I-La escena
El 1 de septiembre de 2022, a las 20:52, en el barrio de Recoleta, Buenos Aires, Argentina, Fernando André Sabag Montiel intentó asesinar a la vicepresidenta de la Nación Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El atacante apuntó con una pistola Bersa del calibre 7.65 mm a la cabeza de la mandataria y gatilló dos veces, pero los disparos no se produjeron1. Afortunadamente, militantes peronistas y miembros de la Policía Federal detuvieron al atacante inmediatamente1. Montiel estaba vinculado al grupo ultraderechista Revolución Federal.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La vicepresidenta no se percató del atentado hasta que regresó a su domicilio. Durante y después del incidente, los simpatizantes de la vicepresidenta continuaron en el lugar entonando cánticos en su respaldo. El atacante, Fernando André Sabag Montiel, alias “Tedi”, es un brasileño de 35 años con antecedentes por portación de arma blanca y domicilio declarado en el barrio de Villa del Parque, aunque vive en el partido bonaerense de San Martín. En fotografías difundidas por los medios, se le observa un tatuaje del sol negro, símbolo neonazi.
Este intento de magnicidio puso a prueba el sistema político y sus herramientas institucionales para dirimir conflictos en Argentina. Afortunadamente, la vicepresidenta salió ilesa de este ataque.
El intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tuvo un impacto profundo en la sociedad argentina. A continuación, describo algunas de las reacciones y consecuencias:
Crisis y Conmoción:
El atentado puso a Argentina al borde de una crisis irreversible. La noche del 1 de septiembre de 2022, el país enfrentó una situación terminal y sin retorno. La democracia argentina se vio afectada, y algo se rompió en su tejido político.
La dramática escena del intento de magnicidio en Recoleta, con la impotente custodia presidencial, sumó a la crisis económica y al drama social que enfrenta Argentina. Los medios del mundo informaron que casi mataron a punta de pistola a la persona con más poder en la capital del país.
Reacción del presidente Alberto Fernández:
El presidente Alberto Fernández declaró que el atentado merecía el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina y de todos los sectores políticos. Sin embargo, también señaló que la convivencia democrática se había quebrado debido al discurso del odio que se había esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos en Argentina.
Convocó un día no laborable para que el pueblo argentino pudiera expresarse en defensa de la vida, la democracia y en solidaridad con la vicepresidenta.
Reacciones de la Oposición:
A pesar de la convocatoria, no hubo dirigentes de Juntos por el Cambio dispuestos a participar en la marcha. El párrafo incriminatorio en la convocatoria generó diferencias y complicaciones.
Los principales dirigentes opositores intentaron acordar un comunicado, pero el discurso del presidente, que incluyó críticas, anuncio de feriado nacional y convocatoria a la movilización en Plaza de Mayo, agudizó las diferencias.
Reacciones Internacionales:
Líderes de la región y del mundo condenaron el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El episodio generó una fuerte reacción global contra la violencia política.
En resumen, el intento de magnicidio dejó una marca indeleble en la sociedad argentina y puso a prueba su sistema político e institucional. La unidad y la condena a la violencia se mezclaron con tensiones y diferencias entre los actores políticos.
En medio de la conmoción y la controversia se consolidaron en acto los llamados discursos de odio que mostraron de manera decisiva su presencia y capacidad de acción.
Faltaba la encarnadura en un personaje y un espacio partidario capaz de administrar el odio desde el aparato de estado.
Un bizarro panelista televisivo y un partido político diminuto y sin tradición en el país, se convertirían en la opción de gestión estatal del odio, desarrollemos esta hipótesis.
II- Historizar a Javier Milei
La caracterización estructural del fenómeno de La Libertad Avanza en general y el presidente Javier Milei en particular sigue la línea argumental ya trazada en estudios anteriores. En ellos se concluía:
“la defraudación con los gobiernos propios y el impacto de la desindustrialización inducida por el neoliberalismo, junto a la preexistencia de discursos de ultraderecha e incluso racistas en las sociedades argentinas y brasileñas, parecen ser los componentes estructurales del denominado “giro al centro”, tanto de Lula de Silva como de Cristina Kirchner y la aparición de figuras como Jair Bolsonaro y Javier Milei.1
Obviamente, hay diversos factores que se sobreimprimen a estos aspectos estructurales y deberán ser analizados a la hora de explicar fenómenos tan complejos como resulta el surgimiento de opciones de ultraderecha.
