El presidente Alberto Fernández denunció un "intento de golpe de Estado" en Brasil y su apoyo "incondicional" a su par Luiz Inácio Lula da Silva, luego de que los seguidores de extrema derecha de Jair Bolsonaro invadieran este domingo las sedes de los tres poderes en Brasilia. En el mismo sentido se expresaron otros dirigentes oficialistas, como Sergio Massa, Santiago Cafiero, Cecilia Moreau, Axel Kicillof y el embajador local, Daniel Scioli.
"Quiero expresar mi repudio a lo que está sucediendo en Brasilia. Mi incondicional apoyo y el del pueblo argentino a Lula da Silva frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando", afirmó Fernández en su cuenta de Twitter, un par de horas después de que se conociera la toma del Congreso, el Palacio de Planalto (sede del Gobierno) y el Supremo Tribunal Federal por parte de miles de manifestantes bolsonaristas.
"La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular. Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional", agregó el mandatario argentino.
Fernández aclaró que también habla "como presidente de la #CELAC y del #MERCOSUR" para poner "en alerta a los países miembros para que nos unamos en esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil". Y, en ese sentido, convocó a las demás naciones que conforman estos organismos supranacionales a demostrar "con firmeza y unidad nuestra total adhesión al Gobierno elegido democráticamente por los brasileños que encabeza el presidente Lula da Silva".
"Estamos junto al pueblo brasileño para defender la democracia y no permitir #NuncaMás el regreso de los fantasmas golpistas que la derecha promueve" concluyó Alberto Fernández.
En diálogo con un canal brasileño, Alberto dijo que siguió de cerca el discurso de Lula y las medidas para intervenir Brasilia. "Me alegra verlo tomando el control", opinó, al tiempo que dijo que espera que los responsables sean sancionados.
El repudio de Cafiero, Massa, Scioli y Cecilia Moreau
Minutos antes, el canciller, Santiago Cafiero, se había expresado en el mismo sentido: "Frente a las acciones golpistas de la derecha en Brasil, manifestamos nuestra solidaridad con Lula da Silva y alzamos la voz en defensa de la democracia brasileña", dijo también en Twitter, en la que fue la primera reacción del gobierno argentino frente a los hechos en Brasil.
"Repudio enérgicamente los actos de violencia y el asalto a las instituciones democráticas en Brasil. Hechos como estos atentan contra la democracia y la voluntad popular. Mi total apoyo a Lula da Silva y mi solidaridad para con el gobierno y el pueblo brasileño", afirmó por su parte el ministro de Economía, Sergio Massa.
La dirigente massista y presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, expresó a su turno: "Como presidenta de Diputados repudio de manera enfática la toma del Congreso Nacional de Brasil y le expreso toda mi solidaridad al presidente Lula da Silva. Estas acciones demuestran que la democracia se enfrenta al odio y que debemos combatir la intolerancia con más diálogo".
En el mismo sentido, el embajador en Brasil, Daniel Scioli, expresó su "más enérgico repudio a los actos de violencia institucional que se están llevando adelante en Brasilia contra los tres poderes". "Confío en la experiencia del presidente Lula da Silva, quien restablecerá el orden democrático", agregó.
"Condenamos el cobarde ataque golpista contra la democracia y contra el triunfo de Lula da Silva. Apoyo total al pueblo brasileño y al gobierno elegido por el voto popular", señaló por su parte, el gobiernador bonaerense, Axel Kicillof.
Además de Fernández, otros líderes de la región, como el mandatario colombiano Gustavo Petro o el chileno Gabriel Boric, también se expresaron en repudio de lo sucedido en Brasilia. Del mismo modo, expresaron su rechazó a los hechos el canciller mexicano Marcelo Ebrard y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.