Después de medirse políticamente con el Frente de Todos en Diputados, Juntos por el Cambio relanza su estrategia en el Congreso de la Nación y quiere quedarse con la iniciativa parlamentaria. Sin nada definido, ni siquiera un temario, la oposición ya mira el 19 de octubre como la fecha indicada para avanzar con la sanción de las leyes de etiquetado frontal y promoción ovina, dos tópicos que podrían haberse debatido la semana pasada pero que quedaron en la puerta de entrada del recinto.
A esta altura, tres cuestiones parecen estar encaminadas. Primero, la oposición propondrá debatir los temas que el oficialismo quiso tratar la semana pasada. Segundo, la jornada se engrosará con proyectos menores que todavía están en análisis porque la intención es lograr el consenso con otros bloques opositores. Tercero, sólo habrá una sesión antes de las elecciones del 14 de noviembre. La pregunta es si ese debate será convocado por Juntos por el Cambio con el visto bueno del Frente de Todos o viceversa.
En las últimas horas, el interbloque de Juntos por el Cambio dio como semi confirmada una sesión el próximo martes. La fecha se filtró casi para molestar a los bloques opositores más pequeños porque, según circuló, se barajó en una reunión informal con el oficialismo. Lo cierto es que todavía no está cerrado el debate del 19 y el encuentro en el recinto se hará por consenso con todos los espacios, no sólo entre los dos mayoritarios.
Más allá del apuro, todavía no hay un temario cerrado. Tanto desde el oficialismo como desde la oposición aseguran que aún están en negociaciones, algo que seguirá charlándose un par de días más. Sin embargo, el eje troncal de la sesión, cuando sea que vaya a hacerse, serán etiquetado frontal y ovina. El 6 de octubre, cuando el Frente de Todos no logró el quórum necesario para habilitar el debate, la primera iniciativa estuvo incluida y la segunda iba a ser incorporada a pedido de otros espacios pero el juego político lo impidió.
Con el argumento de que el oficialismo tiene que conseguir el quórum sin colaboración, salvo acuerdo previo, Juntos por el Cambio presionó al FdT y pidió un trueque para dejar funcionar el Congreso. Sólo iban a bajar a dar quórum si el oficialismo habilitaba el tratamiento en comisiones de la reforma de la ley de alquileres, boleta única, emergencia educativa y presupuesto 2022. Las exigencias no se aceptaron, la sesión se cayó e iniciaron una rueda de negociaciones informales.
De yapa, en medio de la puja electoral la oposición logró enojar a los bloques más pequeños que debieron esperar reuniones con el oficialismo, luego del interbloque de Juntos por el Cambio. Para fogonear esa molestia, se difundió el 19 de octubre como la nueva jornada de sesión presencial. Como si fuera un pacto con el FdT, algo que no sucedió.
En el medio, una cosa es cierta. Todos quieren debatir pero ninguno discute los órdenes del día. En realidad, se trata de una puja política que va mucho más allá del parlamento. Por un lado, para la oposición Máximo Kirchner perdió al no conseguir habilitar el debate la semana pasada. Entienden que el oficialismo siempre logró el quórum y no haberlo hecho ahora implica una merma en el poder. Para el Frente de Todos, Cambiemos volvió a ser el espacio político del palo en la rueda. Además, demostró que el Gobierno no tiene mayoría en la Cámara Baja y echó por tierra el argumento opositor.
Por eso, la sesión se transformó en una herramienta para dar otro debate. La oposición no quiere habilitar el Congreso para temas "polémicos" propuestos por el oficialismo, léase reforma judicial y de la ley del ministerio público fiscal, pero sí para los propios, como la boleta única en pleno año electoral o la reforma de la ley de alquileres. El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, confirmó en El Destape Radio que esa normativa tiene puntos buenos y otros que es necesario reformar con foco en legislaciones locales. Normas de alquileres en cada una de las provincias.
Así, mientras se intenta llegar a acuerdos, la verdad de la milanesa recién se conocerá con una nueva convocatoria. Mientras algunos sostienen que se sentarán a debatir si el temario incluye etiquetado y ley ovina, otros todavía quieren recolectar más proyectos de consenso y otros se fijan en las formas. Ese, dicen, fue el problema de la semana pasada. La pregunta es si volverá a serlo en el futuro.