Apuntaba Rodolfo Walsh:
Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas2
Pues bien, el paradigma de deshistorización de la práctica política de los sectores subalternos, que brillantemente describe Walsh mostrándola como operación ideológica de los sectores dominantes, replica en su matriz conceptual en el borramiento de la historia por parte de los aparatos ideológicos de Estado, de aquellos candidatos que en una coyuntura específica son puestos en forma para producir, reproducir y ampliar los intereses del bloque de poder dominante.
Los candidatos del establishment, dado el fracaso social sistemático a que conduzco y conducirá el proyecto neoliberal, en todas las diversas modalidades de aparición que deben desplegar, aparecen sin historia.
Es el periodista Ari Lijalad el que nos ofreció una clave central para historizar a Javier Gerardo Milei y mostrarlo como lo que es: Un mascarón de proa para desplegar la cuarta ola neoliberal en el país aunque con particularidades.
"Por más que el presidente se enoje, se burle, haga caritas. No tiene plan de estabilización. No es una cuestión técnica, es una cuestión política y social, la sociedad y los empresarios tienen que creer en eso para tener efectividad. Este gobierno no lo tiene: es solamente un plan de ajuste"3
Los sectores del poder económico no lo “miran” por sus “ideas”, a las que le prestan escasa atención, sino por su capacidad electoral de ser el nuevo portador del viejo proyecto neoliberal adecuado a la coyuntura económica, política y social del primer cuarto del siglo XXI.
Al respecto, Carlos Pagni, gran intérprete de pensamiento del establishment, señala:
…el mercado no está mirando el programa económico del candidato más competitivo, mira su capacidad política, su capacidad para gobernar. Habrá que ver cómo hacen para garantizar gobernabilidad y generar alguna confianza, pero a su vez ocultarlo para que no parezca que los que vienen en contra de la casta en realidad ahora están siendo vehículos de la casta.4
Para entender a Milei, entonces, hay que observar sus bambalinas, qué hay por detrás, y dirigir entonces la mirada a Victoria Villarruel y sus soportes jurídicos, políticos y militares que se describen claramente en la investigación de Lijalad.
Parafraseando a Rodolfo Walsh, diremos que enfrentar con eficacia a la ultraderecha requiere historizarla.
Al respecto leemos en un trabajo de reciente de Ari Lijalad:
Victoria Villarruel, compañera de fórmula de Javier Milei, se presenta como una simple militante de la memoria completa, que no es otra cosa que un eufemismo del negacionismo y la reivindicación del terrorismo de Estado. Pero oculta algo que queda al descubierto en la escritura fundacional del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV), a la que accedió El Destape, y es la red de contactos que la vinculan no sólo a exfuncionarios dictatoriales sino principalmente a los estudios jurídicos más importantes de la city porteña, es decir, a los representantes de las principales corporaciones del país, incluidos los abogados y recaudadores de Mauricio Macri. La historia se repite: detrás del genocidio iniciado en 1976 hubo un plan de miseria planificada y concentración de la riqueza; detrás de su reivindicación actual también. 5
Efectivamente, en el desarrollo de la investigación, Lijalad observa que los mismos actores (hijos y nietos) que se presentaron detrás de cada ola neoliberal desplegada en nuestro país a partir de la última dictadura de mediados de los años 70, están hoy presentes en el intento de iniciar la cuarta experiencia.
Se disponen a utilizar para esta noble tarea, frente a la derrota de su delfín predilecto, Horacio Rodríguez Larreta, en las PASO y el estancamiento electoral evidente de Patricia Bullrich, a la nueva figura que, aunque estrafalaria en apariencia, será orgánica a sus intereses en esta nueva fase neoliberal a la hora de un gobierno “libertario”.
Este Javier Edgardo Milei, en apariencia “un personaje sin historia”, hijo del Tic Toc, Mauro Viale, Ale Fantino y poco más. Personaje al que la patria consultora y analistas de derecha y progresistas Dolce Gabbana, han transformado en algo parecido al Aloe Vera, encontrándole diariamente “nuevas propiedades”, en este caso de “eficacia electoral”.
Atributos novedosos que, al parecer, seducen más y más a un electorado tan desencantado - como enojado y esperanzado - tras el fracaso en los dos últimos gobiernos de las dos grandes coaliciones surgidas tras la crisis de salida de un cuarto de siglo de hegemonía neoliberal en el año 2001.
Crisis que condensa las dos primeras oleadas neoliberales que, como sabemos, comenzaron en el año 1976 con la última dictadura y se interrumpieron casi sin solución de continuidad en el año 2003, con el gobierno popular-democrático encabezado por Néstor Carlos Kirchner.
Así las cosas, des historizar a Milei parecía la tarea de la hora de los sectores dominantes y el aparato de medios que les es funcional.
