Legisladores porteños reivindicaron la labor del del Banco Nacional de Datos Genéticos. Representantes de los bloques del Frente de Todos y Vamos Juntos visitaron este jueves las instalaciones de la sede, acompañados por los directivos del organismo creado hace 35 años por el impulso de las Abuelas de Plaza de Mayo, que se convirtió en un lugar clave en la recuperación de la identidad de nietos y nietas apropiados por la dictadura cívico militar.
La recorrida fue propuesta por la diputada del Frente de Todos Victoria Montenegro, quien preside la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación de la Legislatura porteña y quien también recuperó su identidad en el 2000 y estuvieron presentes también los legisladores del peronismo Claudio Morresi; de Vamos Juntos Matías López; de la Unión Cívica Radical Inés Parry, Lucio Lapeña, Martín Ocampo, Gustavo Mola y Marcelo Gouman; y del Partido Socialista Jessica Barreto.
La actividad buscó reivindicar las políticas de memoria, verdad y justicia, en sintonía con la propuesta de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación a la Cámara Federal de Casación Penal para acelerar los juicios por crímenes de lesa humanidad en todas las instancias judiciales. Días atrás, la Cámara Federal de Casación Penal otorgó la prisión domiciliaria a represores como Miguel Etchecolatz.
Cabe mencionar que de la recorrida no participaron legisladores de los bloques libertarios. De hecho, las bancadas referenciadas en La Libertad Avanza y en el diputado nacional Ricardo López Murphy se negaron a votar en el recinto la conmemoración del Día de la Memoria.
Los diputados fueron recibidos por la directora y el subdirector administrativo del Banco Nacional de Datos Genéticos, Carlos Galassi y Mariana Herrera Piñero. Esta última resaltó el trabajo de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), encargada de impulsar la búsqueda de hijos e hijas de desaparecidos, y de personas nacidas durante el cautiverio de sus madres. "Obviamente sería ideal que se pudieran incorporar los 3 millones de argentinos nacidos en esos años, pero es imposible contar con los recursos para ello. La genética sirve pero hay un contexto que define, por ello es tan importante la investigación preliminar. No se puede ignorar", agregó.
Por su parte, Montenegro señaló que "la Memoria se defiende y se cuida todos los días. La posibilidad de aplicar los avances de la ciencia en esta búsqueda fue y es fundamental" y sostuvo que "no solo para la historia de los bebés robados, si no para la historia de todos los argentinos. Cada nieto o nieta, ese rompecabezas recupera una pieza y es lo que nos permite garantizar que nuestra historia no se vuelva a repetir". Y agregó: "Hay algo, una cuestión que la mayoría de los nietos tenemos que es algo adentro tuyo que te dice que hay una historia que aún no termina de cerrar y lo que permite el Banco es comprobar la verdad".
El Banco Nacional de Datos Genéticos se creó en 1987 durante la presidencia de Raúl Alfonsín por la ley 23511, gracias a la lucha de la organización Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de sus nietos para poder realizar pruebas genéticas de filiación. En ese marco, recorrieron distintas ciudades del exterior para conversar con científicos en distintas instituciones para dar con la forma que la sangre de abuelos pudiese servir para identificar a esos nietos.
Finalmente, Víctor Penchaszadeh, genetista argentino exiliado en Estados Unidos, las contactó en 1982 con una colega de ese país Mary-Claire King, quien junto a un equipo de investigadores, logró llegar a lo que se conocería más tarde como índice de abuelidad. Este procedimiento científico permite determinar la filiación de un niño en ausencia de sus padres mediante el análisis de material genético de sus abuelos y abuelas.
Con información de Télam