Así fueron los primeros 365 días de Axel Kicillof como gobernador

El mandatario provincial cumple su primer año de gestión aislado en la residencia de Chapadmalal por haber sido contacto estrecho de un caso de coronavirus. Los conflictos que afrontó ni bien juró como máxima autoridad. El andar de diez meses en pandemia. Lo que viene: la reactivación en PBA.

10 de diciembre, 2020 | 00.05

Nadie, absolutamente nadie en el gabinete del gobernador Axel Kicillof se hubiera imaginado un año tan complejo de gestión. Mucho menos que ese año fuera el primero. Este jueves 10 de diciembre el mandatario provincial cumple sus primeros 365 días al frente de la provincia más poblada de la Argentina. Lo hará desde la residencia de Chapadmalal ya que, por segunda vez, está aislado producto de haber sido contacto estrecho de una persona que contrajo Coronavirus. “La pandemia no terminó”, repite una y otra vez sobre la enfermedad que al día de hoy está controlada respecto de la cantidad de contagiados y contagiadas. 

Con conflictos solucionados, caminos allanados, luces y sombras, y un futuro que promete mejoras para todo el territorio bonaerense, El Destape realizó un balance del primer año de gestión. 

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Días antes de jurar, Kicillof afrontó una huelga de hambre por parte de los presos de las cárceles de la provincia de Buenos Aires quienes reclamaban mejores condiciones de alojamiento y que les garantizaran su alimentación. El conflicto fue una postal del futuro: los cruces con la policía y el hacinamiento en los calabozos bonaerenses fueron un tópico que se repitió a lo largo de 2020. El Gobernador, junto al ministro de Justicia, Julio Alak, arribaron a una solución antes de navidad. 

En la Legislatura bonaerense encontró un segundo problema que lo llevó a realizar conferencias de prensa los últimos días de diciembre de 2019 y los primeros de enero. La oposición no quería aprobarle modificaciones a la Ley Impositiva. A partir de ese momento, y para destrabar la negociación, Kicillof comenzó a recibir a los intendentes de Juntos por el Cambio para lograr un acuerdo. También fue una foto del futuro: reuniones del Gobernador con jefes comunales de la oposición en pos de unificar criterios y gobernar a la par. 

Tanto a nivel nacional como provincial, el jueves 19 de marzo, cuando las máximas autoridades cumplían sus primeros 100 días de gestión tuvieron que afrontar el mayor desafío político del 2020: el Presidente decretó la cuarentena en todo el país producto de la pandemia del Coronavirus. 

Axel Kicillof se abocó de lleno a reforzar el sistema sanitario y se propuso un objetivo que hasta el momento logró: que ningún bonaerense se quedara sin ser atendido. Repitió hasta el hartazgo que “trabajamos para que nadie se quede sin un respirador o una cama”. Para fines de septiembre, la Provincia llevaba invertidos $22.416.697.500 en insumos médicos, kits de testeos, barbijos, respiradores, equipamiento para los hospitales y mejoras salariales para los y las trabajadores de la salud

Con 630.006 casos confirmados hasta el 9 de diciembre; 548.963 personas recuperadas y 21.084 decesos, logró que los hospitales no colapsasen y que los médicos y médicas no tuvieran que tomar la drástica decisión de elegir quién vivía y quién no. 

Planes en seguridad y hábitat  

Otra gran conflicto fue la masiva tomas de tierras en Guernica, localidad de Presidente Perón. Miles de familias se instalaron allí y reclamaban un techo para vivir. El problema duró casi tres meses. El ministerio de Desarrollo bonaerense se instaló en el lugar y, día a día y reunión tras reunión fue logrando establecer canales directos con las familias y cientos de ellas se retiraron pacíficamente. Firmaron un escrito y la Provincia, actualmente, sigue asistiéndolos. 

Como respuesta de fondo a una problemática bonaerense de hace décadas, Kicillof anunció el Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Hábitat que prevé una inversión total de $190.186 millones entre 2020 y 2023. “El problema habitacional no es un tema coyuntural, es un tema estructural, histórico y profundo, al que hay que darle una respuesta multidimensional”, afirmó el Gobernador el día que presentó el programa. En 2021 uno de los objetivos será el de terminar y completar 11 mil viviendas en toda la Provincia. 