Transformarlo en un personaje “sin historia”, y como tal novedoso, cuyas condiciones estructurales de aparición como la desindustrialización, la defraudación con los gobiernos propios y una potente cultura de derecha preexistente se invisibilizan.
Entre las condiciones estructurales, y para historizar la aparición de Javier Milei, debe considerarse muy especialmente las mutaciones socioeconómicas y políticas impresas sobre la persistencia de una potente cultura de derecha autoritaria preexistente que se sintetiza muy bien en la categoría de “Autoritarismo social” que los sociólogos Giselda Catanzaro y Ezequiel Ipar despliegan en el estudio “Nueva derecha y autoritarismo social” publicado en la revista Mestiza
Advierten Catanzaro e Ipar:
La interpretación de dicho proyecto en todas sus implicancias reclama, sin duda, el estudio de nuevas torsiones en el campo político. Sin embargo, tenemos que analizar estas transformaciones sin perder de vista esa dimensión social más densa y amasada en la larga duración a la que nos hemos referido recuperando el concepto de autoritarismo social. Su consideración apunta a que no quede incomprendida la complejidad de lo social, pero también a evitar que la política resulte reductible a un problema de grandes personajes, cuyas alquimias pueden ser serena, profesional y ecuánimemente evaluadas al interior del análisis del discurso de los políticos. 6
Para situar históricamente a Javier Milei lejos del “panelista disruptivo” y ya constituido como candidato y luego presidente, soporte material de la cultura de odio dispuesto a administrarla desde el aparato estatal, es conveniente releer a Rodolfo Walsh sobre una de las características específicas de las prácticas que impulsan los sectores dominantes en nuestro país.
III- Femimagnicidio y administración estatal del odio
Señalaba Rodolfo Walsh en el año 1969:
Dentro del sistema, no hay justicia. Otros autores vienen trazando una imagen más afinada de esa oligarquía, dominante frente a los argentinos, y dominada frente al extranjero. Que esa clase esté temperamentalmente inclinada al asesinato es una connotación importante, que deberá tenerse en cuenta cada vez que se encare la lucha contra ella. No para duplicar sus hazañas, sino para no dejarse conmover por las sagradas ideas, los sagrados principios y, en general, las bellas almas de los verdugos7.
Este temperamento asesino de los sectores dominantes, siempre presente en la historia nacional, cuyo epicentro fue la masacre de 30.000 ciudadanos aún hoy desaparecidos en la última dictadura militar, en el caso del gobierno de Javier Milei tiene un episodio bautismal de notable profundidad: El intento de femimagnicidio sobre la dos veces presidenta y vicepresidenta entonces en ejercicio, Cristina Fernández de Kirchner.
Como señalamos en el inicio, el intento de femimagnicidio fue una bisagra histórica que ha hecho saltar por el aire el pacto democrático de 1983 que convino en nunca más la supresión física por diferencias políticas o ideológicas. La respuesta a semejante aberración en propios y extraños no estuvo a la altura de lo esperado en una sociedad que se decía democrática. Se trata de un episodio trágico, que consideramos crucial en la emergencia de nuevos representantes de la ultraderecha como el actual presidente.
Insistimos con que una parte extendida de la sociedad tuvo desde siempre miradas de derecha conservadora e incluso dieron apoyo a dictaduras feroces.
Al respecto si Perón llenaba plazas, la contra revolución “libertadora” también lo hacía. Es necesario aquí recordar también el apoyo civil a la última dictadura militar, extendidos segmentos sociales en particular medios y medios altos, dieron soporte ciudadano al golpe de estado del año 1976.
Recuperada la democracia, sin embargo, sobrevendrá la idea de un acuerdo supra – partidos y socialmente horizontal para que “nunca más” la supresión física del adversario fuera un método aceptado para resolver diferencias políticas, por más profundas que estas fueran.
Sin pretender agotar la discusión sobre cuando se quebró este pacto democrático, es evidente que con el atentado a Cristina Kirchner, ese acuerdo reiteramos, estalló por los aires.
El silenciamiento judicial y el intento mediático hegemónico de opacar el gravísimo episodio fueron notables. Se intentó responsabilizar tan solo a una banda de lúmpenes, dando así legitimidad, por acción u omisión, al intento de magnicidio y nuevamente la supresión física del adversario por razones políticas fue puesta en la agenda.
Este atentado impune, reiteramos, legitimado por los medios hegemónicos y el empantanamiento de la investigación judicial, es el que da soporte material al denominado “discurso de odio” y a la aparición de figuras que, como el actual presidente Milei, abiertamente proponen administrar ese odio desde el aparato de estado.
