El sincericidio de Rosenkrantz: "No puede haber un derecho detrás de cada necesidad"

El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación descalificó las “proclamas populistas”. Y lanzó consignas antiperonistas. 

01 de junio, 2022 | 16.27

El vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, lanzó consignas antiperonistas y en un discurso aseguró en tono repudiable: "No puede haber un derecho detrás de cada necesidad". El supremo resaltó que "no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades" a menos que se restrinja "qué se entiende por necesidad y que se entienda por derecho". Lo dijo en la inauguración del Año Académico 2022 de la Escuela de Pregrado de la Universidad de Derecho de Chile. La convocatoria fue titulada "Justicia, Derecho y Populismo en América Latina". 

Rosenkrantz criticó a lo que él considera populismo: “Hay una afirmación que yo veo como un síntoma innegable de fe populista y en mi país se escucha con frecuencia, según la cual detrás de cada necesidad debe haber un derecho". Así, parafraseó al revés a la frase atribuida a Eva Duarte de Perón. La exposición fue el jueves pero recién lo dio a conocer hoy la periodista Cynthia García en la radio AM750.

"Obviamente un mundo donde todas las necesidades son satisfechas es deseado por todos, pero no existe. Si existiera, no tendría ningún sentido la discusión política y moral”, afirmó el juez de la Corte Suprema.

Asimismo, aseveró el cortesano: “No puede haber un derecho detrás de cada necesidad porque no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades, a menos que restrinjamos qué se entiende por necesidad y que se entienda por derecho a las acciones que no son jurídicamente ejecutables”.

“Es difícil caracterizar al populismo: es una posición acerca de cómo debe concebirse la acción política. Por eso, hay populismos de izquierda y de derecha. Lo que los define como populismos no es lo que debe hacerse políticamente hablando, sino cómo se debe hacer”, siguió Rosenkrantz.

El juez manifestó: “Los que critican al populismo lo asocian al nacionalismo, la demagogia o el autoritarismo. Quienes lo aprecian es sinónimo de cambio, de anti elitismo, de recuperación del auténtico valor y sentido de la democracia”, y agregó: “Lo único que parece claro del populismo es que concibe a la acción política de modo diferente. El populismo pretende cambiar el sujeto y destinatario de la política”.

“En las democracias, el progreso se concibe como un objetivo incremental. Esto es así porque las democracias constitucionales son, en esencia, arreglos institucionales que hacen imposible que mayorías transitorias cambien la fisonomía de una sociedad. El cambio requiere cambios legales, constitucionales, y es siempre dificultoso y lento. El populismo es maximalista porque pregona un cambio instantáneo y radical, demoniza nuestro modo de hacer política, a la política tradicional. Concibe a la política tradicional como promotora y reproductora del statu quo, la mascarada perfecta de la continuidad, por eso todo populismo pregona el cambio ya”, indicó por otro lado. 

En este aspecto, aseguró que “el populismo no ve ninguna virtud en la resistencia al cambio”. “No entiende que si nuestros regímenes cambiasen con la velocidad con la que cambian la mayoría, nada sería sustentable en el tiempo, y no comprende que sin sustentabilidad en el tiempo no hay progreso verdadero”, enfatizó.

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