Marcos Aldazabal, uno de los abogados que representan a la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa que investiga el intento de magnicidio del primero de septiembre de 2022, cuestionó, que a medida de que fueron apareciendo pruebas, la jueza María Eugenia Capuchetti se mostró "totalmente reticente a avanzar".
A casi un año del atentado a la Vicepresidenta, Aldazabal habló con El Destape Sin Fin. "Lamentablemente, al año de la investigación corroboramos una vez más el funcionamiento disfuncional que tiene la justicia federal, lo poco capacitada que está para investigar, pero también las intencionalidades políticas atrás de de todo lo que hace", dijo.
"Cuando se inició esta causa, por la gravedad que tiene para todos, para el sistema democrático, que quieran matar no solo a la vicepresidenta, sino a una figura de esa relevancia política, pensamos que quizás acá la actitud quizás iba a ser un poco distintano y que la jueza y el fiscal interviniente iban a investigar como correspondía, o al menos hacer todo lo posible para investigar como correspondía pero no fue así", señaló el abogado el miércoles.
Sin embargo, explicó que, a casi un año del hecho, la Justicia no avanzó lo suficiente. "Pasado un año lo que sabemos lo consideramos por impulso nuestro, de la querella, que insistimos en no quedarnos en lo que sabemos desde los primeros días, que son Brenda Uliarte, (Fernando) Sabag Montiel y (Nicolás) Carrizo, que son las tres personas que están imputadas por ahora", explicó.
Ante la consulta sobre en qué cree que falló la Justicia en este tiempo, consideró que "en muchas cosas", aunque marcó que hay "dos cuestiones para separar". "Una es que es un juzgado que no tiene las capacidades técnicas para una causa de esta magnitud y que nunca entendió la magnitud de la causa. Desde el primer día se notaba y nosotros eso lo pedimos formalmente en varios escritos, que pidan refuerzo de personal, que pidan que los eximan de turnos, que son momentos en los que se llenan de causas; que tengan un refuerzo institucional para poder hacerse cargo. Y en la causa eran la jueza y tres o cuatro personas más, que incluso las personas que tenían buena voluntad, que creo que no fue el caso de la jueza, no estaban capacitadas. Es un caso sumamente grave y sumamente complejo, en el que hay una cantidad de pruebas enorme que nunca pudieron hacerse cargo", agregó.
Respecto a la segunda falla del proceso judicial, sostuvo: "Por otro lado, están las intencionalidades políticas, que tienen que ver con que (cuando) fueron surgiendo pistas que pueden llevar a involucrar a personas de mayor relevancia pública que las que están imputadas por ahora, siempre nos encontramos con que la jueza, y también un poco el fiscal, eran totalmente reticentes a avanzar. Y de hecho así fue como nos rechazaron un montón de medidas de prueba que después, la gran mayoría, en la cámara de apelaciones, que incluso es muy contraria a Cristina Kirchner, pero aun en la cámara de apelaciones nos suelen dar la razón por lo escandaloso que es lo que hace la jueza. Pero cuando nos dan la razón, por ejemplo con secuestros de celulares o con distintas medidas de prueba, ya pasó el tiempo en el que se podía encontrar algo".