Respecto al atentado recordemos que la autoría material fue atribuida a una banda de lúmpenes, pero la intelectual y financiera silenciada.
El atacante fue Fernando André Sabag Montiel, quien apuntó con una pistola Bersa del calibre 7.65 mm, con munición real en su cargador contra la vicepresidenta de la Nación Argentina. El sujeto gatilló en dos ocasiones frente a la vicepresidenta, pero los disparos no se produjeron. Montiel estaba vinculado al grupo ultraderechista Revolución Federal, que entonces se ve involucrado en el caso.
El impulso financiero al atentado comprometía seriamente a la familia del actual ministro de economía Luis Caputo y, según advirtiera Cristina Kirchner el 1 de octubre del año 2014, el impulso intelectual respecto a su integridad física, debe también rastrearse “mirando hacia el norte” e incorporar para elucidarlo a la cuestión geopolítica, en especial la lucha por la hegemonía mundial entre Estados Unidos y China.
Durante un acto en el que firmó la refinanciación de deudas con 16 provincias y en el que anunció la creación de la Secretaría del Hábitat para urbanización de villas, la entonces presidenta Cristina Kirchner cargó contra el hoy fallecido juez estadounidense Thomas Griesa, que había declarado en desacato a la Argentina por no pagar a los fondos buitre. En duros términos, calificó de “disparate” la medida del magistrado.
Pero también se refirió a las supuestas amenazas que entonces había recibido del Estado Islámico (EI o ISIS en inglés) y pidió sin embargo que, si algún día sufre algún atentado, “no miren hacia el Oriente, miren hacia el Norte”.
“Lo digo muy en serio: si me pasa algo que nadie mire hacia el Oriente, miren hacia el Norte. Después de ver las cosas que se están haciendo desde determinadas sedes diplomáticas y escuchar las cosas que han dicho en la Asamblea de la ONU no me quedan dudas. Digan lo que digan, si me pasa algo no viene de Oriente”, subrayó Cristina Kirchner.
“Crear toda una historia que el Isis me está buscando a mí... ¡Por favor! ¡Que no vengan a armar una novela como hicieron en el pasado con otras cuestiones!”, expresó la entonces jefa de Estado.
Y agregó para eliminar toda confusión posible: “Después de ver las cosas que se están haciendo desde determinadas representaciones diplomáticas, después de escuchar declaraciones que parecen un ejercicio de cinismo, que vengan a crearnos una historieta de que el Isis me está buscando para matarme, ¡por favor!” 8
En conclusión, a nuestro criterio es este gravísimo intento de femimagnicidio el que sobredetermina 9 las condiciones estructurales en la coyuntura específica en la que irrumpe Javier Milei como alternativa electoral y de gestión estatal de los discursos de odio.
No es ya el Milei “panelista disruptivo”, es ahora un emergente de una coyuntura donde el asesinato político vuelve a tener legitimidad para el bloque en el poder, la justicia, los medios hegemónicos, legitimado incluso por un segmento amplio de una “sociedad rota”.
Es en esta perspectiva de análisis que la alianza Caputo-Milei excede largamente el “plano económico”.
Funcionario símbolo de la derrota del macriato, el más criticado por el “Milei panelista”, Luis Caputo, “Toto” es hoy el súper ministro del gobierno “anti casta” de LLA. Sin duda, este cambio de mirada de Milei sobre Caputo llama a la reflexión.
Irina Hauser aporta datos muy interesantes para conjeturar sobre esta metamorfosis con el paisaje de fonde del intento de femimagnicidio.
El fiscal Gerardo Pollicita requirió que sea tasado el mobiliario por el que la familia Caputo supuestamente le pagó una suma millonaria a la modesta carpintería bonaerense de Morel, el líder de la violenta agrupación, para un emprendimiento a más de mil kilómetros, en Neuquén. La querella de la vicepresidenta advirtió que Morel comenzó a recibir pagos de los Caputo un día antes de que Revolución Federal empezara a actuar en 2022 y siguió cobrando hasta que se produjo el intento de magnicidio…Cuando fue indagado, Morel relató que había conocido a Rosana Caputo en diciembre de 2021, un día que ella pasó por la puerta de su taller y entró a mirar (aunque desde afuera no se advertía que ahí había una carpintería). Le encargó dos mesitas ratonas y dos barras para una casa en el barrio Santa Clara al Sur, otro emprendimiento de Caputo Hermanos. Esta empresa es manejada por los hermanos de Luis “Toto” Caputo, el exministro de Finanzas del gobierno de Mauricio Macri. Contó el líder de Revolución Federal que la mujer tuvo problemas (por roturas) con los muebles que le compró y le fue a reclamar, pero le terminó ofreciendo el trabajo en Espacio Añelo... Pidieron indagatoria de Rosana Caputo, pero aún no tuvieron respuesta judicial. “La financiación de Caputo Hermanos a Morel empezó y terminó con Revolución Federal. Así como todo comenzó en mayo de 2022, todo concluyó con el atentado a Cristina Kirchner” 10
Así las cosas, caracterizar adecuadamente aquello que se enfrenta, es el primer paso a dar para concretar una respuesta política y eventualmente electoral exitosa.
