La empresa Bed Time echó de su planta de Tigre a 30 operarios en medio de la pandemia por el coronavirus y el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. Los trabajadores hacen una asamblea permanente con retención de tareas para resguardar sus puestos.
El conflicto comenzó el 16 de abril cuando la empresa notificó que sólo iba a poder pagar el 30 por ciento de la quincena por problemas económicos. Un día después, los gerentes ofrecieron a los operarios dos opciones: un recorte salarial del 50 por ciento o el despido de la mitad del personal con el pago de una indemnización más baja que aquella que el convenio establecía.
"Nos dijeron que una vez que decidiéramos por una u otra opción nos iban a pagar lo que nos adeudaban", contó a El Destape Lucas Sánchez, delegado del sindicato del plástico dentro de la empresa. Además de adeudarles el pago de abril, los empleados denunciaban que habían errores en las liquidaciones como en el pago de horas extra o de los días de cuarentena.
El jueves 23 y ante el temor de un desalojo, los trabajadores comenzaron una asamblea permanente con retención de tareas, pero la empresa no negoció y la policía se apersonó en el ingreso a la planta incluso para vallar el ingreso.
MÁS INFO
Bed Time tiene más de 300 trabajadores, entre ellos 180 son operarios, 30 son administrativos y más de 100 son vendedores. Hasta ahora los recortes y los despidos sólo afectan a los operarios. De acuerdo al Boletín Oficial, el dueño de la empresa es Gerardo Waisburg, un ex directivo de Piero que tiene acciones en la productora Kuarzo junto a Guido Kaczka.
Los operarios comenzaron a recibir el jueves por la mañana los telegramas de despido a sus domicilios mientras realizaban la asamblea. En la justificación del despido la empresa aduce que los empleados violaron la cuarentena y no acataron las órdenes de los superiores.
"Las inconductas descritas, la gravedad de las mismas, su comportamiento contrario a elementales normas de convivencia y su violación a la normativa vigente, constituyen flagrantes incumplimientos a los más elementales deberes impuestos a un trabajador en la ley de contrato de Trabajo", afirma uno de los telegramas a los que tuvo acceso El Destape.
La empresa además amenaza a los trabajadores con denunciarlos por daños y perjuicios.
Los trabajadores pidieron que la empresa redireccione su producción para hospitales y centros de campaña. "De esa forma podrían mantener nuestro salario y colaborar en la situación del país con la pandemia", sostuvo Sánchez.