La idea de un "relanzamiento" del Gobierno viene dando vueltas desde la derrota en las legislativas y desde que quedó atrás -todo indica- lo peor de la pandemia. Sin embargo, el presidente Alberto Fernández ya avisó que no es amigo de los relatos ni de las épicas así que un gran relanzamiento, pensado en esos términos, se veía poco probable. Lo que ocurrirá el 25 de Mayo será una compleja visita a la Antártida, con un obvio contenido patriótico y de reivindicación soberana, que dependerá de que el pronóstico del tiempo sea favorable. Así de frágiles resultan algunas cosas en este gobierno.
La idea partió del ministro de Defensa, Jorge Taiana, quien decidió recorrer las bases antárticas en la fecha patria y se le ocurrió invitar al Presidente. Debido a la pandemia, hasta ahora Fernández no celebró ningún aniversario de la Revolución de Mayo de la manera tradicional, con Tedeúm en la Catedral Metropolitana. No termina de quedar claro qué no funciona en el vínculo con el papa Francisco pero es evidente que alguna espina hay, como mostró días atrás al cancelar el encuentro con el canciller Santiago Cafiero por su dolencia en la rodilla. El año pasado, el Presidente debió escuchar vía zoom las duras críticas del arzobispo Mario Poli a la clase política -pidió "capacidad de liderazgo" y "dejar de lado las descalificaciones"-, sobre las que seguramente volverá en esta ocasión en base a los alarmantes índices de pobreza.
El parte meteorológico del lunes dirá si Fernández podrá esquivar el cara a cara con Poli o si no le quedará más remedio. Si Taiana recibe el ok, tendrán por delante un largo periplo que incluirá un viaje en avión a Ushuaia, otro desde allí a Base Marambio y luego traslados en helicópteros a las bases Esperanza y Petrel. Todo dependerá del clima: no es nada anormal en esta época del año que de un momento a otro la situación cambie, por lo que el Presidente podría llegar sólo hasta Ushuaia o, también, aterrizar en una base y luego no poder volver hasta que mejore. Si hay alguna posibiliad de transmisión en directo, tendría que ser desde Marambio porque el acceso a las demás es mucho más dificultoso. La capacidad de los helicópteros se reduce a diez personas, así que obligan a una comitiva reducida. El complicado tour dará un matiz único a la celebración pero le quitará el contenido práctico que debería tener un relanzamiento de gestión.
Un par de meses atrás se había planteado esta fecha como la de presentación de un gabinete remozado y de anuncio de proyectos que marcarían el perfil de la gestión en el último tramo del mandato, decisivo para definir su continuidad en las elecciones del año que viene. Todo eso se fue diluyendo en las últimas semanas y no hay visos ni de una cosa ni de la otra. El único cambio sería el del jueves pasado con el traspaso de la secretaría de Comercio Interior de Roberto Feletti a la órbita del ministerio de Economía. No sólo fue "un cambio que ordena", como lo definía un funcionario muy cercano a Fernández, sino también un gesto del Presidente. "Se ató a Martín Guzmán", comentaba un dirigente muy cercano. Guzmán, el funcionario más señalado por el kirchnerismo, definirá con su éxito o su fracaso el destino de Fernández. Así visto, todo otro cambio en el gabinete sería menos importante que éste.
En el inicio de la semana de mayo, el Banco Central anunciará el lunes los nuevos billetes de circulación legal en el país, con la vuelta de los rostros de héroes y heroínas de nuestra historia y el archivo de los animalitos autóctonos, tan queridos por el macrismo. El Presidente ya anticipó que se mantendrá el de mil pesos como el de mayor nominación, una manera de ponerle una barrera psicológica a la pérdida de valor de la moneda. El retorno de San Martín y Belgrano a los billetes será presentada en clave patriótica, a tono con el viaje a la Antártida. También habrá un nuevo eslogan oficial: "Primero la gente", será el lema gubernamental, con cierto tono de campaña.
En cuanto a los proyectos que se preveían, tampoco había indicios. Se adelantó que el 25 se presentaría el que gravará la "renta inesperada" de las empresas, fondo que se utilizará para solventar el bono que recibirán trabajadores informales, monotributistas y jubilados. Pero no había ninguna confirmación. "No tenemos novedades", respondían desde los bloques legislativos del Frente de Todos. En la última reunión de gabinete no se lo mencionó. En cambio, lo que sí se conversó en el encuentro del jueves fue que subir las retenciones agropecuarias no tendría el efecto de desacoplar los precios internacionales a los locales. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y Guzmán le explicaron a sus pares porqué no sería efectivo en las actuales circunstancias y que tenían otras medidas en carpeta para hacer frente a la tenaz suba de los alimentos como consecuencia de la guerra en Ucrania.
Al otro día salió el Presidente en una entrevista dando a entender lo contrario. "Alberto se enredó en lo que quiso decir, pero él tiene bien claro que no tiene sentido subir las retenciones. No sólo no tendría efecto sino que podría complicar el ingreso de dólares en los próximos meses. La guerra es una gran oportunidad para nosotros", comentaba un ministro que escuchó de primera mano las explicaciones que dio Domínguez en gabinete. Por eso, luego salió el propio ministro a desmentir los declaraciones de Fernández, con su consentimiento. En definitiva, no habría cambios de gabinete, ni anuncios de proyectos rimbombantes. "Por ahora no habrá nada, hay que esperar un poco un tiempo más", comentaba el ministro sobre el relanzamiento que no será. Veremos si esta vez según lo planeado.