La sedición policial fue un conflicto que duró menos de una semana pero fueron las jornadas más tensas en la casa de Gobierno de La Plata. En 72 horas, un reclamo que había comenzado con una serie de protestas policiales en distintas ciudades del Área Metropolitana que demandaban mejoras salariales terminó con policías armados dando vueltas por Olivos. 

El Presidente intervino y saltó la grieta. Le quitó un punto de coparticipación a CABA y se lo devolvió a la Provincia. Con esos ingresos, Kicillof elevó el sueldo de la bonaerense a $44 mil, triplicó las horas CORES y las fijó en $120, y cuadriplicó el monto que se paga por la vestimenta: De $1.130 a $5.000. Las mejoras formaban parte de un plan de Seguridad mucho más amplio y que apunta a la formación de las nuevas y nuevos policías. 

La desaparición de Facundo Castro y el accionar de un sector policial que rememora prácticas de la dictadura también lo pusieron en el escenario político como actor relevante.  

La creación de nuevas cárceles y alcaldías en el conurbano fue otro logro que consiguió con el apoyo de todas las fuerzas políticas, a excepción de la Izquierda. El Frente de Todos en la Legislatura provincial sacó adelante una ley que le permitirá a Ejecutivo expropiar tierras en Quilmes, Merlo, Moreno, La Matanza y Tigre para crear nuevas cárceles. Tendrá un plazo de hasta 10 años, pero en Provincia quieren comenzar cuanto antes. 

Los salarios de los y las bonaerenses

El gobierno bonaerense realizó acuerdos paritarios con todos y cada uno de los gremios de la provincia de Buenos Aires. Ningún convenio fue por debajo de la inflación, y algunos hasta lograron recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante los dos últimos años de mandato de María Eugenia Vidal. Aun en pandemia, con una recaudación por debajo de lo estimado, desde los ministerios de Economía y Trabajo lograron hacer un equilibrio entre las demandas de los sindicatos y los números fiscales. 

El bolsillo de los y las bonaerenses salió indemne. La Provincia recuperó y fortaleció el diálogo con los espacios. Allanó un camino que había quedado trunco. 

Las clases en la Provincia no se suspendieron en ningún momento. Fue un año virtual, pero los y las alumnas recibieron la educación correspondiente. La baja sostenida de casos generó que, en los últimas semanas del año, las instituciones educativas abriesen sus puertas para los y las alumnas que lo necesitaban. El 2021 avizora un año educativo presencial. 

Los que viene: la esperanza de la vacuna

Antes de fin de año, el Ejecutivo provincial apunta a que las Cámaras de Diputados y Senadores  le aprueben el primer presupuesto propio al Gobernador. El mismo representa la herramienta de gestión y apunta a lograr una gobernabilidad del Frente de Todos. La ley de leyes plantea el modelo de gobierno para 2021.  

De esta forma, el ministerio de Infraestructura bonaerense, con Agustín Simone a la cabeza, será uno de los caballitos de batalla en pos de lograr una reactivación en la Provincia. Obras, obras y más obras. Ladrillos, pico y pala: así será el 2021.  

La tan esperada vacuna para combatir al coronavirus será la llave para salir adelante en todo el mundo y pensar, al ciento por ciento, en la pospademia. “Vamos a lanzar el Plan Provincial de Vacunación público y gratuito más grande del que se tenga memoria; va a ser una política pública la vacunación que requiere de una logística complejísima”, afirmó en varias oportunidades Kicillof. Además ratificó que “ni bien tengamos la vacuna esperamos vacunar a razón de 2 millones de bonaerenses por mes”. 

El objetivo será “vacunar a 6 millones de personas que incluye y los y las trabajadoras de la salud, de la seguridad, de la educación, a los mayores de 60 años y aquellas personas con enfermedades preexistentes”, y luego conseguir la inmunidad de rebaño. Para ello habrá que alcanzar a 12 millones personas”.

El primer año encontró más desafíos que posibilidades de gestionar como Kicillof lo había planificado meses atrás. El mandatario se recostó en su gabinete y logró sortear una pandemia que prometía arrasar con el sistema de salud como lo hizo en algunos países denominados del “primer mundo”. La puja constante de poder con los espacios más ricos de la Provincia no tuvo respiro. Así como tampoco la posición del Gobernador de equiparar los recursos y no seguir ahogando a los y las bonaerenses. 

Se cumplen 365 días de un gobierno que, a paso firme, avanza en luchas históricas y en ampliación de derechos. En la provincia que representa al 40% de la población argentina, los desafíos afloran día a día y son de lo más variados.