El diario The New York Times publicó el último viernes pasajes de un supuesto informe elaborado por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí, respecto a los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA y que contradice la versión que se sostiene hace años. ¿Qué difundió el periódico estadounidense? Que los ataques terroristas fueron cometidos por agentes de la organización libanesa pro-iraní Hezbollah pero que no contaron con la participación de ciudadanos argentinos ni recibieron colaboración directa de Irán. Es decir, derriba la tesis de la conexión interna y la línea oficial que guió a Estados Unidos e Israel por décadas. También asegura que los autores de los atentados están vivos. El Destape se contactó con los investigadores de los atentados, con familiares de víctimas y abogados relacionados a ambos casos para conocer su mirada sobre la notica que se difundió desde Estados Unidos y que no fue respaldada, al menos por ahora, con documentación.
Este medio se comunicó con la embajada de Israel para confirmar la información publicada por el New York Times pero al cierre de esta nota no hubo ratificación oficial: “Respecto a lo del New York Times, estamos la respuesta del Primer Ministro Lapid. Tenemos la dificultad de la diferencia horaria y que es Shabat”, indicaron desde la sede diplomática.
En pos de no hacerse eco de versiones periodísticas, el titular de la UFI AMIA, Sebastián Basso, explicó a El Destape: “No hay información oficial. Si el estado de Israel quiere aportar voluntariamente los datos y pruebas que ellos tienen y cree que puede ayudar a esclarecer el hecho son más que bienvenidos. En general los estados son reacios por múltiples razones a compartir oficialmente información de inteligencia. En el caso AMIA ya dijo Israel que los datos de inteligencia los compartirá en su caso con las agencias de inteligencia argentina. Como fiscal solo me manejo con pruebas que se puedan incorporar al expediente”, dijo.
Desde la AFI indicaron a este medio que “corresponde que Daniel Rafecas, quien tiene la causa AMIA, pida el informe del Mossad al Estado de Israel”. Pero el juez del caso –Rafecas subroga el juzgado donde está radicada la investigación- se encuentra de licencia por la feria. Así que hasta su regreso a la actividad, el 1 de agosto, no habría novedades en ese sentido.
La noticia del NYT
¿Qué difundió el NYT? El 22 de julio pasado, el periodista Ronen Bergman publicó en el diario estadounidense fragmentos de un supuesto informe del Mossad en el que se afirma que los atentados a la embajada de Israel (1992) y a la AMIA (1994) “fueron llevados a cabo por una unidad secreta de Hezbollah cuyos operativos, contrariamente a las afirmaciones generalizadas, no fueron instigados a sabiendas por ciudadanos argentinos ni ayudados por Irán en territorio argentino”.
De acuerdo al NYT, “los atentados fueron llevados a cabo por Hezbollah en venganza por las operaciones israelíes contra la milicia chiíta en el Líbano, según la investigación del Mossad. Dijo que Hezbollah había utilizado infraestructura secreta construida durante años en Buenos Aires y otros lugares de América del Sur para planear ataques”.
También se afirmó que “los explosivos utilizados en ambos ataques fueron introducidos de contrabando en Argentina por agentes de Hezbolá en botellas de champú y cajas de chocolate en vuelos comerciales desde varios países europeos” y que los “productos químicos utilizados para fabricar las bombas fueron adquiridos por una empresa comercial utilizada como tapadera para las operaciones de Hezbolá en América del Sur”. Y ahora, en lugar de apuntar a Irán, el Mossad apunta al Líbano. Afirma que “los atacantes no fueron llevados ante la justicia o asesinados en múltiples ataques de Israel contra Hezbollah a lo largo de los años” sino que “viven en el Líbano”. En teoría se emitieron “notificaciones rojas” de Interpol contra dos personas acusadas de ser los atacantes. Y, de acuerdo al diario norteamericano, “Estados Unidos busca a una tercera persona”.
En el artículo del NYT se menciona al comandante de operaciones de Hezbollah, Imad Mughniyeh, “como el jefe de la unidad que llevó a cabo los ataques” y se indica que “murió en una operación conjunta israelí y estadounidense en 2008”. Entre los autores se ubica a Hassan Karaki, "un alto operativo" que la organización libanesa pro-iraní supuestamente envió "con un pasaporte brasileño falsificado a Buenos Aires, donde compró la camioneta utilizada en el ataque a la embajada”. También se señala como parte del operativo a Talal Hamiyah, quien se dice que estuvo Buenos Aires y se reunió con Muhammad Nur al-Din, “un libanés de 24 años que había emigrado a Brasil unos años antes y accedió a actuar como suicida”.
Uno de los tantos puntos controversiales que se difundió es que “solo los operativos de la unidad de operaciones exteriores de Hezbollah participaron en los ataques, sin ninguna participación de los ciudadanos locales”, es decir, que no hubo conexión local. A lo que se sumó que "Irán no había estado involucrado en la realización de los ataques ni en la prestación de asistencia”.
