Zago, en la mira: los 10 minutos de tensión que destaparon duras críticas en su contra dentro del bloque 

El presidente de la bancada libertaria en Diputados es objeto de fuertes cuestionamientos internos por su forma de conducción. El rol de Karina Milei y los nombres en danza para reemplazarlo. La oposición dialoguista ni los registra.

26 de marzo, 2024 | 00.05

La Libertad Avanza atraviesa una dura interna en su bloque de la Cámara de Diputados. Su presidente, Oscar Zago, es resistido por un grupo de compañeros de bancada por su modelo de conducción. El enojo comenzó con un episodio en medio de la negociación por el dictamen de la fracasada Ley Ómnibus, que ahora en Casa Rosada buscan revivir con una nueva versión trabajada con opositores dialoguistas y los gobernadores. Circulan nombres para su reemplazo aunque su suerte todavía no está echada y sobre ella teje nada más ni nada menos que Karina Milei.

La semana pasada hubo una reunión de bloque que, como contó El Destape, tuvo como condimento especial el intento de unos nueve diputados de correr a Zago de la titularidad. El encuentro terminó en un cuarto intermedio y todavía es una incertidumbre lo que pueda llegar a ocurrir. Según supo este medio, lejos están de calmarse los ánimos y los cuestionamientos son variados y se acumularon a lo largo de estos poco más de 100 días de gestión.

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El “punto cero”, como les gusta decir a sus críticos internos, se ubica el 23 de enero cuando en el plenario de comisiones se disponían a firmar un dictamen del proyecto de Ley Bases que todavía no tenía una redacción final. De acuerdo a la reconstrucción que hizo El Destape, al momento de la firma del dictamen Zago se mostró molesto porque estaba fuera de la mesa en la que se negociaba el texto con la oposición dialoguista. Por parte del oficialismo participaban Menem y el ministro del Interior, Guillermo Francos. En represalia, se retiró de la reunión en la sala del anexo junto a Cecilia Ibañez y Eduardo Falcone, dos diputados que le responden, y “se amotinó” en el patio.

Con el argumento de desprolijidades en torno al proceso, dijeron que no  iban a firmar el dictamen. “Su objetivo era hacerle daño a la ley, que si se caía en esa etapa embrionaria iba a hacerle mucho daño al Gobierno”, acusó un diputado libertario.

El episodio, que duró diez minutos según un diputado que fue testigo, puso en riesgo el dictamen a tal punto que la diputada Paula Penacca (Unión por la Patria) reaccionó y bajó la lista de oradores para acelerar la firma y exponer que el oficialismo no tenía el número necesario. “Recién se estaban conociendo en el bloque y ya se notaba que no tenía ánimos de liderar”, reflexionaron en su bloque. La rispidez se disipó tras un llamado desde Casa Rosada que desbloqueó “el motín”.

En las últimas semanas el oficialismo consiguió robustecer su bloque al incorporar tres legisladores que ya funcionaban como aliados en la práctica. A la incorporación de José Luis Espert, anunciada por el propio Javier Milei, se sumaron la misionera Florencia Klipauka y el mendocino Álvaro Martínez. Este último tenía un monobloque y responde a Omar de Marchi, actual secretario de Relaciones Parlamentarias.

De Marchi, uno de los encargados de negociar las leyes del Poder Ejecutivo con la oposición, fue justamente el señalado como el que frenó (por ahora) la avanzada interna en LLA contra Zago. “Hay un malestar creciente respecto de sus métodos de conducción”, afirmaron en el oficialismo. “Cuida lo suyo y no coordina un proceso político”, agregaron.

Se le achaca también al diputado porteño su falta de capacidad para contener y consensuar visiones diversas al interior de una inexperta bancada. “No abre el juego”, acusaron. Todos estos cuestionamientos fueron construyendo una masa crítica y cada vez se profundiza más una confrontación que tuvo su punto cúlmine el miércoles pasado. 

El miércoles pasado, en una áspera reunión de bloque que duró cinco horas, nueve diputados intentaron correrlo de la conducción con críticas respecto a que no colectiviza las decisiones, no comparte la estrategia de negociación con la oposición, al tiempo que le cuestionan el manejo de contratos y su forma de digitar la integración de las comisiones. Los apuntados como los rebeldes son Lisandro Almirón, Gabriel Bornoroni, Nicolás Mayoraz, Santiago Santurio, César Treffinger, Lourdes Arrieta, Lorena Villaverde, Nadia Marquez y Beltrán Benedit. Hay otra diputada que es señalada como crítica de Zago y es la periodista Marcela Pagano, aunque no forma parte de ese grupo y es definida como “un electrón suelto” que parece mostrarse ajena a esta disputa.

Tras esa reunión, los críticos se molestaron por una información que afirmaba que Zago había sido ratificado al frente del bloque luego de una votación que arrojó 20 votos afirmativos y 8 negativos. “No existió eso”, denunció un diputado en diálogo con El Destape y visiblemente molesto por lo que definió como “una operación” de parte del porteño.

Zago llegó a Milei como parte de una estructura política satelital a la mesa chica del líder de los libertarios. Tenía la personería del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y cerró una alianza con LLA para que Milei tenga aspiraciones presidenciales. Desde ahí forjaron una fuerte relación aunque siempre mirado de reojo por Karina Milei.

La secretaria General de la Presidencia es muy cercana a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, con quien se muestra a menudo en eventos políticos y sociales. El riojano recibió la bendición de “El Jefe” en detrimento del propio Zago y hasta de Cristian Ritondo, a quien Mauricio Macri quería en ese lugar.

Entre los nombres que circulan como posibles candidatos a reemplazarlo suenan el cordobés Bornoroni, del riñón de Martín y Eduardo “Lule” Menem como también de Karina Milei. Aunque la hermana del Presidente también tiene entre sus predilectos al bonaerense Santiago Santurio. El tercero es el recién ingresado Martinez, delfín de De Marchi, cercano a Javier Milei. Cerca suyo destacan que es el “más neutral” de los tres y que podría contener a otros diputados que se vayan sumando. 

En el PRO y en Hacemos Coalición Federal miran de lejos y con poco interés la interna libertaria. Entre los amarillos aseguran que bastante tiene Ritondo para contener sus internas como para ocuparse de las del oficialismo. “Por eso no hay chance de un interbloque”, deslizaron. Mientras que en la bancada que conduce Miguel Ángel Pichetto señalaron que no tienen diálogo con ningún libertario porque “no tienen autoridad” para encarar una negociación. “No le prestamos atención a la bancada de La Libertad Avanza”, lanzaron.

El debate interno en el bloque oficialista sobre el futuro de Zago al frente de la conducción todavía es un proceso abierto y de cómo continúe dependerá no tanto de él y sus formas sino del avance de Karina Milei y las necesidades del propio Gobierno en las negociaciones para engrosar el bloque y mostrar que tiene capacidad para sacar leyes.