Atentado a Cristina Kirchner: la jueza Capuchetti rechazó anular los chats de Carrizo como prueba

Los chats de Carrizo revelan su participación en el ataque a CFK como la intención de atentar contra ella aún después del magnicidio fallido y de asesinar a Máximo Kirchner. Se trata del último detenido en esta causa, cuyos abogados tienen estrecho vínculo con el PRO.

22 de septiembre, 2022 | 09.02

La jueza María Eugenia Capuchetti rechazó un planteo de Gabriel Nicolás Carrizo para que no se puedan usar los mensajes de su celular como prueba en la investigación por el intento de asesinato de CFK. Carrizo, el último detenido en el marco de esta causa, alegó que entregó el celular cuando declaró como testigo, bajo juramento de decir verdad, y que ahora que está imputado en la causa eso vulnera su derecho de defensa. La jueza rechazó el pedido y le contestó que presentó su celular e incluso la clave para desbloquearlo de forma voluntaria y que, mientras fue testigo, nunca se autoincriminó.

¿Qué apareció en el celular de Carrizo y que busca que se anule como prueba? De todo. Desde chats donde habla del fallido atentado y se preocupaba de que Fernando Sabag Montiel hubiera usado un arma suya hasta conversaciones con Brenda Uliarte donde hablan de matar a CFK aún después del 1 de septiembre. Algunos textuales:

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  • “Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional Andrea. Las elecciones la van a volver a ganar ellos. Estuvo muy cercaaa. Falló el arma. No lo entiendo andabs bien (…) Cristina tiene miedo, salió mal pero Cristina tiene miedo”
  • “Le quiso pegar un tiro a Cristina. Me enorgullece, quw (sic) sea mi empleado y que tenga los huevos bien puestos”
  • "Estamos pensando en matar al jefe de La Cámpora esta vez"
  •  “Mira nose si es una buena o mala noticia pero el arma con la que intentó ponerla no es la mía, yo le dí un 22 corto... recién hablé con la novia (en referencia Brenda Uliarte) y la tiene ella así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar"
  • “Esto estaba planificado para dentro de una semana. hizo todo mal. es un pelotudo”
  • “Estamos decididos a matarla a (la) puta esa”.
  • “Tengo un grupo de 90 personas. nos estamos juntando todos ahora pars ver como solucionar este problema”.

Hay una diferencia entre ser testigo e imputado. El testigo declara bajo juramento de decir verdad; el imputado no, y puede incluso mentir como parte de sus estrategia de defensa. El pasaje de testigo a imputado suele generar planteos de este tipo ya que alguien citado primero como testigo está obligado a dar información que, si es acusado, está en derecho de ocultar. Pero en el caso de Carrizo, que hizo este tránsito de testigo a imputado, la cuestión es distinta. Tanto la jueza Capuchetti como el fiscal Carlos Rívolo recuerdan que Carrizo no fue citado como testigo sino que se presentó voluntariamente y ofreció de la misma forma su celular desbloqueado.

¿Por qué Carrizo y los demás integrantes de la supuesta sociedad de venta de copitos de azúcar se presentaron en sociedad en una entrevista colectiva en Telefé? ¿Por qué fueron a declarar voluntariamente como testigos y entregaron sus celulares si sabían el contenido de sus chats? ¿Fue un mensaje de que podían hablar? ¿La aparición del abogado Gabriel Marano, de vínculo con el PRO, está relacionada a esta actitud de Carrizo de mostrarse en público? ¿Carrizo advirtió que lo defendían o hablaba? Son todos interrogantes que debería investigar la jueza Capuchetti.

El caso de Carrizo no fue el único: hicieron lo mismo Lucas Nahuel Acevedo, Leonardo Volpintesta y Miguel Ángel Castro Riglos. Pero fue en el celular de Carrizo donde aparecieron elementos que lo vinculan al atentado y que devinieron en su detención.

Los abogados de Carrizo son Gabriel Marano y Brenda Salva, ambos vinculados al PRO. Marano era asesor del senador PRO Ignacio Torres nada menos que en la Bicameral de Inteligencia; Salva de la diputada PRO Karina Ethel Bachey. Es inverosímil que creyeran que si tomaban este caso de resonancia nacional este dato de su trabajo para el PRO no saltara. También que la separación de ambos corta la pista que une a los atacantes con la fuerza que comanda Mauricio Macri.

El contenido del celular no puede ser utilizado como prueba de cargo”, reclamó Marano, abogado de Carrizo. Agregó que “la admisión como prueba de cargo del contenido del celular que fue obtenido a través del ingreso de la contraseña que el ahora imputado otorgó cuando se encontraba juramentado de decir verdad no implica otra cosa que una autoincriminación”. El fiscal Rívolo dijo que nadie citó a Carrizo sino que se presentó voluntariamente ante la Policía Federal, que “estamos ante una situación en la que una persona se presentó en calidad de testigo, declaró bajo juramento en esa calidad, aportó voluntariamente su teléfono celular y su clave para desbloquearlo. Requisar ese teléfono era de interés para la investigación, ya que podía arrojar luz respecto de las respectivas imputaciones que recaían sobre Sabag Montiel y sobre Uliarte, sobre todo teniendo en cuenta de que Carrizo dijo haber chateado con Uliarte luego del hecho y de la detención de Sabag Montiel y dijo haber compartido grupos de Whatsapp con éste”.

El fiscal Rívolo describió que se analizó el contenido del celular de Carrizo y “se pudo comprobar que el nombrado había tenido participación en el hecho y que existía mérito suficiente para recibirle declaración indagatoria, por lo que se ordenó su detención y en el día de la fecha dicho acto de defensa fue llevado a cabo, donde se lo relevó del juramento (de decir verdad) oportunamente prestado”. Agregó que “de la lectura del acta de la declaración testimonial, no se avizora que se lo hubiera colocado a Carrizo en la disyuntiva de mentir o de auto-incriminarse

José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, abogados de CFK, coincidieron en que no hubo “nada en su declaración testimonial que obligara a cambiar la modalidad de la indagatoria” y que “lo cierto es que su evidente participación criminal surgió una vez que se analizó su celular. Cuando pasó eso, de modo totalmente correcto, el juzgado pasó a considerarlo imputado

La jueza Capuchetti dijo que “para ese momento (cuando Carrizo se presentó como testigo) y contrariamente a lo manifestado por la defensa, no existía elemento alguno que permita sospechar de su participación en el hecho”, que “en el marco de esa declaración no se le dirigió ninguna pregunta que lo involucrara con los hechos ni este brindó respuesta alguna que lo incriminase” y que “se lo invitó voluntariamente a aportar su teléfono celular, sin imponerle aquella condición, a la cual Carrizo accedió aportando el aparato su clave de acceso, todo ello frente a las partes presentes, como quedó documentado en el acta firmada por aquel en conformidad a lo acontecido”.

Es de esperar que Carrizo apele esta decisión. Si es así, intervendrá la Sala I de la Cámara Federal. Sus 3 integrantes fueron nombrados por Macri: Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia a dedo y Mariano Llorens por concurso pero que sigue en el cargo pese a que El Destape reveló que se reunió con el ex presidente en Olivos y que juega desde hace años en el equipo Liverpool en la quinta Los Abrojos.