En el artículo no se dan pruebas del supuesto informe. Tampoco documentación que acredite la información difundida ni precisiones en torno a las fechas en que se realizó la investigación. Solo se señala que “las conclusiones del Mossad se basan en información de los agentes, del interrogatorio de los sospechosos y de la vigilancia y las escuchas telefónicas” que se realizaron.
Pero aún si el informe -y las afirmaciones que sostiene- fuera cierto deja abierto demasiados interrogantes. Por ejemplo: ¿A 30 años del atentado a la embajada de Israel y a 28 del de la AMIA aparecieron las pruebas que modifican la línea que se siguió por décadas? ¿Qué cambió? ¿Por qué se difundió esta información vía un periódico estadounidense a poco de un nuevo aniversario del atentado a la AMIA y no se acercó el material a la Justicia argentina? ¿En qué elementos se basó durante todos estos años el direccionamiento de la investigación hacia Irán? ¿Si esa línea estuvo errada por décadas qué rol le cabe por esto a Israel y EE.UU.? ¿Y la pista Siria? ¿Por qué estaban las zonas liberadas cuando ocurrieron los atentados? ¿Por qué la Policía Federal infiltró a la comunidad judía y se hizo de información sensible y útil para los ataques? ¿Por qué la SIDE y la Justicia armaron una versión falsa sobre lo ocurrido?
Las reacciones
La noticia publicada por el NYT no pasó desapercibida para los distintos actores que están relacionados de una u otra manera tanto a la voladura de la embajada de Israel como el atentado a la AMIA. Las opiniones fueron las siguientes:
- UFI AMIA, Sebastián Basso
“No opino sobre notas periodísticas. El estado de Israel ya contestó oficialmente en el caso que la información de inteligencia será canalizada a través de las agencias de inteligencia correspondiente (en el caso nuestro sería la AFI o la dirección de inteligencia criminal del ministerio de seguridad)”, señaló a El Destape el fiscal Basso. Y añadió: “La investigación sigue su curso y se centra en las células de Hezbollah que operaron en la triple frontera durante la época de los atentados y que cooperaron con el acusado identificado y que aquí utilizaba el documento falso colombiano de Samuel al reda”.
- Embajada de Israel en la Argentina
“Respecto a lo del New York Times estamos la respuesta del Primer Ministro Lapid. Tenemos la dificultad de la diferencia horaria y que es Shabat”, se afirmó desde la sede diplomática a este medio.
- Horacio Lutzky, abogado y periodista, exdirector del periódico Nueva Sion y autor de los libros "Iosi, el espía arrepentido" –en coautoría con Miriam Lewin-, "Brindando sobre los escombros" y "La Explosión". Fue asesor parlamentario en el juicio político a la Corte menemista por no investigar el atentado a la embajada de Israel y observador en el juicio oral por el atentado a la AMIA.
En diálogo con El Destape, Lutzky precisó: “Estoy en contra de manifestar entusiasmo con esto que publicó el New York Times. Más bien lo repudio. Siempre estuve en contra de estos manoseados informes de inteligencia. Tanto cuando decían blanco como ahora que parecen decir negro, algo que tampoco es tan así porque lo primero que hacen es desincriminar cualquier tipo de participación de funcionarios locales y esto es clave. Después dejan como actores mediatos a Irán. Creo que esto ratifica que la causa AMIA es una payasada basada solo en informes de inteligencia. Y no se debiera creer en este presunto informe porque me gusta más que el otro”.
También consideró que “este informe es muy sesgado porque elude la opinión de quien era el jefe del Mossad en la época de los atentados, Shabtai Shavit. Este jefe iba por la línea de la pista Siria y de la participación de elementos de fuerzas de seguridad. Casualmente es el criticado en el informe”. El 5 de marzo de 2015, en una entrevista con La Nación, Shavit afirmó que “es posible que elementos en la policía o los servicios de seguridad hayan ayudado, directa o indirectamente, a quienes planificaron y cometieron los atentados”.
Por otro lado, el libro “Iosi, el espía arrepentido”, escrito por Lutzky y Lewin, da cuenta de la posible conexión local con los ataques terroristas. Iosi es José Alberto Perez, un agente de inteligencia de la Policía Federal que se infiltró en la comunidad judía y pasó a sus superiores información muy relevante sobre la AMIA. Lutzky se refirió al rol de Iosi y la nueva tesis que difundió el NYT: “Es muy grave este intento exculpatorio. Se renueva la intención de tapar todo lo que tuvo que ver con la conexión local, con la previa al atentado y con el encubrimiento posterior”. “En este sentido, la irrupción de Iosi confirma desde las entrañas que, por lo menos, la Policía Federal y su servicio de inteligencia utilizaron toda la información detallada que pasó Iosi sobre los sistemas de seguridad de AMIA, sus horarios, entradas, salidas y hasta la existencia de un ingreso por una puerta trasera, es decir, todo lo que se llama inteligencia previa de un atentado”, señaló.
