En medio de un juicio por delitos de lesa humanidad, abogados de represores celebraron el triunfo de Javier Milei en las elecciones presidenciales. "Hermosa mañana, ¿verdad?", se rieron, recordando la famosa frase de Guillermo Francella. Así se saludaron los abogados de condenados e imputados por crímenes de la última dictadura cívico-militar Gonzalo Miño y Sebastián Olmedo Barrios en una audiencia.
Se trata del saludo que Francella tira al viento de la Costa Atlántica en la película "Los bañeros más locos del mundo" y que se convirtió en meme y festejo cuando gana alguien o un club por el que se simpatiza. Esa frase fue utilizada por dos abogados defensores de represores durante el comienzo de la audiencia en el juicio que revisa los crímenes sucedidos en los centros clandestinos “1 y 60” y Comisaría 8va, de La Plata.
"Buenos días, doctor Olmedo Barrios, hermosa mañana", dijo el abogado Gonzalo Miño desde su despacho al comienzo de la audiencia 19 del juicio de lesa humanidad que se llevó a cabo esta mañana en territorio platense. "Herrrrrrmosa mañana, doctor Miño", le devolvió sonriendo su socio Sebastián Olmedo Barrios, según se desprende desde un video de Zoom que se filtró. La presidenta del Tribunal Oral Federal número 1 de La Plata, Karina Yabor, se sorprendió.
La transmisión la realizaban los medios comunitarios La Retaguardia y Pulso Noticias. Luego hubo un llamado de atención de la abogada Guadalupe Godoy a la jueza. La audiencia continuó con testimonios de víctimas Julio Pino Cabezas y Luis Pino Arandiz.
Olmedo Barrios y Miño defienden a fuerzas militares y de seguridad durante el genocidio de la última dictadura en los juicios que se les siguen por secuestros, torturas, asesinatos, desapariciones, robo de bienes, robo de bebés, abusos sexuales. Según comunicó el diario Página 12, ante la Justicia federal de La Plata, Olmedo Barrios y Miño comparten la defensa de Ismael Verón, Enrique Welsh y Alberto Crinigan, tres de los 18 acusados por el secuestro y las torturas de casi 300 personas en “1 y 60”, el campo de concentración que funcionó en la Dirección de Infantería y el Regimiento de Caballería de la Policía Bonaerense, y la Comisaría 8va, que también funcionó como centro clandestino durante la última dictadura.
"Crinigan es un viejo conocido de Villarruel, quien escribió uno de los capítulos del libro La Nación dividida. Argentina después de la violencia de los 70, obra compilada por el agente de inteligencia del Ejército", reveló Página 12. Olmedo Barrios es un histórico abogado de condenados e imputados por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura cívico-militar. Una de sus apariciones públicas más recientes fue en el acto negacionista que Villarruel realizó en la Legislatura porteña en septiembre pasado.
Miño, por su parte, es un ferviente defensor de “militares, policías y agentes del Estado acusados de ser autores en casos, bien o mal llamados de lesa humanidad”, como lo presentan en este documento en su homenaje publicado en “Prisionero en Argentina”. El sitio suele publicar textos de genocidas condenados, como Jorge “Tigre” Acosta. Años atrás defendió a especímenes pesados del terrorismo de Estado, como el ex jefe del Segundo Cuerpo de Ejército Ramón Díaz Bessone o Fernando Manuel Saint Amant, jefe del área militar 132, hoy ambos fallecidos.