El oficial de la Policía de la Ciudad Gabriel Isassi, involucrado en el asesinato de Lucas González, fue parte de la mano de obra policial porteña que utilizó el juez Claudio Bonadío para perseguir a Cristina Fernández de Kirchner. El uniformado participó de al menos dos operativos en Santa Cruz, ambos a pedido del magistrado que comandaba el juzgado federal Nº 11 de Comodoro Py. Viajó al Sur a mediados de julio de 2015 para un procedimiento en el marco de la causa Hotesur; y en junio de 2016 para realizar tareas de inteligencia en la causa Los Sauces adonde viajó de civil y armado junto a una comisión de agentes de la extinta Policía Metropolitana.
Gabriel Alejandro Isassi junto a los policías Fabián López y José Nievas participó del asesinato de Lucas Gonázlez, en un nuevo caso de gatillo fácil de una institución policial. Los tres fueron apartados de la fuerza y sus roles están siendo investigados por la Justicia. Todo indica que falsearon el informe policial del hecho para inculpar a las víctimas.
La participación en causas contra CFK
Según pudo constatar El Destape, el 10 de julio de 2015 el juez Bonadío, que en aquel entonces tenía la causa Hotesur, dirigió una nota a la jefatura de la Policía Metropolitana para solicitar la designación de 15 agentes para realizar diversos procedimientos el 13 de julio en El Calafate y Río Gallegos. Ese mismo día, la fuerza policial comisionó a Gabriel Isassi y al oficial Diego Chemes para viajar a la capital santacruceña. Los agentes que revestían en el Área Delitos y Crimen Organizado viajaron al Sur el 12 de julio. Tenían la orden de “hacer uso de la fuerza pública y allanar el domicilio indicado, en caso de no franqueársele el acceso”.
Tres días después desde el juzgado de Bonadío dirigieron una nota al entonces ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, para felicitar a todos los uniformados comisionados: “Si es de práctica en la fuerza, señor ministro, que este reconocimiento sea anotado en los legajos personales de los policías que actuaron como auxiliares de la justicia en esos procedimientos”, le destacó la secretaria federal María Muntaner.
Al día siguiente de la felicitación, el propio Isassi relató su rol en aquel operativo al presentarse como testigo en el caso. Contó que se presentó en uno de los inmuebles requeridos por la Justicia (Maipú 2255) con el objeto “de que se proceda a requerir la inmediata entrega de toda la documentación que se requiere y constan en la presente Orden Judicial relacionadas con las empresas y personas estrictamente detalladas en Oficio Judicial, respecto del período 2008-2014”. Pero al llegar al domicilio, el inmueble “presentaba un estado de abandono” y “no siendo atendido por ninguna persona” terminó realizando “averiguaciones con vecinos aledaños” quienes le dijeron que “tiempo atrás funcionaba una radio”. Tomó datos, sacó fotografías y volvió a destino e informó a sus superiores.
Aquellos días, Bonadío había ordenado una serie de procedimientos conjuntos en el marco de la causa Hotesur en distintas jurisdicciones. En los que se realizaron en la Ciudad de Buenos Aires el 14 de julio de 2015 y que también contaron con policías porteños participaron los agentes Jorge “Turco” Sáez y Leandro Araque. Ambos formaron parte de los procedimientos que se realizaron en la AFIP.
Con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, Sáez y Araque pasarían a cumplir funciones en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Desde allí espiaron de forma ilegal a Cristina Fernández de Kirchner y decenas de dirigentes políticos, sociales, sindicales, eclesiásticos, empresarios y periodistas. Ambos están procesados por la Justicia por la realización de tareas ilegales de inteligencia junto a la cúpula de la AFI macrista.
En lo que hace a Bonadío y la causa Hotesur, tras los operativos en Santa Cruz le sacarían la causa por diversas irregularidades (irregularidades que a pesar del cambio de juez, continuaron).
De hecho, la causa Hotesur podría caerse en los próximos días. La defensa de CFK, Máximo y Florencia Kirchner pidió el sobreseimiento de todos los acusados por “inexistencia de delito”. El TOF 5 deber resolver si hace lugar al planteo de la vicepresidenta, al que se opuso el fiscal ante el tribunal, Diego Velasco. De aceptarlo, la causa se caería como la de “Dólar Futuro” y “Memorándum con Irán”.
Isassi y el espionaje a CFK
En julio de 2016, el juez Bonadío volvió a requerir los servicios de la Policía Metropolitana para realizar operativos en Santa Cruz en otra causa contra CFK e Isassi volvió a ser protagonista de la comisión que viajó al sur. El expediente en este caso era el de Los Sauces, una copia del de Hotesur.
Tal como se desprende de los documentos judiciales, Isassi fue a realizar tareas de inteligencia, es decir, espionaje.
