La oposición fuerza al Gobierno a negociar la ley ómnibus en el Congreso

La Libertad Avanza necesita sumar 91 diputados de la oposición dialoguista para la aprobación y el arranque de la discusión en el plenario de comisiones dejó en claro que va a tener que negociar. Aún los diputados macristas más cercanos dejaron un listado de diferencias respecto al proyecto y reclamaron correcciones. Por ahora, son más los interrogantes que las certezas.

10 de enero, 2024 | 00.05

En principio, ya quedó casi establecido que la delegación de facultades al Presidente será de un año, prorrogable por otro más, la mitad de lo que establecía el proyecto de ley ómnibus enviado al Congreso. El ministro del Interior, Guillermo Francos, acordó algunas "aclaraciones" con gobernadores patagónicos referidos a la ley de Pesca y con los de la región Centro respecto al futuro de los biocombustibles. Fuera de eso, hay mucho interrogante y desconcierto en los bloques opositores respecto a cuánto estará dispuesto el oficialismo a ceder del megaproyecto de más de 600 artículos, por eso se vuelve difícil un recuento respecto a los posibles apoyos a la ley en el recinto. Con todo, los bloques de la oposición dialoguista -Pro, UCR y Hacemos Coalición Federal- insistieron en el inicio del debate en comisión que desean dotar de las "herramientas" necesarias al gobierno de Javier Milei que cumple un mes en la Casa Rosada.

Para arrancar, la cuestión matemática. La Libertad Avanza cuenta con apenas 38 diputados, necesita reunir otros 91 legisladores para conseguir quórum en el recinto y la aprobación. El Pro tiene 37 legisladores, la UCR 34, Hacemos Coalición Federal 23 e Innovación Federal -que reúne a cuatro partidos provinciales- otros 9. La suma de estos cuatro bloques da 103, a lo que podrían añadirse monobloques o bancadas de dos legisladores que reúnen nueve legisladores más. Unión por la Patria cuenta con 102 diputados -por lejos, la bancada más numerosa- que junto a los 5 del FIT ya adelantaron su rechazo total al proyecto. Ya hay 107 en contra.

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Por lógica -luego del acuerdo de Milei con Mauricio Macri y de la asunción de la ex fórmula presidencial Patricia Bullrich y Luis Petri como ministros de Seguridad y Defensa, respectivamente-, la bancada de 37 miembros del Pro aparece como la más cercana a acompañar la ley. Sin embargo, el jefe del bloque y frustrado presidente de la Cámara baja, Cristian Ritondo, adelantó poco y nada hasta ahora y quien se muestra más activa es la ex gobernadora María Eugenia Vidal.

Luego de haberse encolumnado en la defensa del Gobierno, Vidal sorprendió en la discusión en comisión al plantear varias diferencias con la ley ómnibus. "Es muy importante que definamos cuáles son las prioridades en el tiempo de extraordinarias que tenemos para este debate", subrayó, casi obligando al Ejecutivo a una redefinición de la propuesta. Incluso, planteó una posición crítica sobre la privatización de YPF, también añadiendo la necesidad de que se distinga respecto al extenso listado de 41 empresas públicas que se pretende colocar con el cartel de remate.

Mayores dudas desparrama todavía el intrigante jefe de bloque de diputados radicales, Rodrigo de Loredo, que así como detalla una larga lista de diferencias con el proyecto oficial luego aclara que su bancada "no liderará ningún proceso de rechazo a nada". Algo común a los bloques en los que quedó fraccionado lo que fue Juntos por el Cambio es que incluyen legisladores con diferentes visiones respecto a la postura que deben tomar respecto a la gestión libertaria.

De Loredo encarna el ala más amigable con LLA mientras que Martín Lousteau y Gerardo Morales -el sector de diputados que responde a ellos- la más distante. Por eso, como sucedió durante la campaña, los diputados del Pro más cercanos a Horacio Rodríguez Larreta se perciben más en sintonía con los radicales de Lousteau. El interrogante es si el tratamiento de la ley Omnibus gatillará nuevos reacomodamientos en las bancadas cambiemitas. Los gobernadores de Juntos por el Cambio mantuvieron un encuentro virtual el lunes por la noche para solidizarse con el mandatario santafesino Maxi Pullaro por las amenazas sufridas, pero aprovecharon para mostrarse como grupo de poder en medio de esta discusión.

Una situación común a estas bancadas opositoras pero dialoguistas es que piden ser convocadas para negociar por el Ejecutivo, hasta ahora con escasos resultados. En ese sentido, el jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Angel Pichetto, puede darse por satisfecho porque al menos mantuvo ayer un encuentro reservado en el despacho del presidente de la Cámara, Martín Menem, con los funcionarios que participaron del debate en comisión, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillos y el vicejefe de gabinete, José Rolandi. Junto a Pichetto participaron otros integrantes del bloque como Emilio Monzó, Juan Manuel López y Carlos Gutiérrez, quienes anticiparon a los enviados de la Rosada los reparos al proyecto que detallarán en el debate.

Tratándose de funcionarios de segundo orden, poco pudieron responderles más allá de tomar nota de los planteos. El de Pichetto es otro de los bloques que podrían llegar a acompañar la iniciativa, aunque sólo por parte de un sector. Es que la bancada de Pichetto es heterogéneo y conviven allí legisladores de diferentes procedencias. Los socialistas santafesinos y Margarita Stolbizer adelantaron su rechazo y la Coalición Cívica de Elisa Carrió y los peronistas cordobeses plantearon diferencias sobre varias cuestiones. 

Además de la extensión de la delegación de facultades -que ya estaría en camino de modificarse-, otro punto que reúne a la oposición dialoguista es la negativa en eliminar la fórmula de movilidad jubilatoria y que sea el ministro de Economía, Luis Caputo, quien fije unilateralmente los aumentos. Al menos, exigen una cláusula que garantice que esos incrementos a sola firma del ministro serán superiores a la inflación, pero es un punto que en el Rosada no quiere ceder. 

Lejos de esas preocupaciones están las bancadas de Unión por la Patria y del FIT, que coincidieron en sus mensajes de rechazo frontal a las propuestas del Ejecutivo. También lo habían hecho a la conformación de las comisiones, a la decisión de que semejante megaproyecto sea discutido solamente por tres de estas comisiones y, ayer, se añadió el enojo porque algunos de los protagonistas notorios del Ejecutivo no se hicieran presentes para responder preguntas. El jefe de la bancada de UP, Germán Martínez, arrancó la reunión pidiendo la presencia del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro Caputo y del funcionario sin cartera Federico Sturzenegger. Como a la oposición dialoguista, su reclamo tampoco obtuvo respuesta.

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