La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) alertó que en 2017 el entonces gobierno de Mauricio Macri compró cinco aeronaves al gobierno de Francia que no se encontraban en condiciones de vuelo y su potencial restante ya era bastante débil, razón por la cual la Marina Francesa había dejado de utilizarlas. La presunta estafa es similar a otra que perpetró Macri cuando era jefe de Gobierno porteño y compró trenes chatarra.
De acuerdo al reporte de la Sigen, que analizó la adquisición durante 2017, el convenio fue suscripto por el entonces Ministro de Defensa de la Nación, Oscar Aguad y su par de las Fuerzas Armadas de la República Francesa. Aguad compró a Francia las cinco aeronaves Súper Étendard Modernisé (SEM), acompañadas con su documentación de seguimiento técnico junto a un lote de piezas de recambio, bancos de prueba, valijas de prueba, equipos de misión, herramientas y un simulador de vuelo.
El precio definitivo de transferencia de todos los materiales –aviones y elementos complementarios- fue de € 12.550.000, efectuado en una única transferencia bancaria. El gobierno nacional asumió todos los gastos de retiro, transporte y estacionamiento de los materiales transferidos. Para eso, a través de la Licitación Privada N° 005/17, se tramitó el servicio de transporte puerta a puerta de los cinco aviones más todos los complementos por un total de € 1.346.255, totalizando una cifra cercana a los €14.000.000.
La Armada pedía no comprar
Según la Sigen, para la compra no se tuvieron en cuenta varios informes preliminares de la Armada Argentina que alertaban sobre la necesidad de garantizar determinados repuestos antes de concretar la transacción. En ese sentido, los documentos señalaban que, en las condiciones en que se ofrecían las aeronaves, no se encontraban en condiciones de volar requiriendo la ejecución de una serie de trabajos para su puesta en funcionamiento.
Además, dichas evaluaciones técnicas señalaban que, en forma previa a la compra, resultaba esencial la obtención de elementos críticos para asegurar el funcionamiento de las aeronaves, tales como la pirotecnia de los asientos eyectables y cabina, y el desarrollo de una inspección de los accesorios de oxígeno.
En esa dirección, se sugería analizar que varios de esos repuestos esenciales tenían origen inglés, por lo que resultaba necesario tener en cuenta la imposibilidad de adquirirlos ya que, desde 1982, el Reino Unido no vende armamentos militares a nuestro país.
Precisamente por la falta de estos instrumentos los aviones no pudieron ser puestos en funcionamiento desde su adquisición en el año 2017. Cabe añadir que el informe elaborado por la Sindicatura General de la Nación fue remitido a la Oficina Anticorrupción para el eventual inicio de acciones.