Deuda, vacunas y más: Alberto Fernández se fue de Portugal con el objetivo cumplido

El presidente Alberto Fernández se fue de Portugal con lo que había ido a buscar: otro apoyo europeo para negociar la deuda argentina con los organismos multilaterales de crédito. El objeto de esa negociación es bastante ambicioso, según dejó entrever el Presidente en una declaración conjunta a la prensa que dio con el Primer Ministro António Costa: "No queremos solamente arreglar con el FMI. Buscamos cambiar algunas reglas del sistema internacional".

Portugal fue el primer destino de la gira europea porque su caso constituye un antecedente clave: entre 2011 y 2013 llevaron adelante una negociación con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar una deuda impagable, pero sin aplicar las recetas tradicionales del organismo. "Tomo a Portugal como una referencia porque han vivido cosas parecidas a las que nos toca vivir a nosotros", aseguró Fernández en el mensaje compartido con Costa.

Allí, una vez más, el presidente argentino dio detalles de las características que debe tener un entendimiento con el FMI: "Un acuerdo con el fin de no condicionar el futuro ni el desarrollo del país, para que podamos terminar con la desigualdad. Que se pueda sostener en el tiempo y que no postergue más a los argentinos". Por su parte Costa le garantizó el apoyo de su país en ese planteo.

Sintonía fina

El entendimiento entre Fernández y Costa surge de coincidencias "filosóficas y políticas" y una sintonía fina personal, que ya había quedado en evidencia cuando el argentino hizo su primera visita a Lisboa en 2019, siendo solamente un candidato. Así lo hizo saber en la declaración conjunta cuando habló de "un gobierno muy afín" a sus pensamientos y pidió "aprovechar esa sintonía a favor de los pueblos" de ambos países. "Cuando se parte de filosofías comunes los acuerdos son más sencillos", agregó.

Del dicho al hecho: el encuentro entre ambos se estiró más de lo previsto, en sus tres instancias. Primero, una charla que mantuvieron a solas. En segundo lugar, en una reunión de trabajo ampliada, al que se sumaron la comitiva argentina y miembros del gabinete portugués. Tras la declaración a la prensa, ambas delegaciones compartieron un extenso almuerzo donde hablaron de tango y de fado, de historia y de peronismo, un movimiento político por el cual Costa manifestó especial interés, asuzado por comentarios del canciller Felipe Solá.

El entendimiento irá más allá de este viaje y ambos gobiernos ya planean los próximos pasos en conjunto, que podrían llegar incluso esta misma semana. Además, tal como había hecho un día antes con el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, Fernández invitó a Costa a visitar la Argentina, viaje que el portugués se comprometió a hacer en cuanto lo permita la pandemia.

Cambiar algunas reglas

El gobierno luso también respaldará otras propuestas que enarbola Argentina ante el Fondo, como la suspensión o eliminación de las sobretasas que pagan aquellos países cuyas deudas superan la cuota que le corresponde, una situación que a partir de la pandemia dejó de ser excepcional y afecta principalmente a los países de ingresos medios. Ese consenso terminó de sellarse esta mañana en una reunión entre el ministro de Economía Martín Guzmán y su par Joao Leao, que se desarrolló completamente en portugués, idioma que Guzmán domina.

Las sobretasas que impone el FMI significan un 2 por ciento extra de intereses sobre el capital adeudado, una cifra que este año representa para la Argentina más de 950 millones de dólares. La norma tendrá su revisión, como cada cinco años, en la reunión anual de directorio que tendrá lugar en octubre. Guzmán espera sumar más adhesiones en el resto de los países que visitará en esta gira.

Otra propuesta que impulsa el gobierno nacional tiene que ver con los derechos especiales de giro que repartirá el FMI en agosto de este año. Guzmán quiere encontrar un mecanismo para redistribuir los fondos que correspondan a los países desarrollados, que no van a utilizarlos, entre las naciones de ingresos medios que están teniendo dificultades para dejar atrás la crisis causada por la pandemia. Portugal también dará su apoyo.

La puerta de entrada

El encuentro entre las autoridades argentinas y portuguesas tuvo otra arista: al mismo tiempo, Fernández preside temporalmente el Mercosur y Costa hace lo propio con la Unión Europea. El acuerdo comercial entre ambos bloques también ocupó una parte importante de la agenda. En la rueda de prensa, Fernández reconoció que existen "dificultades" porque tanto en América Latina como en Europa "hay países que cuestionan la naturaleza de los avances alcanzados hasta ahora".

Sin embargo, ambos mandatarios acordaron "suscribir acuerdos complementarios" en temas donde existen mayores niveles de consenso. "Consideramos urgente encontrar compromisos en materia ambiental", dijo a su turno Costa, que destacó también la importancia de avanzar en un acuerdo que "tiene un potencial económico inmenso a escala global". Por su parte, el argentino sostuvo que "Portugal es la puerta de entrada de América Latina a Europa".

También se acordó en avanzar en otros asuntos de interés bilateral. Entre otros, existe voluntad de coordinar una mayor cooperación científica para el mejor aprovechamiento de los océanos, en el tratamiento de residuos y estimular el turismo entre ambos países. Incluso se habló de establecer un vuelo directo entre Lisboa y Buenos Aires, una vez que concluya la pandemia. Además, Portugal ofreció ayuda a la Argentina para exportar tecnología agropecuaria a países africanos.

Producción y solidaridad

Fernández y Costa también convinieron en combinar esfuerzos para conseguir vacunas. En ese sentido, el argentino recordó que "el 90 por ciento de las vacunas que se producen van a parar a sólo 10 países" y el enfatizó en las demoras en las que incurre el laboratorio AstraZeneca, que tiene contratos incumplidos tanto con la Unión Europea como con Argentina. "Hay una compañía que nos ha creado problemas a todos, en todo el mundo, porque está suministrando menos", señaló.

Los dos coincidieron en la importancia de incrementar el ritmo de producción de vacunas pero también la necesidad de que se distribuyan de manera solidaria. "Todo el mundo tiene que tener conciencia de que sólo estaremos seguros cuando toda la humanidad logre estar inmunizada", dijo Costa, que además pidió a los países que "no cierren la frontera a la exportación de vacunas y de materias primas".

Fernández, a su turno, aprovechó la ocasión para anunciar que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador prometió que la primera partida de AstraZeneca cuyo compuesto activo se produce en la Argentina para ser envasada en México estará listo antes de fin de mes y que esa partida se repartirá en partes iguales entre los dos países. Fuentes de la comitiva anticiparon que esta semana puede haber más novedades sobre la provisión de vacunas.