El Consejo de la Magistratura avanza con las denuncias que se realizaron contra tres integrantes de la Cámara Federal de Casación Penal. Este martes, la comisión de Disciplina y Acusación aprobó diversas medidas de prueba para esclarecer el caso de Juan Carlos Gemignani, quien fue denunciado por agredir a colegas a través de chats misóginos en el Día Internacional de la Mujer. El consejo votó citar a testimonial a las colegas de Gemignani en el tribunal, que se haga una encuesta anónima en toda la cámara respecto a la actitud del acusado en cuestiones de género y que se convoque a las entidades gremiales denunciantes. A la par, se sortearon los expedientes que se abrieron contra los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, a quienes se les pidió la remoción tras conocerse las revelaciones de El Destape sobre la Operación Olivos.
El caso Gemignani
Gemignani volvió a ser noticia por un acto misógino el pasado 8 de marzo cuando en un chat institucional que reúne a los integrantes de la Cámara Federal de Casación Penal, el magistrado trató de “delincuentes” a sus colegas mujeres al “saludarlas” en el Día Internacional de la Mujer. El mensaje “machista” provocó la reacción del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y le valió una serie de denuncias por mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura.
En el marco del expediente que se abrió por esos hechos, este martes la comisión de Disciplina y Acusación resolvió, por impulso de la consejera Graciela Camaño:
- Citar a prestar declaración testimonial de las tres juezas que integran la Cámara de Casación: Ana Figueroa, Ángela Ledesma y Liliana Catucci. Las primeras dos fueron las que no dejaron pasar el ataque de su colega y le pidieron al presidente del tribunal, Gustavo Hornos, que interviniera, algo que no hizo hasta la actualidad. Las tres magistradas serán consultadas si prefieren declarar ante la presencia Gemignani o si desean que el acto se desarrolle a través de videoconferencia evitando la confrontación presencial con el magistrado denunciado. Gemignani o el abogado defensor que designe podrá ser parte del proceso y formular las preguntas que considere pertinente a las juezas. Cuando terminen las testimoniales, Gemignani podrá brindar sus explicaciones y a la vez ser interrogado por los consejeros.
- Citar a entidades gremiales del mundo judicial para verificar si tuvieron conocimiento de otros hechos de violencia de género cometidos por y si han recibido quejas de funcionarios y empleados. Si hubo alguna víctima, podrá ser convocada a prestar testimonio de forma reservada. Gemignani tiene un antecedente que fue público y que le valió la sanción del consejo: ordenó detener a una empleada de la Casación porque no ejecutó una orden que él le impartió. Por tal motivo, en la presentación que la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) hizo ante el consejo por este caso, se resaltó que los mensajes misóginos de Gemignani “muestran un desprecio sin parangón hacia el género femenino, que resultan intolerables para quien ocupa un cargo de tan alta jerarquía dentro de la función judicial” y que “en nada nos sorprende, teniendo en cuenta los hechos narrados en denuncias anteriores, que muestran en su cotejo, una reiterancia o patrón de conducta sistémica de violencia hacia la mujer”.
- Que el Cuerpo de Auditores del Consejo de la Magistratura realice una encuesta anónima entre empleados y funcionarios de la Cámara de Casación para verificar si Gemignani cometió otros hechos de violencia de género. Se indagará si el magistrado denunciado cometió hechos de maltrato hacia las mujeres en el ámbito laboral, si profirió alguna manifestación denigrante, si trata en forma desigual a las mujeres, y si hizo algún comentario inapropiado “hacia el género femenino o hacia el feminismo”. “La recolección de la encuesta será a través de una urna, en la que cada integrante de la planta de la Cámara Federal de Casación Penal depositará el formulario impreso con su respuesta sin identificar la autoría”, se precisó desde el consejo.
En estos tres puntos, la votación fue 5 votos afirmativos contra 4 negativos.
A su vez, los consejeros –ya sí de forma unánime- insisten en saber si en la Casación se ordenó certificar el contenido del chat ofensivo y si se dio inicio a alguna actuación en relación a los hechos denunciados. En caso de que la respuesta sea afirmativa, piden copias. Pero nada va a llegar pronto al consejo porque el presidente del máximo tribunal penal del país, Gustavo Hornos, no avanzó en nada con este tema.
Por su parte, la consejera Vanesa Siley solicitó que se requiera si Gemignani realizó capacitación en género durante los años 2019 y 2020 conforme la ley Micaela N° 27.499., lo que también fue respaldado por los consejeros de la comisión.
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Los casos Borinsky y Hornos
A raíz de las publicaciones de El Destape sobre la Operación Olivos, donde se revelaron las visitas de jueces, fiscales, periodistas y empresarios de medios hegemónicos a Macri en la Quinta de Olivos –ingresos que el macrismo intentó esconder-, hubo presentaciones en el Consejo de la Magistratura.
Este medio reveló que el camarista Mariano Borinsky ingresó al menos 15 veces a la residencia presidencial y que su par Gustavo Hornos hizo lo propio en 2 ocasiones. Hornos ya había sido denunciado penalmente y ante el Consejo de la Magistratura por ingresar al menos 6 veces al despacho privado de Macri en la Casa Rosada. Todas estas visitas se dieron en momentos que Borinsky y Hornos –que integraban la sala IV- resolvían casos de alto impacto político en los que perjudicaban a los adversarios políticos del macrismo. Algunas causas en las que ambos tuvieron participación, como la de Dólar Futuro, recientemente fue cerrada por inexistencia de delito.
Tras la publicación de la Operación Olivos, hubo tres denuncias en el órgano que selecciona y sanciona jueces. Dos fueron contra Borinsky y Hornos y una restante solo contra Borinsky. Los denunciantes piden la remoción de ambos magistrados por mal desempeño.
Una de las denuncias contra Borinsky y Hornos la realizaron la hija y el hermano del excanciller Héctor Timerman, Jordana y Javier Timerman. Ambos pidieron la remoción de los camaristas por su mal desempeño en la causa del Memorándum con Irán, que el terminó costando la vida al exfuncionario nacional.
En el escrito que realizaron Jordana y Javier Timerman, remarcaron que los mismos camaristas rechazaron las recusaciones en su contra cuando se desarrollaba el caso, mencionaron las visitas de Borinsky y Hornos a la Quinta de Olivos, el ocultamiento de estas visitas por parte del gobierno de Macri y el interés del gobierno cambiemita en que la causa se reabriera. De hecho, fueron Hornos y Borinsky quienes ordenaron reabrir el caso cuando tanto en primera como en segunda instancia había sido desestimado. Este expediente quedó en manos de la consejera María Inés Pilatti Vergara.
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La otra denuncia contra Hornos y Borinsky la realizó el exbarra de River, Alan Schlenker. Este expediente quedó en manos de Carlos Matterson.
La denuncia que apunta únicamente a Borinsky la realizó el abogado Marcelo Hertzriken Velasco, quien pidió que se le inicie un juicio político al camarista y que se remitan las actuaciones a la justicia penal para que se abra una investigación en tribunales. Como en su presentación le faltó presentar el documento nacional de identidad, los consejeros lo intimaron a acompañarlo para poder darle curso a la acusación.