El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, deberá definir este viernes si el próximo lunes habrá clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires o si respetará el Decreto de Necesidad y Urgencia y avanzará con la educación virtual en pleno pico de la pandemia de coronavirus. El objetivo de la administración capitalina es avanzar con la vuelta al colegio de los más chicos y dejar al secundario bajo la modalidad remota pero aún no lo habían terminado de definir. Otra de las opciones es adelantar las vacaciones de invierno para evitar el desplazamiento a los centros educativos sin afectar el dictado de contenidos pedagógicos.
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Con 41.080 casos positivos y 551 muertes el jueves, un récord de contagios en un día a nivel país, Larreta se reunió con Fernán Quirós, ministro de Salud; Soledad Acuña, de Educación; Juan José Méndez y José Luis Giusti, de Desarrollo Económico. En el encuentro no lograron definir el futuro de la presencialidad escolar y aseguraron que posiblemente la idea final se terminará de delinear pasado el mediodía de este viernes.
Más allá de eso y de datos generales que se pusieron sobre la mesa del encuentro cumbre, cerca del jefe de Gobierno y de los ministros participantes arriesgaron una vuelta intermedia: que el jardín y la primaria regresen a las aulas y que los últimos años del secundario, de tercero a quinto, permanezcan de forma virtual. Sostuvieron que la Ciudad está "estable" en cantidad de casos porque siempre realizan la misma cantidad de testeos, aunque reconocieron que es una estabilidad muy alta. En la última jornada, la Capital Federal registró 3.093 positivos y 39 muertes.
Hasta la semana pasada, el secundario se desarrolló bajo la bimodalidad - "unos días al colegio, otros días desde casa" - pero en los últimos tres días directamente no hubo clases en ninguno de los niveles. Ante la decisión de volver a una fase 1 en zonas de alarma epidemiológica, el Gobierno porteño definió no dictarlas y recuperar los días perdidos a fin de año.
Dentro de los panoramas posibles que la Ciudad tiene escritos hace tiempo, el cuarto escenario plantea una presencialidad limitada a los maternales, sala de 5, 1°, 2° y 7° grados, 1° año de secundaria y Centros de Educación Temprana con revisión de horarios de ingreso y egreso. Este esquema sería el más parecido al analizado por el Gobierno.
Bajo esta modalidad, las escuelas permanecerían abiertas para garantizar tareas pedagógicas y administrativas. De forma remota, en tanto, funcionarían el resto del nivel obligatorio, educación de adultos, Formación Profesional, Superior universitario y no universitario en todas sus modalidades. En este caso, la reducción de la circulación alcanzaría al 73% con 205.536 estudiantes de forma presencial, 550.170 menos que en épocas normales, y 84.296 usuarios en el transporte público, una merma de 299.285 pasajeros.
Según el Decreto firmado por Alberto Fernández la semana pasada, las zonas más complicadas epidemiológicamente deben dictar clases de forma virtual, algo que judicializó la Ciudad que definió continuar con la presencialidad y abolir la educación durante toda esta semana para volver a los colegios la próxima.
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La provincia de Buenos Aires, por poner un ejemplo, continuará respetando las disposiciones nacionales y seguirán con la virtualidad escolar durante el momento más duro de la pandemia. En el territorio bonaerense, los gremios propusieron adelantar las vacaciones de invierno para que haya un parate educativo en medio del pico de contagios pero todavía no hay nada formal, según explicaron desde la gobernación.
En la Ciudad, en tanto, las posturas están más divididas. Si bien un funcionario aseguró que "es una opción muy posible", desde la cartera de Educación sostuvieron que es algo de la provincia, no de la Capital Federal. En concreto, podría hablarse de pasar el receso del 19 de julio a la primera quincena de ese mes o incluso a la segunda de junio.
Encuestas que dan mal
El tema clases y restricciones impactó de lleno en la sociedad. Según una encuesta de Proyección Consultores realizada entre el 21 y el 24 de mayo, la pandemia y sus variantes - vacunación y evitar el colapso del sistema sanitario - son la prioridad de una ciudadanía que considera que también debería ser el objetivo del Gobierno junto al control de la inflación.
El 64,6% de los encuestados en la zona de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires está más preocupado con la segunda ola que con la primera y el 73,9% se siente "mucho y bastante" en riesgo ante el COVID-19. Por eso, ocho de cada diez se mostraron de acuerdo con la frase "estamos atravesando el por momento desde que empezó la pandemia" y casi siete de cada diez están a favor de las restricciones (67,1%), número que sube respecto de la supresión de actividades sociales (76,9%).
A diferencia de lo que muchos buscaron instalar, el 67,6% - o sea casi siete de cada diez encuestados - cree que las medidas tomadas por Fernández son "necesarias" ante este contexto y el caso de las clases en la Ciudad generó grieta. El problema con el que se encontró Horacio Rodríguez Larreta fue generado por el propio Horacio Rodríguez Larreta al suspender la educación por completo.
Para el 39,3% de los consultados en la Ciudad y la provincia, las clases debieron continuar pero de forma virtual; el 32,5% está de acuerdo con la suspensión total durante tres días para recuperar lo perdido en diciembre y el 23,8% considera que debieron haber abierto los colegios. Sumadas las dos últimas posturas, más coincidentes con las decisiones del Gobierno porteño, el 56,3% está más en línea con lo definido en la calle Uspallata para estas semanas.
Un contraste llama la atención: a partir de marzo, las imágenes positivas de Alberto Fernández y Axel Kicillof empezaron a repuntar mientras que la de Rodríguez Larreta comenzó a declinar. El mes no es casual, se trata del momento en que los Gobiernos comenzaron a tomar medidas respecto a las clases y el inicio de la segunda ola.
Efecto restricción
El cierre de los comercios no esenciales y la suspensión de las clases presenciales tuvieron impacto en la movilidad dentro de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Datos del Ministerio de Transporte de la Nación indican que el miércoles, en el AMBA, circularon 1.462.365 personas. Este número, en relación al promedio de usuarias y usuarios que utilizaban el transporte público en días hábiles previos al aislamiento (4.242.450), reflejó una reducción del 66%.
Por otro lado, en comparación al miércoles 19 de mayo hubo, tras la publicación del último Decreto de Necesidad y Urgencia, una reducción de 552.745 personas en el uso del transporte público lo que significa una disminución del 27% entre el miércoles 19 y el 26. Además, si se compara el promedio de esta semana con la previa al inicio del ciclo lectivo (8 al 12 de febrero), se registró una reducción del 28% de pasajeros en el AMBA y en la Ciudad hubo una merma de circulación del 31%, mientras que en el Gran Buenos Aires fue del 27%.
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Según datos oficiales porteños, el movimiento dentro de la Ciudad se redujo esta semana en relación a la pasada. El jueves se registró una circulación de 215 mil vehículos por autopistas porteñas, un 18% menos que el jueves pasado. En el subte el miércoles viajaron 119 mil personas, un 35% menos que los que lo hicieron siete días antes y representó el 12% del volumen habitual que viajaba antes de la cuarentena.
Los colectivos, que realizan el 80% de los viajes que se hacen en transporte público, el miércoles trasladaron 3.281.000 pasajeros, un 29% menos que el miércoles pasado. En tanto, el sistema Ecobici registró ayer 6.500 viajes, un 27% menos que la semana pasada.