Es necesario entonces hacer el esfuerzo de no romantizar al presidente Milei y encarnarlo en las transformaciones estructurales que soportó el país pero también y fundamentalmente asumir que lejos del panelista disruptivo, Javier Milei candidato y a la postre presidente, resulta un efecto central del intento de femimagnifemicidio impune del 1 de setiembre de 2022 a las 20:52, en el barrio de Recoleta, y la consecuente administración estatal de “los discursos de odio” que habilitó aquél atentado impune. Finalmente para aproximar una caracterización del presidente Milei - que será desarrolada en profundidad en otro capítulo de este libro-, es siempre muy recomendable recordar al sociólogo Eduardo Grüner:
Permítanme ahora correrme de la ficción y hacer un poco de historia, sin ninguna sorpresa, ya que se trata de cosas muy conocidas. En enero del año 1933, en Alemania, la mayoría del pueblo, entusiasmada por lo que se les aparecía como una inédita novedad, eligieron como Canciller (en ese entonces la máxima autoridad institucional del Reich) a un personaje grotescamente payasesco, ex cabo del ejército, pintor de tercera categoría, grosero y gritón, pero que prometía una radical refundación nacional que produciría un mileinio, perdón, un milenio de felicidad teutónica. Bien; a las pocas semanas de gobierno ya era completamente claro que la política del obsceno aullador solo podía conducir, a la corta o a la larga, a la catástrofe. Sin embargo, tanto aquellos que lo sostenían con convicción, como aquellos que lo habían votado quizá con reservas, pero con grandes esperanzas, esgrimieron básicamente dos argumentos para no cuestionar activamente su poder despótico: primero, que el Führer había sido consagrado mediante elecciones irreprochablemente legales y formalmente democráticas; segundo, que el gobierno aún llevaba poco de andar, que había que darle tiempo, tener paciencia, esperar. ” 11
Notas
MÁS INFO
- Artemio López, Historizar a Milei. De la picana a la motosierra. EJNK 2023
- Walsh Rodolfo «Cordobazo» en el Periódico de la CGT de los argentinos, 1969
- Kirchner, Cristina “Argentina en su tercera crisis de deuda”, 14 de febrero de 2024
- Pagni Carlos, ¿Y si gobierna Milei? Hasta a él le está cayendo la ficha, La Nación 5 de septiembre de 2023
- Lijalad, Ari: Negacionismo y negocios: abogados, corporaciones y operadores de la City, los poderosos nombres detrás de Villarruel. El Destape. Año 2023
- Catanzaro, Gisela y Ezequiel Ipar: Nueva derecha y autoritarismo social. Revista Anfibia. Año 2023.
- Walsh Rodolfo “Retrato de la oligarquía dominante”, epílogo de la tercera edición de Operación Masacre, 1969.
- Fuente: El Liberal https://www.elliberal.com.ar/nota/-163685/2014/10/cristina-kirchner--si-me-pasa-algo-no-miren-hacia-el-oriente-miren-hacia-el-norte Video https://youtu.be/IuY_YktERds
- Louis Althusser introduce la noción de complejidad para explicar el desarrollo de la contradicción en una formación económico-social, que refiere a “la existencia de una pluralidad de contradicciones” entre las cuales una es la dominante y sobre determina. Creemos en esta perspectiva de análisis que el atentado fallido a Cristina Fernández de Kirchner, es la contradicción que sobredetermina la irrupción de LLA y su triunfo electoral. Intento de magnicidio cuyas autorías financieras e intelectuales no fueron esclarecidas y que de ser elucidadas, a nuestro juicio, explicarían notables alianzas de última hora del presidente Milei con “la casta” que decía combatir.
- Hauser Irina Atentado a CFK: Una medida clave para rastrear el financiamiento a Revolución Federal. Página 12, 14 de septiembre de 2023
- Grüner Eduardo: Lo siniestro nuestro de cada día La Tecl@ Eñe, junios de 2024.