"Conurbano, Conurbano, Conurbano", respondían en el entorno de Alberto Fernández sobre el objetivo de las últimas 48 horas de campaña, que pueden resultar clave en la búsqueda de convencer a los últimos indecisos. Mantendrán el esquema de visitas a municipios de la Primera y Tercera Sección Electoral con recorridos por emprendimientos pymes, obra pública en marcha, encuentros cara a cara con grupos reducidos y también alguna charla con quienes el domingo harán de autoridad de mesa, visitas que demandan entre cuatro a cinco horas. El cierre será el jueves en Merlo para el que ya no se anticipa una gran movilización sino un acto "normal". Lo más probable era que la vicepresidenta Cristina Kirchner -aún convaleciente de su intervención quirúrgica- no participe, aunque tampoco se la descartaba por completo. Era posible que subiera a las redes un video de apoyo.
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Si las últimas encuestas mostraron que las elecciones son cada vez más difíciles de predecir, ésta en la provincia de Buenos Aires todavía lo es más porque se trata de convencer gente para que vaya a votar. De los casi 10 millones de bonaerenses que participaron de la elección a gobernador en 2019, en las PASO de septiembre concurrieron 8.435.000. Es decir, más de un millón y medio de electores que tranquilamente podrían revertir el resultado dado que la diferencia entre Juntos y el Frente de Todos fue de 356.000 votos. En el oficialismo entienden que entre los ausentes hay mayoría de ex electores, pero también saben que si no participaron de las primarias fue porque les faltó motivación, cosa que ahora no saben si tendrán.
De ahí que el esfuerzo final del Gobierno esté centrado en las secciones electorales donde viven la mayor parte de esos electores enojados, que los encuestadores ubican principalmente como jóvenes de clases populares. La candidata Victoria Tolosa Paz todavía no consigue reunir la misma intención de voto que el Frente de Todos como coalición, por eso se decidió que en los últimos días se la viera acompañada por los principales referentes del oficialismo: el Presidente, el gobernador Axel Kicillof, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y muchos intendentes y referentes locales.
Municipio por municipio
Alberto Fernández también siguió el camino trazado desde el comando de campaña. Bajadas al territorio siguiendo un recorrido preciso en el que buscan resaltar emprendimiento locales exitosos, comercios que empiezan a salir del parate, presencia del Estado en obra pública y la actitud de "escucha" en los mano a mano con grupos de vecinos. "El Presidente está muy contento con eso", comentaban sobre el resultado de estos diálogos, una especie de focus group personal. Todo en actitud "sí", en clave positiva de la post pandemia.
Desde el comando de campaña no anticipan en qué localidades aparecerá el Presidente para evitar que todo se convierta en una gran conferencia de prensa. "Imaginate lo que podría ser con todo lo que están tratando de inventar o agrandar. Un día lo de Córdoba, otro día lo de Ramos Mejía. El Presidente no podría hacer ninguna actividad tranquilo", comentaba un integrante de su entorno. Por eso, sin precisar en qué municipios andará, sólo adelantaban que serán localidades de la Primera y Tercera Sección como en los últimos días. La única novedad será que también habrá contactos con quienes serán autoridades de mesa para agradecerles por anticipado el rol que cumplirán el próximo domingo.
El jueves se hará el acto de cierre en Merlo, que fue mutando de forma. El sábado pasado estaba pensado como un cierre nacional con la presencia de gobernadores y candidatos de todo el país, que debió pasarse para el jueves por la operación de la vicepresidenta. Ahora será sin gobernadores ni sus candidatos, que se quedarán en sus distritos para los cierres locales. De hecho, el cambio pega más con la consigna original del comando que planteaba que cada provincia y cada municipio era una elección diferente, descartando el planteo previo a las PASO de que esta elección era un plebiscito de la gestión de Fernández. Eso salió mal, así que optó por apostar a la localía.
Pero el clima tampoco da para una movilización multitudinaria como la que se pensó en un primer momento. "Va a ser un acto normal, como fueron los últimos en Nueva Chicago y Morón", comentaba un dirigente que trabaja de la organización del encuentro. El orador de fondo será el Presidente y lo acompañará la plana mayor del Frente de Todos. Se daba como casi un hecho que Cristina Kirchner no estaría en condiciones de asistir, pero en su entorno no lo daban por descartado. En caso de no concurrir, era posible que enviara un video de apoyo con un breve mensaje.