En la víspera del 48º aniversario del golpe de Estado, la Red Nacional H.I.J.O.S denunció un atentado político contra una militante de su organización que fue golpeada, abusada y amenazada de muerte en su domicilio. De acuerdo a la denuncia, los atacantes estaban armados, le dijeron que sabían quién era, no robaron nada y dejaron escrita en la pared la sigla “VLLC”, en referencia al grito de guerra de los libertarios “Viva la Libertad Carajo”. Acompañaron esa sigla con la palabra “ñoqui”. La víctima, cuyo nombre se preserva, trabaja en el Congreso. El hecho, que ocurrió el 5 de marzo por la noche y se denunció inmediatamente en una comisaría, se investiga por estas horas en los tribunales federales de Comodoro Py. Se aguarda por lo que puedan arrojar las cámaras de la zona en que se produjo la agresión.
Ante la noticia, que se difundió este jueves, referentes del gobierno nacional en lugar de solidarizarse y ponerse a disposición para esclarecer lo sucedido salieron a decir que se trataba de un invento. Así lo sostuvo Fernando Cerimedo, en la red social X (exTwitter). Y hasta el presidente Javier Milei le dio “me gusta” a un posteo que se manifestaba en la misma línea.
La denuncia de la víctima, a la que El Destape tuvo acceso, se realizó el 6 de marzo, a pocas horas de lo sucedido. Tal como consta en la declaración que hizo ante la Policía de la Ciudad, tras un pedido de auxilio que fue escuchado por un vecino, tuvieron que intervenir agentes policiales e ingresar por la fuerza al domicilio ya que los agresores se habían llevado las llaves de la vivienda. También intervino el SAME y a la joven se le hicieron estudios médicos en el Hospital Pirovano. Todo consta en la causa, que en un principio tramitó en la justicia nacional y luego fue girada a Comodoro Py por una cuestión de competencia que aún no está saldada.
Según relató la víctima, el 5 de marzo volvió en colectivo a su vivienda –ubicada en un barrio porteño- como cualquier día laboral. Bajó del transporte público y caminó hacia su hogar. Abrió la puerta de calle del edificio con normalidad y se dirigió hacia su departamento. Al ingresar vio que las luces estaban prendidas como todos los días. Fue al dar el primer paso para acceder a la cocina cuando se produjo el ataque. La tomaron por el cuello y los brazos y la inmovilizaron. Las luces se apagaron. Intentó forcejear. Allí notó que los atacantes eran 2 hombres. “No hables nunca más, mira lo que te pasa por hablar”, le dijeron y le aclararon que sabían que trabajaba en un área de Derechos Humanos en el Congreso. “Sabemos quién sos, no te vamos a robar nada, a mi me pagan para esto, no hables nunca más”, afirmó la víctima que le dijeron los atacantes. “Te vinimos a matar”, agregó en su testimonio. Relató que fue golpeada y amenazada con armas de fuego, que reconoció como similares a las que posee la Policía (el agente que le tomó la declaración le mostró un arma de la fuerza).
De acuerdo a su declaración, los atacantes le ataron los pies y las muñecas con un alambre que había en la cocina. Y le pusieron un trapo en la boca para que no pudiera hablar ni gritar. La llevaron a su habitación donde se dieron las escenas de abuso sexual. En un momento escuchó que uno de los agresores le decía a su acompañante “llámalo que avise cuando tenga el auto en la puerta”, lo que da cuenta de una tercera persona en el armado del ataque. Antes de irse, lo agresores le dijeron que si gritaba iban a volver “y te vamos a meter un tiro”. Luego escuchó cómo se cerraba la puerta de su casa.
La víctima contó que una vez que se fueron los agresores logró liberarse la mano derecha y sacarse las vendas que tenía en su cabeza. Fue saltando al baño donde hay un ventiluz y pidió auxilio a los gritos. Escuchó que alguien desde la calle respondió a su pedido. Luego fue a la puerta de su departamento y comenzó a golpearla con fuerza para que alguien más respondiese a su llamado.
Al rato escuchó el sonido de móviles policiales. Los agentes que se acercaron al departamento le transmitieron que pronto acudiría la ayuda. Fueron los bomberos, contó la víctima, quienes rompieron la puerta para entrar. También dijo que fue entrevistada por el personal policial, que se tomaron fotografías de las ataduras y lesiones que sufrió y que fue trasladada en una ambulancia del SAME al Hospital Pirovano donde se le realizaron estudios médicos.
Según consta en la declaración, durante la madrugada se hicieron pericias en el departamento. Cuando la víctima, que es familiar de detenidos-desaparecidos, regresó a su vivienda notó que no faltaba ningún objeto. Fue entonces que vio en una de las paredes de la vivienda las siglas “VLLC Noqui”.
En diálogo con Ari Lijalad en El Destape Radio, Agustín Cetrangolo de H.I.J.O.S, detalló que la organización se enteró del ataque “por el llamado de una médica que llegó a la casa y les informa que (la militante) 'estaba atada y amordazada y los bomberos rompieron la puerta'". "Cuando la compañera logra pedir auxilio, una persona logra describir a los atacantes", agregó Cetrangolo. También denunció que se realizó "una inteligencia previa” sobre los movimientos de la joven y que los agresores "se llevaron información de H.I.J.O.S".
Tras la denuncia pública que hizo el organismo de DD.HH, diferentes espacios políticos, sociales y sindicales expresaron su repudio y exigieron justicia. Se expresaron desde la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, a Unión por la Patria, la UCR, referentes del FIT y la CGT. Entre los gobernadores que expresaron su repudio se encuentran el bonaerense Axel Kicillof y el cordobés Martín Llaryora, quienes exigieron el inmediato esclarecimiento del hecho.
"Estos hechos tienen un claro correlato con las acciones y discursos de odio que las máximas autoridades del país expresan cotidianamente e incitan a la violencia contra quienes militamos por los Derechos Humanos", remarcaron desde H.I.J.O.S. Por lo que hicieron responsable al gobierno nacional. "A días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado afirmamos que nuestro pueblo dijo: NUNCA MÁS. Memoria, Verdad y Justicia, siempre", cerraron su comunicado.