Wado se reunió con Almodovar y familiares y víctimas del franquismo

El ministro del Interior aprovechó su viaje a España para encontrarse con el director de la película Madres Paralelas y los grupos de ddhh que siguen reclamando dónde están sus familiares asesinados y enterrados en fosas comunes.

06 de marzo, 2022 | 18.08

El ministro del Interior, Wado de Pedro, aprovechó su gira por España no solo participar en el Mobile World Congress 2022 en Barcelona, la feria más importante de mundo en materia de comunicaciones móviles, y para reunirse con importantes dirigentes y funcionarios de ese país, sino que también se tomó un tiempo para reunirse con Pedro Almodóvar, el famoso director de cine que acaba de estrena una oda a la lucha para que se abran las fosas comunes y se sepa qué pasó con miles de asesinados por el franquismo, y con algunas de las víctimas y familiares de ese oscuro período que mantienen vivo ese reclamo. 

Desde el entorno de Wado explicaron a El Destape que una semana antes de viajar a España, el ministro vio la última película de Almodóvar, Madres Paralelas, una obra que lo movilizó por su propia historia y militancia en el movimiento de derechos humanos. La película analiza las distintas maternidades y como transfondo reivindica el reclamo de las víctimas y familiares del franquismo para abrir las numerosas fosas comunes que aún existen en el país sin abrir para saber dónde están y cómo fallecieron sus seres queridos.

Las organizaciones de derechos humanos y de la memoria españolas calculan que alrededor de 114,000 personas siguen enterradas en estas fosas, sin poder descansar donde lo dispongan sus seres queridos. A este panorama se suman las detenciones en campos de concentración, las torturas, el trabajo esclavo y el exilio a los que han sido sometidos cientos de miles de españoles durante el franquismo. Especialmente en los primero años de la dictadura.

Por eso, el ministro quiso reunirse tanto con el director como con uno de estos grupos de derechos humanos. 

El viernes se reunió con familiares y víctimas del franquismo y mantuvieron una charla en Madrid. "Fue un encuentro muy sentido, cálido. Un encuentro donde a mí, en lo personal, me recuerda a las épocas en Argentina donde peleamos por la memoria, la verdad y la justicia. Creo que a la sociedad argentina le hizo muy bien haber tenido una lucha, haber llegado a lograr como sociedad una memoria colectiva y haber podido convencer a las instituciones que las políticas de memoria no tienen que ver con reivindicaciones de un sector de la sociedad sino con la solidificación de las instituciones democráticas y republicanas. Las políticas de memoria tienen que ver con generar una sociedad más justa, más igualitaria y que parta de una base donde la verdad y la justicia hagan de nuestro país un país mejor", contó después en una entrevista al diario Público de España.

Según relató, se comprometió a trasladar las inquietudes de familiares al ministro del interior de España, Fernando Marlaskay, con quien se vio ese mismo día, más tarde. También les informó que colaborará con la digitalización de documentación, colecta de fondos para exhumaciones y convenios de colaboración con organismos de derechos humanos argentinos y áreas de gobierno nacional.

Por su parte, las víctimas y familiares agradecieron este compromiso y la decisión de la Justicia federal argentina de dar curso  a lo que ellos llaman "la querella argentina", una causa que tiene la jueza María Servini de Cubría bajo el principio de juridiscción universal. 

La querella argentina contra los crímenes del franquismo es una denuncia presentada ante un tribunal penal argentino por los crímenes de genocidio y crímenes contra la humanidad cometidos en España durante la dictadura franquista entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977. El caso comenzó con dos denuncias realizadas el 14 de abril de 2010, pese a que de acuerdo al Estado español los crímenes juzgados "ya prescribieron en España", y también entran en conflicto con la ley de amnistía española de 1977. La jueza argentina, sin embargo, consideró que se trata de "crímenes contra la humanidad y, por lo tanto, este crimen no prescribe".

La otra reunión que mantuvo Wado en el marco de este reclamo histórico español fue con Almodóvar, quien además de ser uno de los principales referentes de la cultura española de la actualidad, es un histórico militante de los derechos sociales.

Almodóvar fue el que propuso el encuentro, dado que conocía la historia personal de Wado. Se reunieron el sábado en la residencia del embajador argentino, donde el ministro se alojó durante su estadía en Madrid. La reunión duró casi dos horas y en ella conversaron sobre política argentina, española, la guerra, la situación de los derechos humanos en el mundo, la preocupación por el surgimiento de partidos de extrema derecha con discursos de odio y prácticas fascistas, y también cómo la manipulación de datos personales y redes sociales están fragmentando a la sociedad y empobreciendo a las democracias en el mundo.

El ministro le regaló la novela Catedrales de la escritora Claudia Piñeiro, el primer disco stereo de Anibal Troilo que se editó, Troilo for export 1; y la obra de Manuel Puig, fallecido escritor argentino que Almodóvar admira. 

En la charla, Wado le expresó a Almodóvar la importancia de su arte en pos de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia: "Este tipo de reivindicaciones, aunque provengan de otras latitudes y de otras culturas, las tomamos como la luz en la oscuridad, porque en plena lucha de causas en soledad una película o un libro, es esa luz capaz de iluminar ese camino de oscuridad".