El presidente Alberto Fernández pidió “canjear deuda externa por acción climática”, en el marco de la segunda sesión plenaria de la jornada final de la Cumbre de Líderes del G20, cuya temática fue "Cambio Climático y Medio Ambiente". Se trata de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que contrajo Mauricio Macri de la que Gobierno nacional quiere evitar los sobrecargos y llegar a un acuerdo sostenible. En este sentido, el jefe de Estado presentó una propuesta en la que se plantea un canje de deuda para financiar acciones climáticas. Fernández remarcó que “la justicia ambiental requiere justicia financiera global” y que “sin financiamiento sustentable no habrá desarrollo sustentable”.
La propuesta del presidente fue basada en una declaración conjunta del Ministerio de Agricultura argentino y productores privados que plantea que Argentina es un acreedor del cambio climático y no un deudor. Y en esta problemática mundial “hay países que tienen una responsabilidad histórica y actual por la degradación ambiental y son ellos los que deben liderar el proceso de mitigación, así como proporcionar los medios económicos para que otros se adapten”. En este sentido, un informe del Banco Mundial de 2018, reveló que casi el 60% de los gases de efecto invernadero fueron emitidos por solo cinco países, mientras que Argentina solo representó el 0,7%.
Entonces, qué significa el canje de deuda por acción climática
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sistema de canje de la deuda por acción climática consiste en un mecanismo para fomentar las iniciativas de protección ambiental en los países en desarrollo, al mismo tiempo que reducen su deuda. Esto quiere decir que parte de la deuda externa sea adquirida por agentes del sector privado o gobiernos a menor precio, y la intercambien por inversiones para financiar actividades de cuidado ambiental.
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En este marco, los países adeudados podrán pagar su deuda y proteger su ambiente, promoviendo beneficios climáticos al resto del mundo. Un ejemplo del pago de deuda por acción climática fue la de Ecuador: hacia fines de la década de 1980, organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) compraron parte de la deuda de dicho país, que comprometió a reducir la deforestación. Otro ejemplo fue Filipinas, en 1988, cuando la WWF compró 390.000 dólares de su deuda y la Haribon Foundation, una organización ecologista de ese país, utilizó los fondos para realizar diversas actividades de conservación, como parques nacionales.
El caso de Argentina
Respecto a la propuesta de la Argentina, que propondrá reducir en un 27% más las emisiones de efecto invernadero, el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, declaró que eso permitiría que el país utilice para la transición ecológica "los dólares que lamentablemente Argentina contrajo en la gestión anterior de (Mauricio) Macri, y que fueron sólo para especulación financiera".
"En vez de pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) lo que pretendemos es que un porcentaje sea utilizado para la transición ecológica que necesita cada país en el mundo", explicó el funcionario.
El titular de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible detalló que "Argentina tiene que asumir el año que viene 19 mil millones de dólares de vencimiento de deuda" y agregó que el Gobierno nacional "pretende que esos dólares sean utilizados para parques eólicos, energías renovables, cuidado del bosque nativo o para parque solares", algo que será una contribución que "beneficiará al mundo".