Mientras Horacio Rodríguez Larreta hace piecito para reforzar su candidatura y sacar ventaja en la interna de Juntos por el Cambio, la ciudad de Buenos Aires alcanzó la marca de los mil casos de coronavirus detectados cada cien mil habitantes en dos semanas. Eso no solamente lo coloca como el distrito más afectado del país. Es uno de los epicentros mundiales de la pandemia.
El salto en la positividad de los testeos (y las larguísimas colas que pueden apreciarse para acceder a un PCR) permiten inducir que se está subestimando el número de casos. Incluso si ese conteo fuera confiable, la cantidad de personas que da positivo por Covid todos los días se duplicó en las últimas dos semanas.
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Con el sistema de salud privado al borde del colapso y el sistema público acercándose peligrosamente a esa situación, el jefe de gobierno omite en sus conferencias de prensa y mensajes en las redes sociales la realidad epidemiológica de la ciudad y resiste las medidas dispuestas por el presidente Alberto Fernández.
Buenos Aires acumula 1127 casos cada cien mil habitantes en los últimos catorce días, según el monitoreo que realiza el senador correntino Martín Barrionuevo. En todo el planeta, pocas ciudades superan esa incidencia: París, con casi 1400 casos cada cien mil habitantes, permanece en cuarentena estricta, sin clases, desde el 31 de marzo.
La ciudad de Sao Paulo, con sus hospitales colapsados y una catástrofe humanitaria en curso, tiene algo más de 400 casos cada cien mil, casi la tercera parte que CABA. Una situación similar es la de Roma. Más tranquilos, Berlín y Madrid están debajo de los 300 casos cada cien mil. Londres, con más vacunas y 90 días de encierro, solamente 20.
Como referencia: el criterio de la Sociedad Argentina de Pediatría establece este índice como uno de los indicadores para evaluar la conveniencia de tener clases presenciales. El semáforo se pone en rojo cuando hay más de 200 casos cada cien mil habitantes. Cinco veces menos que en la ciudad que gobierna Rodríguez Larreta.