero dicen no saber si es recíproco. Desde el núcleo de la ex gobernadora analizan que es un cincuenta – cincuenta: un “te quiero” sincero mezclado con estrategia política. Algunos entienden que también es una cuestión de contención.
Posiblemente Vidal esté el jueves en Centro de Convenciones de la Ciudad, donde Mauricio Macri presentará el libro que lleva su firma, “Primer tiempo”. Los dirigentes y dirigentas de Juntos por el Cambio fueron invitados y, más allá de las diferencias, será difícil zafar de la cita. Habrá que ver si la ex gobernadora bonaerense devolverá la gentileza y lo convocará a la presentación de su propio texto, que demoró su salida a la luz por culpa del ex presidente.
El libro de Vidal debería salir en la primera quincena de abril. Estaba pronosticado para marzo pero el de Macri arruinó los planes. Si bien aún no se cerró la difusión del texto, desde su entorno creen que la dirigenta no hará una presentación política como la del fundador del PRO. Lo que sí, el escrito será la excusa para retomar los medios de comunicación después de más de un año de silencio.
Mientras tanto, María Eugenia Vidal se concentra en dar clases en la Universidad, algunos analizan que está transitando un tiempo de reflexión personal y que a veces está en la rosca pero otras veces no. Sus apariciones, de momento, fueron más que nada reservadas. Sin embargo, los últimos tres lunes fue la docente de un curso de “Gestión de Políticas Públicas” en el Instituto Hannah Arendt, de Elisa Carrió. Con alrededor de 300 inscritos, generalmente militantes o paridarios al PRO, Vidal se encargó de contar cómo recibió la provincia, algunas cosas que realizó durante su gestión – con foco en la seguridad – y lo difícil que es comandar el territorio más extenso y poblado del país.
En la primera clase estuvo Carrió, que le dio la bienvenida. “Te quiero”, fue lo primero que le dijo y Vidal le respondió: “Yo también, qué lindo verte”. Sin filtros, con la capacidad de decir lo que tiene ganas, cuando tiene ganas, la líder de la Coalición Cívica dejó mucha tela para cortar. Aseguró que Vidal “es una persona entrañable de mi vida. Obro por sentimientos, pero también por razón y me parece que ha sido una excelente gobernadora”.
Carrió dijo tener una “profunda y sincera esperanza” en Vidal. “Estamos todos juntos pero nosotras estamos convencidas que hay que superar la grieta, que sólo la no violencia y la unidad de todos los argentinos puede salvar a la República Argentina. No queremos la violencia, de un lado ni del otro. No queremos extremos. Ni las prepotencias de unos ni los bolsos de otros”, agregó. Ambas están encolumnadas detrás del armado de Rodríguez Larreta, con un sentido más aperturista y dialoguista que el de Macri – Patricia Bullrich.
¿Vidal presidenta 2023?
“Tengo una debilidad para que esta mujer sea un día presidenta de la Argentina. Puede venir primero Horacio, es muy joven ella pero yo tengo ese sueño (…) tenemos que cuidarla porque demasiadas lastimaduras no es bueno para el futuro de la nación”. Agregó una Carrió sin flitros. Para Lilita, “el pueblo de la provincia fue injusto con ella y también el Gobierno nacional de Macri que le sacó recursos con acuerdos de (el entonces ministro del Interior, Rogelio) Frigerio con otras provincias”.
Carrió, hoy alejada de los cargos públicos, mantiene el control del bloque de la Coalición Cívica en Diputados. Aseguran que hace lo mismo que hacía antes: se reúnen – ahora de forma virtual – y señala el camino a transitar sin tener que ir al Congreso. Dicen que en el último tiempo la pasó mal por la mala onda de otros para con ella y de ella para con los otros. “Yo ya no tengo autoridad, los míos se me ríen. Todos me dicen que me quieren y con el cuento de que me quieren ya nadie me hace caso”, acusó en ese diálogo casi íntimo con Vidal.
La ex gobernadora de la provincia le devolvió las muestras de cariño al asegurar que “Lilita fue un gran soporte, un gran sostén no sólo porque estuvo cerca sino porque era alguien, tal vez una de las pocas políticas en la política Argentina, que yo sabía que habían transitado un camino peor que el mío. Ella es el recordatorio de no apartarnos de ese camino. Gracias, Lilita”.
En su curso, Vidal se concentró en mostrar lo difícil de gestionar la provincia de Buenos Aires. “Es la provincia más desafiante de la Argentina. Si al país le va bien, a la provincia le va bien y si a la provincia le va bien tiene un impacto muy grande. No se puede pensar en la mejora nacional sin involucrarse con provincia”, analiza.
Entre los desafíos, mencionó la superficie del territorio bonaerense, el tamaño de la organización, la enorme población y que hubo ”28 años de continuidad del peronismo y nunca había habido una mujer”. Además, hizo foco en los problemas de gestión, económicos y lo rígido que es el sistema provincial para distribuirlos. Entre ellos, mencionó la coparticipación. “Por estos temas económicos, se profundizó el déficit de infraestructura. Arreglar lo que estaba roto, iba a tomar 50 años con el ritmo de recaudación”, analizó.
Sobre la coparticipación, aseguró que Macri tuvo la intención de cambiar la ecuación. “Esto no le gustó nada a todos los gobernadores del interior del país, la mayoría de ellos peronistas”, y en el presupuesto hubo una “enorme presión para que la provincia y la ciudad se hicieran cargo de los subsidios de los servicios” como “condición para aprobar el presupuesto. Muchos de los que hoy hablan de la provincia, gobernaban cuando la provincia llegó a su punto más bajo de la coparticipación y desde sus bancas votaban” para que tuviera que afrontar más gastos.
Al igual que el resto de Cambiemos, Vidal hizo mucho foco en su gestión con la policía bonaerense. Nuevamente, el eje de la seguridad en el centro del discurso de la oposición de cara a las elecciones. Ya lo hicieron Patricia Bullrich, Cristian Ritondo, Elisa Carrió y Diego Santilli.
Vidal todavía no decidió si jugará en la política este año o en 2023. “Habrá que convencerla”, dicen desde su entorno. Una presentación suya podría acomodar las figuras en la provincia o en la Ciudad. Este último distrito podría preocuparle a Patricia Bullrich, de quien se especula una postulación para este año, ya que la competencia de Vidal podría hacerle mucha sombra. Por lo pronto, el jueves podrían volver a verse las caras en la presentación del libro de Macri.