Facundo Castro fue hallado sin vida el sábado 16 de agosto en un cangrejal de la localidad de General Daniel Cerri, en la zona de Villarino Viejo. Fue visto por última vez con vida el 30 de abril, cuando partió de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca. El cuerpo esqueletizado estaba incompleto, le faltaban los brazos y algunas piezas dentales.
La información fue comunicada por la jueza federal María Gabriela Marrón a Cristina Castro, en un audiencia remota que mantuvieron a las 11 de la mañana, y de la que participaron los abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, y la Comisión Provincial por la Memoria, querellante institucional en la causa. El Equipo Argentino de Antropología Forense le informó oficialmente al juzgado Federal Nº 2 de Bahía Blanca el resultado de los estudios comparativos de ADN a los restos peritados en el laboratorio que tiene la organización en la provincia de Córdoba.
De la audiencia también participaron Luis Fondebrider, titular del EAAF, y Malena Derdoy, a cargo de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas.
La CPM anticipó en la noche de este martes que se trata de “un día importante para la causa pero también para Cristina y su familia”, y pidieron “respetar la intimidad”, además de tiempo y espacios “que son muy necesarios en estos momentos tanto para ella y su familia, como para el trabajo de las querellas”.
Con la confirmación de la muerte de Facundo, ahora las preguntas que deben formularse son claras: cuándo y cómo murió, y quiénes fueron los responsables en caso de que logre determinarse que se trató de una muerte violenta con participación de otras personas. Resta esperar la conclusión final de la autopsia para saber si fue posible determinar la data y la causa de la muerte, que se conocerá en un plazo no menor a 30 días y estará a cargo del EAAF.
La madre de Facundo y sus abogados no tienen ninguna duda, desde el comienzo de la búsqueda, de que el joven fue desaparecido y asesinado por agentes de la Policía Bonaerense, y apuntan además a un proceso de encubrimiento.
La autopsia podría arrojar algunas precisiones. Hay dos estudios en particular sobre los que están puestas las expectativas. El de diatomeas -algas unicelulares que se encuentran en el agua- para determinar mediante una muestra obtenida de la médula ósea si el cuerpo murió ahogado. Aunque expertos forenses advirtieron a El Destape que de confirmarse este dato, no podrá saberse si el ahogo fue de manera forzosa o accidental. Ese estudio está a cargo de la especialista Nora Maidana, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Otro resultado importante será el realizado por el entomólogo, que analiza la fauna cadavérica -rastros de insectos en el esqueleto- para determinar, con una ventana de tiempo, cuándo murió esa persona y desde cuándo estaba en el lugar.
Sin embargo, según anticiparon varias fuentes de la investigación a El Destape, se trata de un “proceso difícil” para determinar el modo de la muerte por el estado del esqueleto, incompleto, sin partes blandas y en estado avanzado de descomposición. Todavía están en proceso los análisis e informes que realiza cada perito que participó de la autopsia. Toda esa información será procesada por el Equipo Argentino de Antropología Forense, que confeccionará un informe integral, para luego informarle los resultados a la madre de Facundo y a la jueza.
Fuentes que tuvieron acceso al proceso llevado a cabo en el laboratorio que tiene el EAAF en la ex ESMA aclararon a El Destape que todavía “es imposible tener resultados preliminares, es una irresponsabilidad apurarse". La propia jueza federal María Gabriela Marrón advirtió que “todos los peritos actuantes, incluida la perito de parte, tienen deber de confidencialidad (guardar secreto), que se hizo saber a todos antes, durante y después de la pericia. Su violación tiene consecuencias penales".
La pericia, que estuvo a cargo del EAAF, una prestigiosa organización reconocida mundialmente, tuvo además la participación de 15 peritos de siete disciplinas, con médicos forenses, antropólogos, odontólogos y arqueólogos, entre otras especialidades.
