Del enojo a la mesura: Larreta recupera centralidad y visita por las clases presenciales a Alberto Fernández

Desde el entorno del jefe de Gobierno aseguran que, luego de la convocatoria del Presidente, hay expectativa por lo que allí se hable. Le llevará las cifras sanitarias del distrito para requerir la apertura de las aulas.

16 de abril, 2021 | 06.00

Luego de cruces y declaraciones fuertes por la decisión del gobierno nacional de suspender las clases presenciales, llegó el momento del diálogo. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, le pidió a Alberto Fernández reunirse para discutir acerca de la medida adoptada y el Presidente accedió. Larreta recupera centralidad como líder de la oposición, luego de que en las últimas semanas Patricia Bullrich y sus "halcones" se imponían por sobre los "dialoguistas". Irá a la Quinta de Olivos con la intención de que las escuelas porteñas permanezcan abiertas el lunes. Para ello, le llevará una carpeta con cifras propias sobre la situación epidemiológica que, según él, son motivo suficiente para mantener las clases en las aulas.

Rodríguez Larreta se enteró por la televisión las nuevas restricciones. Escuchó como el resto de la población, las medidas que anunció el Presidente y eso lo molestó. Nadie lo llamó previamente para discutir las decisiones ni para adelantárselas. El propio Alberto Fernández lo admitió: "Por eso esta medida no la consensué: la tomé yo y me hago cargo yo". Enojado también el Presidente, se descargó contra los mandatarios cuyas jurisdicciones se veían afectadas por las medidas anunciadas una semana atrás. "Las medidas anteriores las dialogué, las conversé. Quise cerrar los restaurantes, me pidieron que no lo hiciera. Consensué todas las medidas y después anunciaron que cerraban a las 23, pero que se podían quedar hasta las 00", recordó.

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Frente a las nuevas medidas, Rodríguez Larreta convocó a una conferencia de prensa para el jueves al mediodía en la que cargó contra el gobierno nacional con chicanas y definiciones políticas fuertes. En la previa, citó a su mesa chica de gestión para discutir la estrategia a seguir: tanto política como judicial. Tras un extenso debate con sus funcionarios y especialistas en Derecho, Rodríguez Larreta definió presentar un amparo ante la Corte Suprema para defender las clases presenciales. Fuentes judiciales consultadas por El Destape marcaron que difícilmente haya una resolución del máximo tribunal a la brevedad debido al exiguo plazo fijado en las medidas anunciadas. Y la Corte suele tomarse su tiempo para expedirse.

Un dirigente cercano al jefe de Gobierno le marcó a este medio que lo que más lo molestó a Rodríguez Larreta fue la falta de consulta antes de ampliar las restricciones. "Al tipo lo descoloca que en cinco días haya cambios y que no se espere ni los 10 días que dura el ciclo del virus para analizar el impacto de las ya tomadas", explica.

Lo contrario a esa "improvisación" que el gobierno porteño le achaca a Nación, se vio en el discurso de Larreta ante los medios. Cada palabra fue analizada de antemano. Le habló a las mujeres que, en su gran mayoría, cargan con las tareas de cuidado en las casas y son las que se ven más afectadas ya que quedan a cargo de los hijos e hijas. También se tomó el tiempo para lanzar una sutil chicana al Presidente, quien el miércoles aseguró que el sistema sanitario "se relajó". Pese a que Alberto aclaró que no se refería al "relajamiento de los médicos" sino de las clínicas, Larreta aprovechó el malestar que se generó entre algunos trabajadores y lanzó: "Quiero aprovechar para agradecerle a todo el sistema de salud, tanto público como privado, por el esfuerzo descomunal e incansable que vienen sosteniendo hace meses, sin relajarse un segundo".

Tras la conferencia, hubo satisfacción en el larretismo porque aseguran que Fernández ayuda a la nacionalización de la imagen del jefe de Gobierno. La vez anterior había sido con el traspaso de la Ciudad para la provincia de Buenos Aires de una parte de los fondos adicionales que la Ciudad había recibido en 2016 por el traspaso de la Policía. Creen que le vino bien este cruce con el Frente de Todos debido al crecimiento de la imagen de Patricia Bullrich con un discurso más beligerente producto de no tener la responsabilidad de la gestión.

Como él se enteró por televisión de las restricciones, por la misma via le pidió a Fernández una reunión y este accedió. En el larretismo expresan su enojo con el Presidente (lo acusan de "perder el rumbo" en la lucha contra el coronavirus) y ponderan la postura del mandatario porteño. "Pagamos el costo de creerle a Alberto Fernández", lanzan. Y suman: "Está defendiendo la autonomía de la Ciudad y tiene la responsabilidad institucional de administrarla". Esto último, en referencia al ala extrema de JxC. Por eso, con cierta ironía aseguran que hoy Larreta se mostró "razonablemente duro".

Mañana, Larreta le llevará a la Quinta de Olivos las cifras de la situación sanitaria en la Ciudad y apelará a las palabras del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, quien defendió la presencialidad en las clases horas después del anuncio del Presidente. Según explicó el mismo Larreta esta mañana, la última medición que hicieron entre el 17 de marzo y el 12 de abril arroja que "menos del 1% del total de las 700 mil personas que asisten a las escuelas dieron positivo". La razón de Fernández de suspender la presencialidad no radica en esos números ni en los que le muestra Trotta sino en la logística que implica que un chico o una chica llegue hasta allí y es ahí donde, afirman infectólogos, se producen los contagios.

Un día sin interna en Juntos por el Cambio. Unidos detrás de la bandera de la presencialidad en las escuelas, entre ayer y hoy los dirigentes de la principal coalición opositora se mostraron unidos y dejaron las diferencias entre "duros" y "blandos".

El interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio emitió un comunicado en el que hizo hincapié en el rechazo a la suspensión de clases presenciales. Uno de los que replicó ese mensaje fue el ex presidente Mauricio Macri, quien sostuvo que "la improvisación e ineptitud, también en el manejo de la pandemia, han generado angustia y enojo en los argentinos". Luego se sumó la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que opinó que "fueron medidas autoritarias porque no consideraron la opinión de la Ciudad". Por su parte, el jefe de la bancada opositora de diputados, el radical Mario Negri, expresó: "¿Quién le va a creer ahora a Trotta en el Consejo Federal de Educación si el Presidente lo dejó colgado de una percha?". Mientras que la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, consideró que el Presidente "debería pedir disculpas" por sus declaraciones sobre el sistema de salud y afirmó: "Los médicos no se relajaron.

En medio de la suba de contagios diarios por la segunda ola de coronavirus, Fernández y Larreta se volverán a ver. El encuentro, según los plazos de la agenda del Presidente, duraría poco más de una hora. En ese tiempo intercambiarán opiniones y buscarán llegar a un acuerdo. O vuelve la buena sintonía o se tensionará más el vínculo en el peor momento de la pandemia, que azota fuerte a la Ciudad al punto de que los hospitales públicos y clínicas privadas muestran una saturación en la ocupación de camas.