"Los empresarios deben asumir la responsabilidad que les cabe y no esconderse detrás de la inasible cadena de producción", sostuvo el consejo directivo de la CGT en un comunicado distribuido luego de que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, recibiera en su despacho al secretario general, Héctor Daer. En el tono más duro que adquirió en los últimos días, ya atrás aquellos coqueteos con los grupos empresariales, la CGT expresó su apoyo a las gestiones del presidente Alberto Fernández en el G20 para encausar la renegociación con el FMI y teniendo en cuenta "las consecuencias sociales provocadas por el irresponsable endeudamiento externo".
Varios hechos llevaron en los últimos tiempos a sintonizar mejor el discurso de la central obrera con el del Frente de Todos. Por un lado, el proceso interno de unidad que atraviesa la propia CGT, que reincorporará formalmente a su conducción en los próximos días a los sectores más combativos que representan Hugo Moyano y Sergio Palazzo. Por el otro, el anuncio de Juntos por el Cambio de impulsar el fin de las indemnizaciones por despido y la derrota del oficialismo en las PASO llevó a la central a involucrarse más en el respaldo al Gobierno, que incluyó una multitudinaria movilización para el Día de la Lealtad.
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En los últimos días se hicieron muy frecuentes las reuniones. Con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y también con Manzur, con el que está claro que se llevan bien. En una Casa Rosada bastante despoblada, el jefe de Gabinete recibió a Daer. "Dialogamos sobre las necesidades actuales de los trabajadores y las trabajadoras", dijo, en una amplia generalidad, Manzur. Pero casi de inmediato se conoció el documento firmado por el consejo directivo cegetista titulado "Los trabajadores no somos ajenos a la crisis social y económica que atraviesa nuestro país".
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El texto responsabiliza principalmente al empresariado por el "empobrecimiento generalizado" de los asalariados. "Siempre la culpa la tienen los otros y los aumentos de precio los pagamos los trabajadores y trabajadoras", sostuvieron allí, y reclamaron al Gobierno que haga cumplir a los empresarios sus obligaciones. "Hoy resulta imposible reconocer nuestra Argentina detrás de tanta desigualdad", añadieron en un tono impensado para la CGT hasta hace poco tiempo atrás.
El resto del documento está referido al viaje de Fernández y las negociaciones con el Fondo. "Acompañamos y apoyamos decididamente la firme posición de nuestro Presidente de no sumar nuevos impedimentos o postergaciones a la reparación del tejido social. Exhortamos a todos los actores sociales y políticos a acompañar las demandas de nuestro pueblo", concluyeron.
Mensaje a tono
Si se toman los discursos de los últimos días del Presidente, del ministro Martín Guzmán y del jefe del bloque de diputados, Máximo Kirchner, es evidente que el Frente de Todos avanzó en un mensaje común. De firmeza a nivel interno ante el rechazo de un sector empresario al control de precios y, en lo externo, frente a las exigencias del FMI para renegociar la deuda récord concedida a Mauricio Macri. "Irresponsable", la calificó la CGT.
No parecería la misma conducción cegetista que a mediados del año pasado compartió un zoom con los empresarios ultraopositores de la asociación AEA en donde le reclamaron al Gobierno "reformas" para reactivar el sector privado. Aquella movida enojó a Fernández y llevó meses recomponer la confianza en la relación. La decisión de impulsar un proceso de unidad que incorpore a la jefatura al sector de Moyano ayudó a direccionar el mensaje de la central nuevamente hacia las necesidades de los trabajadores.
En la última reunión del consejo directivo de la CGT, el martes pasado, confirmó la elección de las nuevas autoridades para el 11 de noviembre en un encuentro en Parque Norte. La central remozada incluirá una conducción tripartita que estaría integrado por Daer en representación de los grandes gremios de servicios, el metalúrgico Antonio Caló por el sector industrial y Pablo Moyano por el de transporte. Por otro lado, Andrés Rodríguez, de UPCN, mantendrá la secretaría adjunta, Gerardo Martínez, de UOCRA, la de Relaciones Internacionales y Sergio Romero la de Políticas Educativas. Más allá de todos estos nombres de varones, aseguran que la reorganización incluirá perspectiva de género y cupo femenino.
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