"Nada es seguro", sostenían en el bloque de senadores del Frente de Todos respecto a la sesión especial convocada para este jueves para dar media sanción al proyecto de ampliación de la Corte Suprema. El dictamen de comisión original eleva el número de los actuales cinco integrantes -en realidad, cuatro porque hay una vacante que nunca se completó- a 25, en razón de uno por cada provincia, ciudad de Buenos Aires y uno más por Nación. Sin embargo, en virtud de los acuerdos alcanzados en los últimos días, la iniciativa que se aprobará dejará en 15 el número definitvo de miembros del máximo tribunal, respetando una lógica de representación federal. Esperaban que la propuesta fuera votada por 37 o 38 senadores, sumando partidos provinciales. El bloque de Juntos por el Cambio anticipó que no dará quórum, pero que si el oficialismo lo consigue bajará a debatir, así que se espera una sesión áspera.
El jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, fue el encargado de comunicarle a la oposición de la sesión pautada para las 14.30. Junto a Anabel Fernández Sagasti, el senador formoseño fue quien puso la firma al proyecto que contó con el respaldo activo de los gobernadores del oficialismo, que concurrieron al debate en comisión para expresar sus argumentos a favor de un cambio del tribunal. "Ha sido centralista, misógina y con un sesgo antifederal", apuntó el gobernador chaqueño Jorge Capitanich en la reunión de junio pasado. El proyecto que obtuvo dictamen fue muy sintético: apenas cuatro artículos, en los que se establece la continuidad de los actuales cuatro integrantes a los que se debería sumar otros 21 a designar por el Senado a propuesta del Poder Ejecutivo.
El proyecto deja en manos de una "ley especial" el modo de organización y funcionamiento del nuevo tribunal, tal como división en salas e integración por regiones. También el mecanismo por el cual las provincias designarían cuatro postulantes (dos hombres y dos mujeres), de los cuales el Gobierno elegiría uno o una para proponer al Parlamento. Hubo discusiones internas en todo este tiempo respecto a la constitucionalidad de la propuesta. La idea mayoritaria es que mientras menos diga la ley, menos posibilidades tendrá de ser recurrida con éxito en los tribunales.
Había otros proyectos presentados con anterioridad. Uno del puntano Adolfo Rodríguez Saá que establecía una Corte de nueve miembros y otro del rionegrino Alberto Weretilneck, que llevaba el número a 16 integrantes. Tras discutirlo bastante -Mayans y Oscar Parrilli son quienes más vienen trabajando en el tema-, consensuaron finalmente que los jueces sean 15. Un decreto posterior establecerá su representación por regiones para garantizar el federalismo. En ese sentido, toma elementos de la propuesta de Weretilneck. Había legisladores que opinaban que 25 integrantes era un número excesivo para la tradición argentina, que históricamente tuvo cinco, siete o, como máximo, nueve jueces en la Corte. Con la propuesta definitiva esperaban conseguir los votos de Weretilneck, de la riojana Clara Vega y de la misionera Magdalena Solari Quintana. Sumados los 35 del oficialismo llegarían a los 38 votos, uno más de lo estrictamente necesario.
Un dato político a tener en cuenta será que la vicepresidenta Cristina Kirchner presidirá la sesión especial, justo un día antes de su esperado alegato en la causa Vialidad. Su abogado, Carlos Beraldi, se dedicó en los últimas audiencias a demoler, punto por punto, las acusaciones de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola con las que buscan la condena de Cristina. Entre la sesión y el alegato se escucharán muchos discursos señalando el deficiente funcionamiento que arrastra la Justicia, que desde el oficialismo acusan de estar coptada por los poderes económicos y de responder políticamente al macrismo.
El ministro de Justicia, Martín Soria, unió los dos elementos -la causa Vialidad y la Corte Suprema- por la manera que el máximo tribunal rechazó todos los recursos que le llegaron pese a las notorias irregularidades de la causa. En diálogo con El Destape Radio, comparó las Cortes más numerosas que existían en otros países de la región frente a ésta de "cuatro varones: un cordobés, dos santafesinos y un empleado de Clarín. Fíjense si no hay que ampliar la Corte y federalizarla". Soria prácticamente debutó en el cargo con una agria reunión con los cuatro integrantes del tribunal, donde les dijo varias de estas cosas. Pero luego no consiguió avanzar con ninguna de las reformas propuestas y hoy, cerca de los tres años de gestión del Frente de Todos, la composición del Poder Judicial es similar a lo que era en sus inicios. O incluso peor, porque desde entonces se conocieron muchos más conexiones de jueces y fiscales con el macrismo y, además, la Corte Suprema tomó el control del Consejo de la Magistratura.
En Juntos por el Cambio no quieren saber nada con que se modifique esta situación y acusan al Frente de Todos de "buscar su impunidad", de acuerdo al comunicado posterior a la convocatoria a la sesión especial. "Juntos por el Cambio rechaza una vez más los intentos de ataques a la Justicia, que generan un distanciamiento de las instituciones de los verdaderos problemas que padecemos los argentinos", sostuvieron. En fila, los senadores opositores señalaron que el oficialismo seguía únicamente la agenda de la vicepresidenta, pese a que la reforma de la Corte Suprema fue respaldada por 13 gobernadores, además de los proyectos de fuerzas provinciales. Así que la estrategia será no colaborar con el quórum, pero una vez que el oficialismo lo consiga, bajarán en plan de campaña. “No hay ninguna razón técnica ni política que pueda sustentar este proyecto desopilante que busca poner la Corte Suprema en manos de los gobernadores peronistas. Si de verdad quisieran hacer una justicia más ágil, estaríamos debatiendo la transferencia de servicios de justicia a la Ciudad”, sostuvo Martín Lousteau, quien busca ser jefe de gobierno porteño.
Pese las prevenciones que existían hasta anoche en el bloque del Frente de Todos, se presumía que estarían los votos para la media sanción, algo que se buscaba desde hacía meses. Si lo conseguían, quedará por delante el todavía más arduo tratamiento en Diputados, cámara que hasta ahora resultó el cementerio de todas las propuestas de reforma judicial. En el oficialismo consideraban la nueva propuesta acordada con los partidos provinciales más potable para los gobernadores radicales Gerardo Morales y Gustavo Valdés, a los que buscan atraer con la posibilidad de designar un representante en el máximo tribunal. Hasta ahora dijeron que no, pero está abierta la posibilidad del diálogo político propuesto desde el kirchnerismo. En un marco de acuerdos, imaginaban, podría incluirse también la reforma de la Corte. La cerrada negativa del macrismo a conversar, tal vez, impulse a la dirigencia radical a diferenciarse y tender lazos para conseguir avances concretos, fuera de las declaraciones de campaña. En principio, hoy será el primer paso.