El 26 de mayo de 2016, Bonadío envió una nota a la Policía Metropolitana para requerir agentes de esa fuerza porteña para “la realización de tareas de inteligencia por el término de diez días, sobre los domicilios de propiedad de Los Sauces S.A, ubicados en la provincia de Santa Cruz (…)”. El ya difunto magistrado pretendía que se determine si había “edificaciones sobre los inmuebles; personas que se encuentren habitando los mismos y obtener fotografías de los inmuebles”. Las tareas comenzaron a realizarse el 13 de junio de 2016 y concluyeron el 18 de junio, tal como lo relató en su testimonial el inspector Leonardo Salazar, quien estuvo a cargo del grupo de policías porteños comisionados.
Salazar precisó que viajaron por Aerolíneas Argentinas hacia El Calafate y que la Policía de Seguridad Aeroportuaria “se encargó de realizar los trámites respecto a las identificaciones y traslados de las armas de fuego provistas por la institución”. También indicó que la institución les rentó dos camionetas Toyota Hilux.
El 14 de junio la comisión de agentes porteños se trasladó hacia Río Gallegos. Allí fueron interceptados por la policía santacruceña en el control que había en la Ruta Nacional Nro. 3, “Guer Aike”. Salazar relató que al “cerciorarse de que se trataba de policías de la Metropolitana les solicitaron las credenciales”, revisaron ambos vehículos y el equipaje. También señaló que habían ocultado su identidad y que recién la revelaron cuando se acercaron perros detectores de armas y drogas. “Solicitaron la presencia de canes detectores de drogas y pólvora (situación que motivó la identificación como personal policial antes mencionada)”, aseguró Salazar. Acto seguido, las identidades de los policías porteño se dejaron asentadas en el control. Allí aparece el nombre de Isassi.
Cuando a Salazar le preguntaron la razón de su presencia en Santa Cruz, el inspector ocultó la verdad, “no siendo revelada por quien declara dado a que se estaban realizando tareas de inteligencia”.
Cristina Fernández de Kirchner dio cuenta de este hecho en una carta pública que difundió por redes sociales el 23 de junio de 2016, en la que hizo referencias a los operativos policiales en Santa Cruz. Tras narrar un violento operativo del 18 de junio en la que era la casa de los padres de Néstor Kirchner contó que “unos días antes, la Policía de la Provincia de Santa Cruz identificó en el puesto de control de ingreso a Río Gallegos, en Guer Aike, a seis oficiales de la Policía Metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, procedentes de El Calafate: Leonardo Ariel Salazar, Juan Matías Pez, Ruth Elizabeth Vera, Gabriel Alejandro Isassi, Sergio Sebastián Sequeira, Mariela Fernanda Centurión”, enumeró la actual vicepresidenta.
Tal como se desprende del relato del inspector Salazar, los policías porteños no se dieron a conocer como uniformados hasta que se hizo un control con perros en busca de estupefacientes y armas de fuego. CFK escribió: “Manifestaron que no se habían presentado como policías desde un primer momento, ya que en Buenos Aires no suelen hacerlo por diferencias con la policía de la Provincia (supongo que se referían a La Bonaerense)”, indicó Cristina. Eso que dijeron los agentes era mentira.
“Cuando se les consultó el destino y el motivo de su visita, como es de rigor, dijeron que iban a la ciudad de Río Gallegos y que estaban de paseo. Sin embargo, comenzado el operativo de control y al haber hallado una pistola Glock calibre 9mm., contaron que iban a dicha ciudad con el fin de llevar a cabo diligencias procesales de allanamientos. No sé si hicieron algún allanamiento. Lo que estoy segura, es que no vinieron de paseo”, concluyó CFK.
Al día siguiente de la carta de CFK, Gabriela Cerruti publicó en el portal Nuestras Voces la nota “Espías viajeros de la Metropolitana” donde dio cuenta de una resolución el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, para autorizar el traslado de un grupo de policías porteños para hacer espionaje en Santa Cruz. Se trata de la resolución 373/MJYSGC/16. “En ese documento –que no fue publicado en el Boletín Oficial de la Ciudad– Ocampo autorizó a seis policías a viajar a suelo santacruceño entre los días 13 y 22 de junio, ‘a fin de cumplir tareas de inteligencia ordenadas por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, Secretaría Nº 21’”. Entre los nombres figura el “Oficial LP 1685 Gabriel Issasi (DIN Nº 28.672.085)”.
El Destape accedió a la causa judicial donde constan esos operativos de inteligencia. Es en el marco del caso Los Sauces.
Es decir, bajo una coartada armada por Bonadío, la Policía porteña realizó espionaje sobre CFK. Las tareas de inteligencia en este caso fueron técnicamente legales porque habían sido autorizadas por un juez. Aunque ese juez era Bonadío. En esos operativos, de civil, estuvo Isassi.