El ministro de Economía, Sergio Massa, se reunió por primera vez con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Antes, mantuvo en Washington un encuentro con la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, y su asesor David Lipton, en la sede del organismo. "Muy buena", respondió Massa ante la consulta de periodistas sobre el resultado del encuentro, al salir del imponente edificio ubicado en la Avenida Pennsylvania al 1500, cerca de la Casa Blanca.
Se trata de un encuentro fundamental, ya que se espera que las reuniones concluyan con un "staff agreement", que utilizará el directorio del Fondo para discutir la aprobación del próximo desembolso por US$ 4.100 millones. Finalizado esta negociación con el FMI, Massa se abocará a trabajar en la deuda con el Club de París. A finales de mayo, Argentina obtuvo una prórroga que estipuló un plazo para un nuevo acuerdo con la entidad pactado para el 30 de septiembre.
Según se consignó, en la reunión previa con Yellen y Lipton se trataron ejes para el crecimiento y desarrollo de la Argentina. Además, analizaron el contexto global y los desafíos que representa la guerra para el mundo y para nuestro país en particular. Es el último tramo de la agitada agenda que mantuvo Massa en el país norteamericano.
Por otra parte, abordaron la agenda de seguridad alimentaria y energética, el acuerdo AFIP e IRS para la aplicación de la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras, y los avances de cara al cierre de la próxima etapa de trabajo con el FMI.
El ministro estuvo acompañado por el secretario de Política de Programación Económica, Gabriel Rubinstein; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; el jefe de asesores del Ministerio, Leonardo Madcur; el director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y coordinador de las relaciones con los organismos, Marco Lavagna; y el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello.
Del lado estadounidense, Yellen y Lipton estuvieron flanqueados por Michael Kaplan, secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental; y Andy Baukol, subsecretario de Asuntos Internacionales.
La fábrica de dólares
El exitoso debut del "dólar soja" y la ayuda del préstamo del BID cambiaron el panorama para el Banco Central en el momento justo. La autoridad monetaria argentina logró acumular más de 1.000 millones de dólares de reservas en la última semana y se acerca a cumplir con la meta pautada con el Fondo Monetario Internacional para la segunda revisión del acuerdo.
En la última semana, el BCRA compró un total de 1.044 millones de dólares en reservas netas. De este modo, logró revertir la tendencia de agosto, cuando estas cayeron en casi 1.100 millones, según cálculos del centro de estudios GERES.
La causa, claro está, fue la liquidación de la cosecha de la soja con el nuevo dólar a 200 pesos que lanzó Massa el domingo de la semana pasada, justo antes de irse a Estados Unidos. En sus primeros cinco días, el "dólar soja" impulsó que productores y cerealeras liquiden 4,3 millones de toneladas por un total de unos 2.200 millones de dólares. A comparación, en todo agosto, bajo el esquema 70/30 lanzado por el propio Banco Central, se habían comercializado 1,8 millones de toneladas, menos de la mitad.
El acuerdo del Ministerio de Economía con las cerealeras es que hasta el 30 de septiembre, día en el que vence la medida, se liquiden al menos 5.000 millones de dólares. ¿Cuántas reservas se acumularían en ese caso? En verdad, esto es algo difícil de estimar y los economistas se resisten a dar una cifra concreta.