“Iosi está convencido que esa información se usó para cometer la masacre. Miriam Lewin y yo también. Esto, por otra parte, lo pude corroborar como asesor de la comisión de juicio político a la Corte donde compulsé los expedientes y también pude ver la existencia de zona liberada de la Policía Federal, un patrón que se repitió en los dos atentados. Esto quiere decir que alguien sabía y que hubo un compromiso de agentes estatales en la perpetración y en el ulterior encubrimiento. Si lo hicieron directamente o suministraron la información a los criminales es una de las cosas a investigar. Pero es todo lo que este informe del NYT vienen a negar”, concluyó.
- Consultados para esta nota, desde Memoria Activa indicaron que preferían no opinar de información que desconocen.
- Sergio Burstein, familiar de víctima del atentado a la AMIA.
“Por un momento sentí como una reivindicación y, por otro, mucha bronca e impotencia porque el artículo del NYT sostiene lo que hace tanto tiempo vengo diciendo, de que no había pruebas, de que era todo una mentira, que la causa se sostiene en informes de inteligencia generados desde Israel y EE.UU. y que nunca nadie pudo transformar esos informes en pruebas judiciables. El Mossad reconoce que ningún ciudadano iraní tuvo relación con el atentado. Pero sí Hezbollah”, expresó Burstein.
“El lunes pasado se cumplieron 28 años del atentado a la AMIA sin absolutamente nada. Esto que publica el NYT nos demuestra por qué tanto empeño para que el Memorándum no se pueda llevar adelante. Mataron a Héctor Timerman. Van 28 años de mentiras y de falacias”, dijo. Y agregó, en conversación con este portal: “Es hora de que se investigue de verdad. No le creo nada al Mossad”.
- Javier Timerman, hermano del excanciller Héctor Timerman, acusado por la DAIA junto a CFK de traición a la patria por firmar el Memorándum de Entendimiento con Irán. La acusación, impulsada por el fiscal Alberto Nisman, sostenía que vía el Memorándum -que nunca entró en vigencia- se buscaba encubrir a los supuestos autores iraníes del atentado a la AMIA.
Apenas conocida la noticia, Javier Timerman, tuiteó: “Seguramente Fernando iglesias y Waldo Wolff con ayuda de un juez amigo procesarán al dueño del New York Times y al jefe del Mossad. Mientras tanto, perdí a mi hermano y peor aún: murió acusado de traición a la patria mientras el cáncer lo devoraba y no se le permitía tratarse”. “De más está decir q @DAIAArgentina sigue acusando a @CFKArgentina y muchos otros ex funcionarios y también a mi hermano de traición a la patria. Bajarán la querella?”, se preguntó.
El caso del Memorandum fue cerrado por inexistencia de delito por el TOF 8 pero esa decisión fue apelada y está siendo revisada por la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal.
- Mariano Fragueiro, abogado de Carlos Zannini en el caso Memorándum.
¿El informe, de ser cierto, puede tener impacto en el caso Memorándum? “En el tema Memorándum no hay delito así haya existido una conexión local en el atentado”, explicó Fragueiro. “Ahora, este informe, de ser cierto y chequeada la información que da cuenta el NYT, incide en lo que es la lógica jurídica para abonar a la tesis de que concluir con la causa es lo correcto. Ayuda por lo menos a persuadir a aquellos que desconfiaban que esto estaba mal hecho”, señaló a El Destape en referencia al cierre del caso Memorándum. “De corroborarse esto y estar absolutamente validado, donde impactaría directamente es en la investigación de AMIA y sus desprendimientos”, añadió.
- José Ubeira, abogado del policía bonaerense Juan José Ribelli, acusado de ser parte el atentado a la AMIA y que fue absuelto tras revelarse que la SIDE había armado esa versión. Actualmente, también es apoderado de todos los efectivos que fueron encarcelados producto de ese armado.
Ubeira se hizo eco de la noticia que publicó el NYT. “Celebro que la verdad se empiece a conocer de una vez por todas. AMIA fue siempre una arma arrojadiza entre los países que tenían interés en criminalizar a Irán”, expresó. “Desde el primer día, desde el momento en que se cruzó el cable desde la embajada argentina en Israel y se decidió armar una historia para dar una versión de los hechos, el caso fue siempre un entramado geopolítico y por esa razón nunca se permitió que la causa se cerrara. Este informe que da cuenta el NYT pone blanco sobre negro. Lo más grave es que utilizaron la mentira para victimizar a un grupo de personas sabiendo de antemano que todo era mentira”, agregó.
Tras el impacto que causó la noticia difundida por el NYT, la justicia argentina deberá constatar la existencia del informe del Mossad que se menciona en la versión periodística y luego analizarlo en profundidad ya que son demasiadas las contradicciones y las dudas que deja abiertas. Lejos de terminar, la noticia abre un nuevo capítulo a esta historia que ya lleva 30 años.