Vacunas contra el coronavirus: avanzan acuerdos para garantizar un rápido acceso

El Gobierno espera contar con más de 50 millones de dosis en los primeros meses de 2021. Cantidades, tiempos y transferencia de tecnología, las claves de los acuerdos.

09 de noviembre, 2020 | 15.20

Argentina será uno de los países que recibirá un lote de la primera partida de vacunas de Pfizer, que esta mañana mostró resultados parciales de sus ensayos clínicos de tercera fase con una efectividad superior al 90 por ciento, si concluyen de manera exitosa las negociaciones que el gobierno mantiene con ese laboratorio. Según fuentes oficiales, se espera que antes de fin de año lleguen al país entre 750 mil y un millón de unidades, número que puede escalar hasta tres millones durante el verano. El acuerdo debería formalizarse en los próximos días.

De esta manera, junto a la de Oxford/AstraZeneca (que se fabricará en el país para toda la región) y a la desarrollada por el Instituto Gamelaya de Moscú, ya son tres las vacunas que se encuentran en una fase de desarrollo avanzada y estarán disponibles para los argentinos a partir de los próximos meses, una vez que los estudios garanticen su efectividad y seguridad. El gobierno también se encuentra en negociaciones con otros desarrolladores, como Janssen (belga) y Sinopharm (China) y participa de un fondo de la OMS llamado COVAX para formar parte de un banco de vacunas a partir de febrero.

En la Casa Rosada confían en tener suficientes dosis como para inmunizar a la mayor parte de la población antes de que vuelva el frío y el peligro de una segunda ola peor que la primera, como se observa en estos días en el hemisferio norte. El cálculo es que con 25 millones de la rusa, 22 millones de AstraZeneca, 9 millones del COVAX y 3 millones de Pfizer el objetivo está cubierto, aunque no dejarán de buscar nuevos acuerdos o ampliar los existentes, para minimizar los riesgos de un imprevisto, en el marco de un escenario de altísima demanda y oferta limitada.

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A la hora de las negociaciones, la Argentina priorizó a sus interlocutores a partir de tres variables: la cantidad que podría estar disponible, el momento en el que estarían listas y la posibilidad de transferencia de tecnología. Por eso, el primer contrato que se firmó fue con AstraZeneca, gracias a un convenio con el laboratorio argentino mAbxcience para fabricar el principio activo en el país, aunque esa vacuna llegue unos meses más tarde. Para cubrir esa distancia en el calendario, se espera concretar en los próximos días los acuerdos anunciados con Pfizer y con los rusos.

Con todos los datos en carpeta, en el gobierno esperan comenzar a vacunar a profesionales de la salud que se encuentran en primera línea y a grupos de riesgo antes de fin de año, avanzar con la población más vulnerable durante el verano y a partir de febrero o marzo abrir la posibilidad de recibir su inyección al resto de los argentinos. Aún sin conocer todavía la efectividad de las vacunas ni cuánto tiempo dura su efecto, la apuesta es que en el momento en que pueda haber una segunda ola tener un sector de la población inmunizado para poder reducir los efectos de la pandemia sobre la salud pública y la economía.

El dispositivo logístico para vacunar a decenas de millones en pocos meses no tiene antecedente. Ya trabajan varias áreas del gobierno coordinadas para ponerlo a punto a tiempo. El ejército tendrá un rol central para llegar a los puntos más aislados del país. Las condiciones de almacenamiento también juegan un rol. La vacuna de Pfizer, por ejemplo, necesita conservarse a una temperatura de 80 grados bajo cero, bastante menos que el resto. Si no se puede garantizar esa cadena de frío en su traslado al interior del país, se deberá aplicar solamente en el área metropolitana.

La línea de tiempo está subordinada a que las vacunas con las que negoció el gobierno argentino puedan ser aprobadas en los plazos que se prevén. No pueden descartarse demoras, como las que sucedieron con la prueba de AstraZeneca cuando se detectó una posible falla de seguridad. Aunque finalmente se trató de una falsa alarma, retrasó en varias semanas su lanzamiento. Por ahora, Pfizer dio el primer paso al anunciar que su vacuna supera largamente la línea de efectividad esperada, y puso la tercera semana de noviembre como fecha para culminar los exámenes de seguridad.

Este mediodía, después de que se conociera el comunicado de Pfizer, las autoridades rusas informaron que la vacuna de Gamelaya también alcanza una efectividad del 90 por ciento según conclusiones preliminares de los ensayos clínicos de Fase 3. Todas las vacunas o tratamientos que vayan a aplicarse a la población argentina deberán ser aprobados por ANMAT, la única autoridad en esa materia que existe en el país, además de que pasarán por el filtro de agencias internacionales de control de medicamentos como la FDA norteamericana y la EMA europea. En todos los casos, ya comenzaron a realizarse evaluaciones preliminares.