El ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Burzaco, afirmó este martes que la Policía de la Ciudad comenzará a utilizar las pistolas Taser en junio próximo, al haberse autorizado su importación.
Burzaco confirmó que "salieron las SIRA" que permiten la importación de las pistolas eléctricas, por lo que llegarán al país "en el mes de abril". En total, se trata de un cargamento de 90 pistolas que llegará inmediatamente y de otras 60 que arribarán al país más adelante, detalló.
En ese marco, el sucesor de Marcelo D'Alessandro aseguró que es posible que las Taser "estén operativas para el mes de junio o julio", luego de que los agentes policiales pasen por un período de entrenamiento y capacitación, según dijo a radio La Red.
“Creo que con las 150 Taser estaremos cubiertos", consideró Burzaco, y aclaró precisamente que, deben ser usadas por "un personal más especializado". Específicamente, explicó que son para tenerlas en sitios con "mucha concentración de gente y en brigadas de acción rápida, para situaciones en las que una persona tiene un arma o un brote psicótico".
A inicios de marzo pasado, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, confirmó que el Gobierno nacional "autorizó la importación de pistolas Taser" para las fuerzas de seguridad de la ciudad de Buenos Aires, tras la compra que había realizado la administración local en 2021 pero que necesitaba el aval del organismo dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación.
"Confirmo que finalmente la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) autorizó la importación de pistolas Taser a CABA", publicó Miguel en su cuenta de Twitter en ese momento.
El debate por las pistolas taser
Las pistolas Taser, que provocan una descarga eléctrica de 400 voltios que inmoviliza durante cinco segundos a quien recibe el impacto, son armas electrónicas que se regulan y controlan por la Ley de Armas y Explosivos de 1975 (20.429) y los Decretos 395/1975 y 1039/1989, detalló el Ministerio de Seguridad.
El debate en torno al uso de estas armas denominadas "no letales" volvió a a la escena pública tras el asesinato de la policía porteña Maribel Nélida Salazar a mediados de febrero en la estación Retiro de la línea C de Subte.
Pese a que son definidas por el Comité contra la Tortura de la ONU como provocadoras de "un dolor intenso" y constituyen "una forma de tortura y en algunos casos puede causar la muerte", reúne férreos defensores en dirigentes de la oposición como la precandidata presidencial del PRO, Patricia Bullrich, y principalmente, en funcionarios de la ciudad de Buenos Aires como Burzaco o como su antecesor Marcelo D'Alessandro.