Finalmente fue un 27 de agosto. El pueblo despertó sabiendo que Cristina Kirchner estaba sitiada. Sitiada por la derecha. Y fue a liberarla. Las vallas que Horacio Rodríguez Larreta había impuesto a hurtadillas por la noche como rejas de una cárcel en la que le gustaría verla presa fueron derribadas. Hoy el pueblo le dijo a la derecha que no acepta ver a su líder encerrada.
Durante años la estrategia fue iniciarle causas a Cristina y sostenerlas en los medios hasta que los fallos la sobreseyeran. Esta vez quisieron avanzar hacia una condena. La posibilidad de ver a la líder del peronismo presa o proscripta despertó al pueblo peronista que estaba golpeado por la inflación y los bajos sueldos. Hoy salieron a defender a quien les dio dignidad y felicidad, hoy todos y todas recordaron los años felices y salieron a agradecerle el pasado, a bancarla en el presente y a pedirle que vuelva en el futuro: La ilusión de recobrar lo que se tuvo sin duda fue una de las fuerzas en juego en esta tarde histórica.
Los seis millones de empleos creados, el salario más alto de Latinoamérica, la cobertura previsional total, la AUH, las computadoras para los pibes, el desarrollo industrial, los mil científicos repatriados, el satélite Arsat, la Ley de Peón rural, la Ley de personal doméstico, la Ley de genero, el Plan Remediar, el Plan Procrear, el Plan Progresar, las universidades en el conurbano y tantos logros de los 12 años de gobierno resurgieron en la memoria colectiva y llevaron a cientos de miles a las calles al grito de Cristina.
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Hoy un pueblo dijo que no hay vallas ni represión que lo separe de su líder. Nadie puede hacerse el distraído: la posibilidad de avanzar con esa causa trucha que es vialidad para encarcelar o proscribir a Cristina hoy es infinitamente menor que ayer.
Cristina ha dicho que, al igual que con los otros líderes regionales, a ella la persiguen para disciplinar al resto, para que no haya cuadros políticos en el futuro que se atrevan a llevar adelante políticas nacionales y populares. Hasta en eso hoy los derrotó. Demostró que jugársela por su pueblo tiene premio, que vale la pena. Hoy es 27 de agosto y es el día de Cristina.
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