La posición de la mesa ejecutiva del PRO, que conduce Mauricio Macri, puede ayudar a definir a algunos indecisos, pero la determinación final va a llegar este jueves en la habitual reunión de bloque. Los más optimistas piensan que, de un total de 38 diputados, podrían garantizarle 34 votos al Gobierno mientras que los restantes cuatro estarían para rechazar el veto a las universidades o ausentarse. Otra de las claves va a pasar por el bloque radical, donde un sector amarillo también apuesta a pescar voluntades favorables a Javier Milei.
En el bloque, el macrismo apuntará a construir una postura de consenso para avanzar en un voto común, aunque se descuentan filtraciones. La posición de Macri, se supone, debería ayudar en esa misión. Se estima que el PRO estaría en condiciones de garantizar cerca de 34 voluntades en favor del gobierno, un número similar al provisto para el veto a los jubilados. Los dos votos en contra de Milei llevarían los nombres del larretista Álvaro González y el ex árbitro, Héctor Baldassi, mientras que el fueguino Héctor Stefani estaría ausente.
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En agosto, cuando se discutió la ley, el macrismo tuvo otros ausentes: Sabrina Ajmechet, profesora de la UBA, y el misionero Emmanuel Bianchetti. La primera, cuyo mandato se renovará el año que viene, forma parte del grupo de bullrichistas, por lo que se estima que estará alineada con el gobierno. El segundo también tiene vínculo con este sector.
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El PRO extra amigable con el Gobierno también apuesta a conquistar “varios” radicales que jueguen con La Libertad Avanza. Las ausencias no le sirven a nadie, por lo que apuestan a buscar abstenciones para levantar el número necesario para llegar a los dos tercios, sin proporcionarle votos a la insistencia con la ley.
Desde el bloque radical manejan tres votos en favor del oficialismo. Serían los del cordobés Luis Picat, el correntino Federico Tournier y el tucumano Mariano Campero. También se habla de otras tres ausencias: la de Fernando Carbajal por licencia, además de las de Martín Arjol y Pablo Cervi, dos aliados de LLA en el veto a los jubilados.
Pablo Domenichini, rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown y potencial presidente del Comité radical bonaerense, aseguró en El Destape que los legisladores que vayan contra las banderas de la UCR deberían dar un paso al costado e irse del bloque si es que se sienten atraídos por las ideas de otro espacio político.
Domenichini disputó, el domingo, las internas centenarias en Buenos Aires frente a Miguel Fernández. El primero contó con el apoyo de Martín Lousteau y Facundo Manes, mientras que el segundo fue el candidato de Maximiliano Abad y la estructura partidaria. Ambos se proclamaron ganadores y la Justicia será la que determine el resultado final.
Pensando en el año que viene, Domenichini no descartó aliados pero rechazó estar nuevamente al lado del PRO, a cuyos dirigentes más visibles ubicó muy cerca de las políticas libertarias.
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Este lunes, Macri volvió a reunir a su mesa chica del PRO para definir una posición que llegó con críticas a Milei y una decisión más coherente con su partido que con el oficialismo. Los amarillos le echaron la culpa del conflicto a la falta de gestión y profesionalismo de la Casa Rosada. Un cuestionamiento que lleva varios meses pero que se hizo explícito ahora.
“Para el PRO la gestión importa”. Los macristas le cuestionan al Gobierno la falta de referentes con conocimiento para hablar de la cuestión universitaria y la ausencia de gestos que abran la puerta a la solución del conflicto. En las filas amarillas entienden que los sueldos docentes son muy bajos y que el gobierno tiene datos errados, pero también que es necesario colaborar con el oficialismo.
Con críticas y demandas, Macri anunció su intención de acompañar el veto, más por una cuestión de coherencia interna que de relación con la Casa Rosada, a la que pareciera estar haciéndole un favor. Los argumentos serán los mismos que los utilizados para los jubilados y el DNU de la SIDE. Por un lado, el no haber especificado de dónde provendrán los fondos para sostener la ley. Por el otro, la falta de transparencia. Sin embargo, a muchos les costará defenderlos y no pedirán la palabra.
En la reunión no hubo, sin embargo, un acuerdo total. No todos estuvieron en la misma línea, pero la disciplina partidaria logró sacar el comunicado. Incluso, dentro del propio PRO se cuestionó que Milei prorrogó el presupuesto 2023, por lo que las partidas de dinero deberían ser adjudicadas por el gobierno y no por los legisladores. Por otro lado, se criticó que el Ejecutivo no conformó los órganos para auditar. Una suerte de puesta en escena en la que se exige pero no se hace nada para garantizar los objetivos.