En paralelo, se esperan también los resultados del peritaje escopométrico sobre la zapatilla secuestrada junto al cadáver, que la madre de Facundo reconoció y dijo que estaba “intacta”. Ese estudio fue encargado por el fiscal Ulpiano Martínez al Laboratorio Químico de la Policía Federal Argentina. La zapatilla de lona negra marca "Jaguar" fue sometida a un proceso de extracción de muestras de la plantilla y de la tela interna, en busca de restos orgánicos para elaborar una muestra de ADN y constatar si pertenecía a Facundo.
Cómo sigue la investigación: entre la desaparición forzada y el accidente
Una de las buenas noticias que tuvo la querella en las últimas semanas, que le ofrece mayores garantías y tranquilidad, es que fueron incorporados dos fiscales a la investigación, que ya participaban como auxiliares del fiscal federal Ulpiano Martínez, cuestionado y recusado en dos oportunidades por Cristina Castro. Se trata del titular de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), Andrés Heim, y del jefe de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), Horacio Azzolín, para "intervenir en forma conjunta o alternada" en la causa. La decisión fue tomada el 28 de agosto en una resolución firmada por el procurador general Eduardo Casal.
“Es espectacular, es lo que veníamos buscando y esperando, tener procuradurías específicas en el caso”, dijo Luciano Peretto, uno de los abogados de Cristina Castro, a El Destape. "Creemos que esta es la respuesta del Estado para Cristina. Los mecanismos institucionales funcionaron y ahora le dan garantía a la madre de objetividad en la investigación", agregó Peretto.
La causa está caratulada como desaparición forzada. La madre de Facundo y sus abogados apuntan a la responsabilidad policial. El fiscal federal de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez, se concentró desde el principio en la búsqueda del joven, y considera la hipótesis de un accidente en la zona donde fue encontrado el cuerpo.
Para los abogados querellantes, Leandro Aparicio y Luciano Peretto, Facundo fue desaparecido entre las localidades de Mayor Buratovich y Teniente Origone, luego de ser detenido en dos oportunidades por policías bonaerenses.
"No queda ninguna duda, mucho más con la prueba que producimos la semana pasada en tribunales, que es reservada. No hay ninguna duda de que a Facundo lo desapareció la policía de la provincia de Buenos Aires y no hay duda tampoco de quiénes participaron del encubrimiento", dijo esta semana Leandro Aparicio en declaraciones radiales.
El fiscal Martínez mantiene desde el principio otra línea de investigación, enfrentada a la de los abogados, y apunta al accidente. Considera que a Facundo, luego de las detenciones, lo dejaron seguir hacia Bahía Blanca -en plena vigencia de la cuarentena estricta en todo el país-.
En ese punto, el conflicto gira en torno a una testigo de identidad reservada que declaró haber levantado a un joven en la ruta 3, en su camioneta Honda HRV. Según dijo, lo dejó a pocos kilómetros del control fitosanitario de Gendarmería y siguió caminando por las vías para evitar un nuevo control policial. Allí, con más incógnitas que certezas, considera el fiscal que Facundo sufrió un accidente que terminó con su muerte.
La mujer declaró en dos oportunidades. Primero ante el fiscal Martínez y luego ante la Procuvin. Los abogados de Cristina Castro aseguran que el testimonio es contradictorio y que fue incorporado a la causa por la propia policía para desviar su responsabilidad en el hecho.
Quedan pendiente, todavía, una lista de medidas de prueba y de información técnica que fue solicitada, o está en proceso de elaboración, para determinar la ubicación de los patrulleros, policías, y del celular de Facundo.
Se realizarán peritajes sobre el patrullero Toyota Ethios secuestrado en la Unidad Policial de Prevención Local (UPPL) de Bahía Blanca. Buscarán rastros biológicos, huellas u objetos dentro del vehículo que puedan pertenecer o vincularse a Facundo Castro. Se trata de un móvil policial que realizó un “movimiento inusual y sospechoso” en la zona donde fueron hallados los restos humanos, según advirtió un informe de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense.