Tras el anuncio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de que las clases presenciales volverían en febrero, los docentes salieron al cruce y advirtieron que realizaran "retención de servicio" ya que no están dadas las condiciones epidemiológicas para garantizar la seguridad de los docentes y alumnos.
En una entrevista con El Destape Radio, la secretaria general de UTE, Angélica Graciano, adelantó: "Si quieren empezar las clases el 17 de febrero vamos a hacer retención de servicios. No vamos a concurrir al lugar de trabajo”.
La dirigente del principal sindicato de docentes porteño criticó que “los anuncios demuestran que desconocen el funcionamiento de las escuelas y no tienen idea de cómo es dar una clase”.
“La situación sanitaria está descontrolada. Mantener una fecha a como dé lugar denota que no tienen un interés en la Educación Pública”, alertó Graciano y apuntó contra el plan del Gobierno porteño sobre que "quieren hacer una burbuja" al explicar: "Un docente secundario tiene cinco escuelas. Y no puede ir en bicicleta de escuela en escuela. Son palabras que suenan muy bien pero caen al vacío. No tienen un arraigo en la realidad de cómo organizar un establecimiento educativo”.
En ese sentido, aseveró que "desde junio del año pasado iniciaron una corriente aperturista con movidas marketineras en los medios” y arremetió que “no hicieron una sola obra en el verano". "Pedimos muy poco, reacondicionar baños y poner una persona para higienizar", sentenció.
“Se va a reclamar por las condiciones de los lugares de trabajo”, afirmó Graciana y dejó en claro que “el conflicto no es con un sindicato. Es con toda la comunidad educativa. Los padres también están organizados”.