Tras sufrir cuestionamientos por sus lazos con dirigentes de Juntos por el Cambio, Gastón Marano, abogado de Nicolás Carrizo en la causa por el atentado fallido contra Cristina Kirchner, contó este jueves quién financia sus honorarios y cómo llegó a involucrarse en el caso.
"Durante los últimos días escuché durante horas, en canales de todo tipo, una serie de hipótesis y elucubraciones sobre quién soy, a quién respondo, quién me paga los honorarios", comenzó diciendo Marano en un comunicado que realizó en su cuenta de Instagram. "También sobre cuál es mi rol en la causa que investiga el execrable atentado contra Cristina Kirchner", agregó el defensor de Carrizo, el acusado de ser partícipe de la planificación del intento de magnicidio.
De este modo, Marano hizo referencia a quienes salieron a hacer hincapié en sus vínculos institucionales con diversos sectores. Por un lado, hasta la semana pasada, el abogado era asesor del senador nacional de JxC Ignacio Torres, quien resolvió despedirlo cuando pasó a defender a Carrizo. Por otra parte, actuó como supervisor de la Embajada de Estados Unidos en Argentina.
"Paso a responder las preguntas que han mantenido desvelada a parte de la prensa en los últimos días", introdujo el letrado. Acto seguido, contó que llegó a la causa "a través de la referencia de un colega que decidió no tomar la representación porque no disponía de la cantidad de horas de trabajo que esta causa requeriría, y le propuso a la familia de Carrizo contactarme, lo que hicieron".
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Además, sobre la cuestión de quién paga sus honorarios, reveló: "Debido a la situación económica de Carrizo, decidí tomar la causa 'pro-bono', o sea, por el cobro del mínimo legal. Eventualmente, me pagará Carrizo o quien resulte condenado en costas al final del proceso".
Luego, respondió a la obvia pregunta de por qué toma una causa virtualmente gratis. Entonces, hizo referencia a la "trascendencia pública y mediática" que el caso tiene. "Este caso representa un enorme desafío profesional. Es una causa con gran trascendencia pública y mediática, lo que hace viable que se conozca mi trabajo y la forma en la que lo ejerzo. Como docente puedo transmitir mi pasión por el ejercicio a unos pocos alumnos por año. En una causa como esto (sic), nuestra tarea puede llegar a miles de personas", explicó Marano. Y agregó que "también se toma una causa así cuando uno sabe que su participación puede hacer una diferencia en que se haga justicia".
En paralelo, Marano aclaró cuál es la relación de sus socios Brenda Salva y Fernando Sicilia en el caso, ambos vinculados al PRO. Sobre Salva, quien fue echada esta semana como asesora por la diputada PRO Karina Bachey, Marano reconoció: "Trabaja conmigo hace muchos años, primero como estudiante y ahora como profesional". En cambio, sobre Sicilia, quien defendió a los exagentes de la AFI Facundo Melo y Leandro Araque en la causa por espionaje ilegal durante el macrismo, aclaró que solo trabajó con él como socio y que no tiene "ninguna participación" en esta causa.
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"¿Lo puso en esta causa (Javier) Milei/(Ramiro) Marra/(Ignacio) Torres/el PRO/la CIA?" se preguntó irónicamente Marano. "No. Me puso en esta causa Gabriel Nicolás Carrizo. No tengo vínculos con el PRO ni con ningún otro espacio político", respondió, a pesar de que hasta la semana pasada asesoró al senador Torres en la Bicameral de Inteligencia.
"Cuando una persona ingresa a mi oficina no me pegunto cuál es su inclinación política sino cuál de sus derechos está siendo violado. Y me dispongo a defenderla", cerró el abogado en la serie de fotos que posteó en su feed de Instagram.