El coronavirus no solo ingresó en algunas cárceles y comisarías. También se registraron casos positivos de COVID-19 en los tres institutos de menores que hay en la Capital Federal y en el Centro de Admisión y Derivación (CAD), que es el primer sitio al que van los menores apenas son detenidos. “Vamos a accionar judicialmente ante la falta de respuestas de las autoridades”, asegura a El Destape, Romina Piccirillo, delegada general de ATE en el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la ciudad de Buenos Aires (CDNNYA), órgano del que dependen los establecimientos. Desde el gremio vienen reclamando hace días por insumos, elementos de protección y un testeo de todos los trabajadores y menores alojados.
Los casos positivos de los que se tiene registro corresponden a un chico de 16 años, a dos enfermeras y a un agente de seguridad. Además hay más de 50 personas aisladas. “Desde la semana pasada que aparecieron casos positivos en todos los dispositivos”, afirma Piccirillo, quien también integra el Consejo directivo de ATE Capital. Y señala que “hace 2 meses venimos pidiendo a la dirección ejecutiva del consejo los elementos de protección personal para los trabajadores de los dispositivos de alojamiento”. Reclaman barbijos, protocolos de actuación y ropa de trabajo. A lo que sumaron, dado la expansión del virus, la solicitud de testeos masivos. Se trata de proteger a los trabajadores pero también, y fundamentalmente, a los menores. Ya que el contagio proviene de quienes entran y salen de los lugares de encierro.
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En la ciudad de Buenos Aires hay tres institutos de menores donde se aloja a jóvenes de entre 16 y 18 años involucrados en causas penales: el “General J. de San Martín”, el “Luis Agote” y el “Manuel Belgrano”. En los primeros dos trabaja el personal de salud infectado mientras que en el tercero, el agente de Seguridad. En total suman casi 40 internos.
El CAD, por su parte, es una especie de centro de distribución a donde se envía a los menores apenas son detenidos para evitar que pasen por una comisaría. Es el espacio con mayor circulación. Allí se dio el caso positivo del menor.
También están las residencias socioeducativas, que son espacios intermedios entre el instituto y la familia, explican desde la Defensoría General de la Nación. Son dispositivos de asistencia penal de puertas semi-abiertas. “En el Almafuerte hay un caso sospechoso que todavía no tiene los resultados”, indica Piccirillo.
Los casos
El primer caso de COVID-19 positivo del que se tiene registro fue una enfermera que trabaja en el instituto San Martín. Se detectó en el inicio de mayo. “Se reconstruyó el camino de los contactos estrechos que tuvo la enfermera. En principio, hubo un solo menor que entraba en ese grupo y quedó aislado. El chico está por cumplir los 14 días sin síntomas”, explican fuentes de la Defensoría. La mujer también se relacionó con otros empleados del lugar que fueron aislados.
En el instituto Agote también fue una enfermera la que dio positivo. Ocurrió la semana pasada. No había tenido contactos estrechos, según las fuentes consultadas.
Mientras que en el Belgrano, el infectado fue un agente de seguridad. Un menor debió ser aislado.
En lo que hace al Centro de Admisión y Derivación, el positivo fue un joven de 16 años, detenido el último fin de semana. El juzgado a su cargo estaba por disponer su traslado al instituto Agote pero para evitar un ingreso no controlado al lugar se le realizó el test PCR. Dio COVID-19 positivo. Desde la Defensoría indican que lo trasladaron al Hospital Álvarez a cumplir la cuarentena. “La está por cumplir. Con el alta, lo trasladan a uno de los hoteles de la Ciudad. Y ahí se resolverá según qué defina el juzgado”, añaden desde el Ministerio Público de la Defensa.
Reclamo urgente
De acuerdo a la reconstrucción que hizo El Destape, se aisló a más de 50 personas por los contactos que tuvieron los contagiados. “Perdimos la cuenta”, asegura Piccirillo. “Ya ingresó el virus. Ahora pedimos que se hagan testeos”, añade.
Según publicó Infobae, desde el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la ciudad de Buenos Aires señalaron que todos los institutos “cuentan con insumos necesarios para cumplir con sus funciones”, como cubre boca y alcohol en gel. Y que “el personal cambia su vestimenta al ingresar al lugar del trabajo y usa cubre boca”. Pero desde ATE salen al cruce.
En el gremio muestran distintas notas dirigidas a la presidenta del consejo, Karina Leguizamón, y una intimación del 20 de mayo en la que se reprocha “el silencio guardado a los insistentes reclamos realizados por nuestra organización”. Entre otras cosas, le reclaman “la urgente conformación de la Comisión de Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo y/o un Comité de Crisis con las representaciones gremiales” y que “disponga la inmediata entrega de insumos, vestimenta y elementos de protección personal (barbijos quirúrgicos, mascarillas faciales, guantes, alcohol, entre otros) a los/as trabajadores/ as del Organismo”.
“Desde el inicio de la declaración de emergencia sanitaria por el COVID 19 nuestra organización viene solicitando la entrega de Elementos de Protección Personal (EPP), capacitación adecuada y una mesa de diálogo a los fines de consensuar, conversar y discutir las diferentes acciones conjuntas para abordar seriamente la crisis”, se recuerda en el último escrito que ATE dirigió al CDNNYA.
Y se enfatiza que los riesgos se multiplicaron con la aparición de los primeros casos positivos en los institutos por lo que reclaman testeos masivos: “Desde hace una semana que se ha confirmado el primer caso de COVID 19 en un menor del CAD, así como en trabajadores/as en la Residencia San Martín y Belgrano, resultando imperiosa la entrega de EPP y el testeo de todos/as los/as trabajadores/as y menores alojados”.
Tal como adelantaron desde ATE, de no mediar una reacción gubernamental urgente realizarán una presentación judicial para encontrar una respuesta a esta problemática.