En medio de proyectos que generan gran tensión como el veto a la movilidad jubilatoria y la derogación del decreto de los fondos reservados de la SIDE, el oficialismo pretende que el Senado sesione este miércoles para tratar la Boleta Unica de Papel (BUP), el item de la reforma electoral que tiene mayor consenso. Eso no quiere decir que vaya a ser aprobado porque los votos están muy justos. Todavía quedaban algunos puntos por resolver, pero en la Rosada eran optimistas. Para el jueves quedarían las sesiones especiales reclamadas por la oposición por la derogación del DNU de los fondos reservados de la SIDE y para aumentar el presupuesto universitario, donde el Gobierno podría sumar dos nuevas derrotas parlamentarias.
Impulsado por ONG's de diverso pelaje, el proyecto de Boleta Unica viene dando vueltas desde hace años. Pese a la seguridad y transparencia del sistema electoral argentino, de impecable funcionamiento durante las últimas elecciones presidenciales que ganó un candidato prácticamente sin partido, los impulsores de la BUP plantean que es más económico, transparente y democrático, porque facilita el control de las fuerzas políticas más nuevas y pequeñas que no necesitarán conseguir tantos fiscales para evitar que les roben las boletas.
Los detractores sostienen que facilita una mayor división del sistema político y que profundiza el problema de la lista "sábana", ya que sólo se coloca al primer candidato de cada agrupación, facilitando la aparición de aventureros y outsiders de diverso pelaje. El tamaño de la boleta será otro de los ítems a tener en cuenta. Los senadores de Unión por la Patria hicieron algunas pruebas con los candidatos que se presentaron en la ultima elección en Buenos Aires y terminaron imprimiendo un verdadero póster que llevaron a la reunión de comisión.
La propuesta se trató en comisión a principios de año y luego quedó demorada dado que las urgencias pasaban por otras cuestiones. Pero, superada la mitad del año, tomó nuevo impulso para que pueda aplicarse a partir de las elecciones legislativas de 2025. La boleta única se utiliza ya en cinco provincias y, básicamente, existen dos modelos: el que se usa en Córdoba y el que se usa en Santa Fe. El sistema cordobés incluye en una solo boleta toda la oferta electoral. El santafesino diferencia por colores cada rubro -presidente, senadores, diputados- que se colocan en diferentes urnas.
El que impulsa el Gobierno junto a la oposición dialoguista del PRO y la UCR es el sistema cordobés, que tiene media sanción de Diputados del año pasado. Los partidos provinciales -principalmente, los de Río Negro y Misiones- impugan que este sistema tenga la opción de tildar "boleta completa". En una elección presidencial, por ejemplo, esta posibilidad sería muy perjudicial para los partidos políticos que no tengan candidato a presidente. Por eso, estas fuerzas provinciales se inclinaron por el sistema santafesino con el acompañamiento de Unión por la Patria. Sin embargo, podrían aceptar la variante cordobesa en tanto se quite el tilde para la boleta completa. Hay dictamen para ambos sistemas y terminará de definirse en la previa a la sesión.
“Hay distintos sistemas de boleta única, es materia de discusión del Senado, de los propios senadores, a ver cuál es el sistema que queda. Nosotros nos adecuaremos y respetaremos lo que los senadores deciden respecto a eso", sostuvo el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, quien viene explicando la posición oficial. “Santa Fe y Córdoba reflejaron un ahorro del 50% de gastos de lo que era con sistemas de boletas partidarias. El año pasado el gasto de boletas para el Gobierno nacional fue más o menos de unos 30 millones de dólares. Si uno pudiera trasladar eso al ahorro que tendríamos con un sistema de boleta única, estimamos que sería unos 15 millones de dólares”, añadió.
Pero había otros problemas a analizar. El más complicado es qué sucede con las provincias que votan el mismo día que la elección nacional. En especial, el caso de la decisiva provincia de Buenos Aires. Votar el mismo día con dos sistemas diferentes es un gran dolor de cabeza, como quedó demostrado en la última elección en CABA, que fue un bochorno con la demora ocasionada por el voto con Boleta Unica Electrónica. La cuestión fue planteada en comisión por el senador y presidente de la UCR Bonaerense, Maximiliano Abad. Es casi un hecho que si se aprueba la BUP, el gobernador Axel Kicillof desdoblará la elección bonaerense, una medida que puede resultar clave en la cuenta nacional.
Otro punto que se discutió tuvo que ver con las PASO. Como sucede con todos los oficialismos, el Gobierno quiere derogarlas, punto que estuvo incluido en el proyecto original de ley Bases, luego desechado. La oposición -incluyendo a la dialoguista- no sumará sus votos para ese punto. Por eso, se decidió que el oficialismo presentará un proyecto aparte más adelante. Lo que se consensuó fue que las primarias se hagan una semana antes de lo estipulado para facilitar la implementación de las boletas únicas, ya que será más complejo todo el sistema de impresión. También se adelantarán la reserva de colores y la presentación de candidaturas, que quedarían para principios de junio de 2025.
Anoche, la versión más difundida era que la vicepresidenta Victoria Villarruel convocará a sesión para tratar esta cuestión el miércoles. Como se trata de una modificación electoral, necesita mayoría de votos en el recinto: 37 senadores. No puede haber empate y que desempate la vice. Si juntan toda la oposición dialoguista, llegarían con lo justo, no puede haber ni uno enfermo. Pero, aún con las dudas a cuestas, la posibilidad de conseguir un éxito es tentadora para el oficialismo.
Para el jueves, en tanto, se perfilaba otra sesión con pronóstico muy diferente para el Gobierno, que viene de recibir varios cachetazos legislativos. Para ese día dejarían el pedido de sesión para derogar el DNU de los 100 mil millones de pesos de fondos, que podría resultar el primer decreto en la historia en ser rechazado por el Congreso. Además de Unión por la Patria, votarían en contra el PRO y un sector del radicalismo. La otra propuesta a debatir es la que establece el aumento del presupuesto universitario y su actulización de acuerdo a la inflación, para la que también hay consenso de UP y buena parte de la oposición dialoguista. El oficialismo buscará evitar que se trate, pero las perspectivas parlamentarias de nuevo están complicadas para la Casa Rosada.